SANTIAGO DE LOS CABALLEROS, República Dominicana.- La familia Saleta-Rodríguez se levantó con la inundación de su casa, a las 6:00 de la mañana del sábado 28 de diciembre del 2019, tras el colapso de una tubería de 30 pulgadas, de la red de distribución de agua potable de la Corporación de Acueducto y Alcantarillado de Santiago (Coraasan).

En la casa, ubicada en la calle Emilio Prud Homme, esquina Fernando Bermúdez del sector Bella Vista, todo se dañó, incluidos equipos de comunicación recién comprados para la producción de televisión. Algunos de los miembros de la familia, fueron auxiliados en un centro médico, tras el impacto causado por la situación, ya que la inundación los sorprendió dormidos y corrían el riesgo de ahogarse.

La familia, encabezada por el periodista Guillermo Saleta, ya había advertido que esto podría pasar, porque no era la primera vez que se rompía una de estas tuberías en esta zona.

Saleta, reconocido por su trayectoria como periodista y propulsor deportivo, dijo que antes trató el tema con “todos”, con el director general de la Coraasan, Silvio Durán, con el gerente de operaciones, Héctor Jáquez, con el director comercial, Gustavo Cabrera, pero a juzgar por los resultados y las denuncias de los moradores de Bella Vista, la intervención ha sido para poner parches, no para encarar y resolver el problema de manera definitiva.

Hasta la redacción de acento.com.do han llegado los reportes de que los ejecutivos de la Coraasan han preferido reparar, antes que sustituir las redes de distribución, porque el trabajo tendría un costo que ronda entre RD$ 300 y 500 millones.

El problema no es nuevo

“Miren lo que está pasando en Bella Vista por descuido de Coraasan, calle Fernando Bermúdez. Las explosiones de Coraasan en Bella Vista son frecuentes”, reportó el periodista Tony Rodríguez, tras difundir un vídeo en sus redes sociales el 18 pasado de diciembre del 2019, en horas de la mañana, en el cual se advertía de que en esta zona, podría originarse una tragedia.

Víctor Manuel Valerio, uno de los residentes en la zona de Bella Vista, asegura que en lo que va de diciembre, suman 12 las situaciones en las que explotan estas tuberías. Agrega que pese lo grave del problema, las autoridades solo llevan planes de contingencia para evitar que sigan las denuncias.

Detalles técnicos

La tubería, que según han afirmado los ejecutivos de Coraasan ha colapsado en múltiples ocasiones, es una red de distribución de 30 pulgadas, de unos 5 kilómetros que lleva el agua desde la planta potabilizadora de Nibaje, hasta todos los barrios de la zona sur-oeste de Santiago, esto incluye Bella Vista, La Barranquita.

En un lenguaje de la ingeniería ligada al tema de acueductos, la red de distribución, que está en estos momento “en el ojo del huracán” por lo ocurrido en Bella Vista, es de material de G-Glass (vidrio) R-Reinforced (reforzado) P-Pipe (tubería), el tramo colapsado y que fue reparado “otra vez”, este sábado 28 de diciembre, es GRP-metálico.

La excusa y las promesas                                         

El director general, Silvio Durán, negó que hubiera negligencia en este proceso, pero a la vez afirma que se trata de una tubería que se instaló para un funcionamiento de 25 años, pero que lleva 40 en uso.

Darío Fernández, de la vocería de la institución, afirma que esta red se reparó en el 2000 y que se plantea una sustitución para el 2020.

“Algo que escapa a las posibilidades de la institución. Cambiar los dos tramos completos constará por encima de los 500 millones de pesos, por lo que Coraasan ya tiene un contratista que, a partir de enero, hará la sustitución desde la planta de Nibaje hasta llegar al río frente a la planta de gas, que ahí ha fallado varias veces. Entonces faltará el otro tramo para resolver el problema por parte y se necesitan unos 100 millones de pesos más “, ha explicado Héctor Jáquez, gerente de operaciones de la Coraasan. También anunciaron que tras una evaluación de los daños a los ciudadanos afectados por las inundaciones, los ejecutivos de Coraasan canalizarán una indemnización con el Gobierno.

Duda y temor

Tras la experiencia de que en cada proceso las brigadas de Coraasan recurren a hacer reparaciones y no a resolver el problema de manera definitiva, los moradores de las zonas afectadas no se sienten seguro con la soldadura que se llevó a cabo tras el colapso de la tubería de 30 pulgadas.

De ahí que llaman la atención a las autoridades para que se mantengan vigilantes.