Manila, 12 dic (EFE).- El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, condenó hoy las ejecuciones extrajudiciales y amenazó con perseguir a cualquier policía que las lleve a cabo en su campaña contra las drogas, que ha causado al menos 5.900 muertos.
"No lo hagáis, especialmente si la excusa es que era un camello. No lo hagáis, porque iré a por vosotros. Hijos de puta, os dispararé", dijo hoy Duterte en tagalo en un discurso en el Palacio Presidencial, según una traducción del medio filipino Rappler.
El mandatario filipino dijo que no hay ningún mérito en matar a una persona "arrodillada con las manos atadas a la espalda".
"No soy una asesino. No disfruto viendo a un filipino tirado en el suelo rodeado de sangre. Cada vez que decido algo, como la compra de armas o de balas, siempre tengo presente que estas cosas podrían ser usadas contra los filipinos", añadió el jefe de Estado.
Duterte matizó así su discurso a las fuerzas de seguridad para cumplir su promesa electoral de limpiar el país de drogadictos y camellos, aunque mantuvo su orden de disparar a matar si el sospechoso resiste el arresto y está armado.
El gobernante insistió en que la campaña contra las drogas en Filipinas es necesaria y que debe ser dura.
Esa guerra arrancó el 30 de junio, el día de la investidura de Duterte, y ha causado 5.927 víctimas, de las cuales 2.086 murieron en operaciones policiales y las restantes 3.841 a manos de grupos civiles que se toman la justicia por su mano.
Sus opositores acusan a Duterte de ser el responsable del elevado número de ejecuciones extrajudiciales que se han producido en los últimos meses en Filipinas.
El pasado sábado, en el Día Internacional de los Derechos Humanos, varios grupos de activistas filipinos exigieron a Duterte que pusiera fin a esas muertes y señalaron que la situación ha ido "de mal en peor" desde que gobierna el país. EFE