SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Disminuir y bajarle la intensidad a los síntomas de la menopausia en las mujeres que sufren de irritabilidad, ansiedad y depresión se logra gracias a la conciencia plena, o mindfulness, según la conclusión de un estudio de la Clínica Mayo publicado este mes de enero en Climacteric, la revista de la Sociedad Internacional de Menopausia.

La conciencia plena es una habilidad que se puede aprender

La conciencia plena, una habilidad que se puede aprender, implica enfocar la atención en el momento presente y observar los pensamientos y las sensaciones, sin hacer ningún tipo de juicio. Practicar la concienciación plena reduce el estrés y mejora la calidad de vida.

“El primer paso en la conciencia plena básicamente consiste en tomar conciencia de que la mente funciona con piloto automático la mayor parte del tiempo. El objetivo de los momentos de concienciación no es vaciar la mente, sino observar la actividad de la mente, siendo generosa con una misma", dijo la Dra. Richa Sood, autora principal del estudio.

El segundo paso es crear una pausa: "respire profundo y observe su propio paso, sus pensamientos y sus emociones, sin hacer ningún tipo de juicio. La calma que esto aporta permite reducir el estrés”, añadió.

Esta internista general y especialista en salud femenina destacó que con este trabajo de investigación recién publicado “descubrimos que las mujeres maduras con los puntajes más altos en conciencia plena tenían menos síntomas de menopausia”.

“Estos resultados plantean que la conciencia plena puede ser un medio esperanzador para ayudar a las mujeres a reducir los síntomas de la menopausia y el estrés en general”, reiteró.

El estudio abarcó a 1,744 mujeres de 40 a 65 años que recibieron atención médica en esa clínica entre el 1 de enero de 2015 y el 31 de diciembre de 2016.

Otro resultado sorprendente del estudio es que “los puntajes más altos de conciencia plena no se relacionaron con puntajes menores de sofocos y sudoración nocturna”, anotó la Dra. Sood.

Una teoría para explicarlo es que la cantidad de molestias de la sudoración nocturna y de los sofocos puede estar más relacionada con algunas características de la personalidad que con los síntomas mismos.

¿A qué se debe la menopausia?

La menopausia puede deberse al deterioro natural de las hormonas reproductivas. A medida que la mujer se acerca a los últimos años de la década de los treinta, los ovarios comienzan a producir menos estrógeno y progesterona —las hormonas que regulan la menstruación—, por lo que la fecundidad disminuye.

Entre los 40 y los 50 años, los períodos menstruales pueden pasar a ser más largos o más cortos, más o menos intensos y más o menos frecuentes hasta que finalmente -en promedio a los 51 años— los ovarios dejan de producir óvulos y se acaban los períodos.

Otro motivo de la llegada de la menopausia es la insuficiencia ovárica prematura. Muy pocas mujeres experimentan la menopausia antes de los 40 años, pero cuando sucede puede deberse a factores genéticos o a una enfermedad autoinmunitaria.

Asimismo, por la histerectomía. Por lo general, la histerectomía mediante la cual se extirpa el útero, pero no los ovarios, no provoca la menopausia de inmediato. A pesar del fin de los períodos menstruales, los ovarios todavía liberan óvulos y producen tanto estrógeno como progesterona. Sin embargo, la cirugía mediante la cual se extirpan tanto el útero como los ovarios provoca la menopausia de inmediato. Los cambios hormonales ocurren de forma abrupta en lugar de demorar varios años.

También la quimioterapia y radioterapia pueden inducir la menopausia. La interrupción de la menstruación (y de la fecundidad) no siempre es permanente después de la quimioterapia, por lo que se puede seguir utilizando medidas para el control de la natalidad.

Deterioro cognitivo

Ofir Picazo, científico del Instituto Politécnico Nacional (IPN) de México, afirmó esta misma semana que la disminución de estrógenos en la menopausia puede producir deterioro cognitivo.

El especialista, que estudia desde hace varios años diversos aspectos de esta etapa, detalló que diversas investigaciones demuestran que los estrógenos ayudan a evitar la aparición de demencias como el Alzheimer.

Por ello, dijo que "es conveniente considerar el reemplazo estrogénico para evitar estos desajustes y prevenir que las neuronas queden desprotegidas".

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Según dio cuenta la delegación de la Agencia EFE en Méxio, Picazo señaló que cuando los estrógenos se presentan en pocas cantidades se sintetizan en el sistema nervioso central, lo que puede producir el deterioro cognitivo.

Terapia hormonal tras última menstruación

Recomendó por ello que la terapia hormonal se inicie rápidamente, lo más cercana a la fecha de la última menstruación.

De no ser así, advirtió, las neuronas y los vasos sanguíneos ya no responderán de la misma manera, y en vez de proteger pueden provocar efectos adversos.

"El tratamiento debe ser personalizado y con estricto control, porque pueden aparecer más desventajas que ventajas; es decir, el abuso o administración inadecuada de estrógenos puede conducir al desarrollo de cáncer (de mama principalmente) y problemas de circulación (producción de trombos)", indicó.

Explicó que en la etapa reproductiva la progesterona y los estrógenos ayudan a proteger a las neuronas de agentes tóxicos internos y externos, pero cuando llega la menopausia y se termina esa fuente de estrógenos solo queda disponible en el organismo la pequeña cantidad que se sintetiza en el cerebro.

Esta cantidad "es insuficiente para proteger a las neuronas, así que nos enfocamos a estudiar esa circunstancia para ofrecer alternativas a quienes atraviesan por ella", apuntó.

Importancia de la lectura y la escritura, el deporte

Los experimentos realizados por el doctor Picazo comprueban que "el enriquecimiento ambiental" (actividad física e intelectual) repercute en la neurogénesis (producción de nuevas células cerebrales).

Por ello, es importante que las personas que están en la etapa de la menopausia estimulen la lectura, la escritura, el deporte y otras actividades lúdicas que eviten la muerte neuronal y, en los casos que sea necesario, se acompañen de terapia de reemplazo hormonal bajo estricto control médico.

El experto explicó que con la disminución de estrógenos se producen dos proteínas, una es la beta amiloide, que contribuye a la formación de placas neuríticas relacionadas con la pérdida de memoria.

La otra es la tau hiperfosforilada, que atrofia el transporte de neurotransmisores y por lo tanto también genera daño neuronal.

"La idea es evitar la acumulación de esas sustancias tóxicas en el cerebro y favorecer la neurogénesis. El enriquecimiento ambiental en general ayuda a evitar dicha acumulación", expuso el investigador.