SANTO DOMINGO, República Dominicana.- La Comisión Nacional de los Derechos Humanos de El Seibo responsabilizó al director del Concejo Estatal del Azúcar (CEA), Francisco Matos, de la muerte de dos personas y las heridas ocasionadas a otras dos durante un enfrentamiento por el control de unos terrenos que tuvo lugar en esa provincia el pasado domingo 17 de julio.
Según trascendió a través de los medios de comunicación, el conflicto se produjo como consecuencia de una disputa entre el Ingenio Azucarero Porvenir y la Constructora Castelar, generada porque el CEA habría arrendado el mismo territorio a las dos empresas.
En el hecho, ocurrido en el Batey Gueral, de Mata de Palma, murió Orlando De los Santos Santana, de 31 años, y Alexis Cayetano (Kiko), de 45 años; mientras los heridos fueron identificados como Orlando Ramírez, un ex sargento de la Policía que habría recibido cuatro balazos, y un hombre sólo identificado como Felipe y conocido como El Gago.
José Guzmán, presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos en esa provincia, afirmó que situaciones de este tipo se podían predecir debido a los líos generados en la zona por la irresponsabilidad del director del CEA.
“Francisco Matos, al disponer enajenar de forma ilegal y oscura las tierras del Estado lo convierte en el principal culpable de los dos muertos de ayer en el batey Guaral del Paraje Alemán, Sección de Mata de Palma de El Seibo. …Este funcionario ahora trata de distorsionar la verdad de lo ocurrido usando métodos de denuncia que dan pena y vergüenza. Los muertos y heridos fueron carnes de cañón de las diabluras del director del CEA, el cual ha ido a esa Institución con fines muy contrarios al interés nacional”, afirmó Guzmán.
"Este funcionario ahora trata de distorsionar la verdad de lo ocurrido usando métodos de denuncia que dan pena y vergüenza"
Agregó que el presidente Leonel Fernández debe destituir a Francisco Matos y exigir que se investiguen las causas que provocaron la muerte de dos personas y por las que dos más resultaron heridas.
“Todo lo ocurrido era previsible, lo habíamos advertido y por eso dijimos al momento de presentarnos minutos después de ocurrir el sangriento hecho que era la crónica de una muerte anunciada”, dijo.
Denunció también que los grupos en disputas venían teniendo intensas confrontaciones desde hacía varias semanas y que, de hecho, una de ellas tuvo lugar el jueves 14 de este mes y hasta fue transmitido por la televisión local.
De todos estos enfrentamientos, según explica, estaba enterado el Ministerio Público de la provincia de San Pedro de Macorís.