SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Desde la época de los indígenas, los monarcas y hasta en la edad de piedra ha existido el uso de las drogas, como un tranquilizante, por motivos medicinales o simplemente como una forma de alegrarse el día.

Según estudios, en países de Centro América se encontraron, en cuevas y lugares donde habitaron los aborígenes, rastros del uso de estas sustancias narcóticas.

“Desde hace 3 mil o 4 mil años la gente consume coca, marihuana u otras sustancias. Siempre han estado en la sociedad y hace pocos años es que se han convertido en un problema mayor, pero el problema no son las drogas, somos nosotros, las sociedades”, manifestó el director de Casa Abierta, que ofrece asistencia social privada a aquellos que consumen estupefacientes.

uan Radamés de la Rosa, director de Casa Abierta, dijo que la guerra contra las drogas ha sido un fracaso.

“Las drogas son un problema de la sociedad, pero las medidas que estamos usando para combatirlas son peores”, resaltó.

En la actualidad países de Europa como Portugal y España; del continente Americano entre ellos Estados Unidos -en algunos estados-, Honduras y Uruguay han  despenalizado o legalizado total o parcialmente las drogas.

“La Ley dominicana es una Ley draconiana, absurda y ridícula que hace tiempo debió desaparecer porque es prácticamente represiva, no hay materia preventiva ni educativa en cuanto a las drogas”

La República de Uruguay despenalizó el uso de la marihuana hace años, es decir descriminalizó el consumo lo que evita el encarcelamiento de los usuarios de esta sustancia.

El día 10 del presente mes Uruguay se convirtió en el primer país del mundo en legalizar completamente la producción y la venta de marihuana.

El Proyecto de Ley sobre Control y Regulación de la Marihuana y sus Derivados fue planteado originalmente en junio de 2012 por el presidente del país, el exguerrillero de 78 años José Mujica, como una revolucionaria forma de combatir al narcotráfico.

¿En que beneficia la despenalización o legalización de las drogas?

El psiquiatra Secundino Palacios deploró el hecho y resaltó que la marihuana es una droga que sirve como puerta de entrada a otras, lo que es poner en manos de los más vulnerables del mundo que son los adolescentes otras sustancias tóxicas que destruyen sus cerebros.

“¿Qué vamos a encontrar en estos muchachos que comienzan a usar marihuana a los 14 años? primero no se quedan en marihuana, de marihuana se pasan a cocaína, heroína y a otras drogas fuertes;  y segundo con diez o doce años de uso tú le mandas a hacer una tomografía computarizada y el reporte va a ser una atrofia de la corteza cerebral, descuido en su higiene personal  y víctimas propensas a los grupos al margen de la Ley”, especificó Palacios.

Sin embargo, De la Rosa señaló que un daño mayor es apresar a un joven porque lleve consigo un cigarro de marihuana, debido a que está en una fase recreativa.

“A ese muchacho le corresponde de 6 meses a 2 años de prisión, allí va a tener toda una escuela para aprender el delito, el consumo, va a salir con una frustración por los abusos que se cometen allí dentro con la carne fresca que entra y más con los jóvenes”, aseveró.

En la República Dominicana el 61 por ciento de las personas apresadas por la Policía Nacional o la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), poseen relación con los narcóticos.

“Posiblemente estamos hablando que el 80 o el 90 por ciento de este 61 que la Policía o la DNCD apresan, son simples consumidores, ¿Por qué deben ir presos si son consumidores?”, indicó De la Rosa.

“La Ley dominicana es una Ley draconiana, absurda y ridícula que hace tiempo debió desaparecer porque es prácticamente represiva, no hay materia preventiva ni educativa en cuanto a las drogas”, apuntó.

Manifestó que muchos consumidores de narcóticos los abandonan tiempo después y no todos se convierten en adictos, debido a que solo los utilizan para recrearse.

La marihuana se considera una droga alucinógena, con la capacidad para alterar la percepción. Sus ingredientes activos proceden de las resinas de una planta llamada Cannabis Sativa, y la preparación de esta conlleva dejar secar las hojas del vegetal y luego fumarlas.

Palacios indicó que estos son estimulantes que producen una agitación, reduce las horas del sueño, causan palpitaciones, resequedad de la mucosa y dilatación pupilar.

Los expertos coincidieron en que existen drogas legalizadas y al alcance de cualquier persona, que afecta en mayor grado al ser humano.

Refirieron las bebidas energizantes que contienen LCD, metanfetaminas y  anfetaminas, que son estimulantes corticales con extractos de cafeína.

“Todas esas drogas, muchas de las cuales se consiguen en los colmados, son una mentira porque lo que da energía son las proteínas, los lípidos y los carbohidratos, los alimentos”, explicó Secundino.

¿Legales o ilegales?

Por cada persona que muere por consumo de cocaína, marihuana u otras sustancias narcóticas ilegales, mueren 30 por alcohol y tabaco, según los expertos.

El tabaco produce el 8% de las muertes en el mundo cada año y el alcohol el 4 por ciento, en total es un 12%.

“¿Usted sabe que por ciento producen las otras drogas ilegales en el mundo cada año? 0.04%, ni siquiera el 1%”, aseguró el director de Casa Abierta.

Explicó que las drogas ilegales poseen una mayor “mala fama” que el daño que producen, “Yo creo que cualquier estrategia que sea parte de las guerras contra las drogas hay que darle oportunidad de que funcione, porque l actual guerra contra las drogas no está nada bien”.

Palacios, aunque asintió lo dicho por De la Rosa, insistió en los daños que trae consigo el consumo de las actuales drogas ilegales.

“Tomarlo con esa alegría y ligereza en países como el nuestro con un cuarto de básica como promedio, donde hay grandes niveles de exclusión social, de marginalidad, de desamparos, de hogares rotos, de niños sin padres ni madres, es inconcebible”, subrayó.

El abuso de drogas es un problema social y de salud pública; sin embargo, en República Dominicana, a diferencia de España que posee más 1500 lugares de asistencia social para adictos, no se cuentan con hospitales estatales donde les ofrezcan atención a estas personas.