SANTO DOMINGO, República Dominicana.-En la República Dominicana cursar una carrera universitaria cuesta de 200 mil a 800 mil pesos, sólo por concepto de matriculación, sin incluir libros y otros insumos didácticos, ni la transportación y otros servicios que requiere un estudiante.
Asimismo, apenas 30 de cada 100 estudiantes dominicanos que han cursado el bachillerato tienen el privilegio de matricularse en una universidad, un nivel muy por debajo de las necesidades del país para avanzar hacia el desarrollo.
Los datos fueron ofrecidos por Roberto Rodríguez Estrella, presidente de la Fundación Dominicana de Crédito Educativo (FUNDAPEC).
“Este nivel de acceso es clasificado como ‘acceso de minorías’ por expertos en la temática, como lo es Claudio Rama, en razón de que los países desarrollados pasaron hace tiempo la barrera del 50% y algunos ya están cercanos a la ‘universalización de la educación superior’. Para avanzar en las metas de cobertura se necesitan recursos”, precisó.
Al pronunciar un discurso con motivo del aniversario 44 de FUNDAPEC, Rodríguez Estrella resaltó que en estos momentos los retos de la República Dominicana son: 1-El necesario aumento de la cobertura de la educación superior 2-Sustanciales mejoras en la calidad para reducir las brechas con relación a los países desarrollados, 3-Sustanciales aumentos en la inversión en investigación e innovación, 4-Globalización de las economías y, como consecuencia, internacionalización de la educación superior, lo cual conlleva la necesidad de formar más profesionales en el exterior.
“Para todo esto se necesita recursos. En estos tiempos los dominicanos debemos convencernos de que, primero, la calidad de la educación es fundamental y es rentable y, segundo, que cuesta”, observó.
Sostuvo que las exigencias de mejoría que está haciendo el Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología están obligando a muchas universidades a hacer fuertes inversiones. Esto también se reflejará en los costos y traerá alzas para los estudiantes.
“No podemos afirmar que la educación superior en el país sea cara, sin embargo, dadas las condiciones económicas de una gran parte de la población, resulta de difícil acceso y lo será más en la medida en que las exigencias de calidad obliguen al alza de las matrículas y otros gastos educativos. En este momento el costo de una carrera de licenciatura en el país oscila entre los 200 y los 800 mil pesos, sólo la matrícula”, precisó.
Afirmó que el país necesita más estudiantes a tiempo completo, porque el estudiante a tiempo parcial, que comparte sus estudios con uno o más trabajos tiene el mérito formarlo con esfuerzo, independiente y solidario con su familia, pero también afecta sensiblemente la calidad, sobre todo en los primeros años de la carrera; además de que alarga los periodos de estudios y congestiona las universidades en el horario de la noche.
“Los bajos salarios en el período de estudios no contribuyen tampoco a resolver el problema, porque muchos estudiantes apenas ganan para pagar la matrícula, pero no alcanzan a cubrir los crecientes costos de sostenimiento, transporte y material de estudios”, indicó. A continuación el discurso del presidente de UNAPEC:
Panel situación de la educación superior en República Dominicana, retos y fuentes de financiamiento: Fundapec y su contribución al financiamiento de la educación superior
Roberto Rodriguez Estrella, Presidente de FUNDAPEC
Hace hoy 44 años que Acción Pro Educación y Cultura-APEC- creó la Fundación de Crédito Educativo. Ya para esa época, ese grupo de visionarios mostró una alta conciencia de la importancia que tiene el financiamiento en el desarrollo de la educación superior y dedicó mucho tiempo de sus vidas para crear y fortalecer esta institución. El país, recién liberado de la dictadura, estaba apenas en sus primeros años de desarrollo de este sistema, con poco más de 8,000 estudiantes universitarios y 4 instituciones educativas. Desde el principio, esta Fundación fue creada con la misión de financiar a los estudiantes y profesores dominicanos, sin distinción del centro de estudio o lugar, pero siempre centrada en ayudar a los talentos con limitaciones financieras y en el impulso de las carreras prioritarias para el desarrollo del país.
En ese tiempo, los costos de la educación eran bajos, pero los recursos también eran escasos y, lo más importante, la carencia de personal calificado en la mayoría de las áreas del conocimiento era una limitante que algunos de esos centros de estudios tuvieron que enfrentar trayendo profesores del exterior. Varias instituciones del Estado, como el Banco Central, la Corporación de Fomento Industrial, el Banco Agrícola, entre otras, enviaron personal al exterior a formarse aceleradamente para poder atender las necesidades de crecimiento que los nuevos tiempos le planteaban.
La Fundación de Crédito Educativo comenzó con un pequeño capital aportado por APEC y una cartera de poco más de un millón de pesos que le traspasó la Secretaria de Estado de Educación, integrada fundamentalmente por préstamos otorgados en el Gobierno del Profesor Juan Bosch para cursar estudios en el exterior.
Un análisis de la historia de FUNDAPEC muestra que esta institución ha sabido, en las diferentes etapas del país y aun dentro de sus limitaciones financieras, cumplir con la misión para la que nació. Una parte importante de los docentes y líderes educativos que se integraron a las universidades en las pasadas décadas y crearon el sistema educativo que hoy tenemos, se formó en el exterior con crédito educativo de FUNDAPEC.
Entre los años setenta y los ochenta, con un fuerte apoyo financiero de la Agencia Para el Desarrollo Internacional de los Estados Unidos-USAID- y de otras instituciones del exterior, del Estado Dominicano y del empresariado, FUNDAPEC extiende su cobertura de financiamiento a una diversidad de áreas, tales como estudios de cooperativismo, formación de docentes, investigación sobre necesidades de recursos humanos, creación de fondos para la capacitación del personal de las empresas, Programa de Desarrollo de los Recursos Humanos, instalación de centros de cómputos, Programas de Créditos Estudiantiles Latinoamericanos (LACII), Programa de la Iniciativa Presidencial para Entrenamiento en las Islas del Caribe (PTIIC), Programa de becas condicionadas con el Secretariado Técnico de la Presidencia, Proyecto de Becas para el Desarrollo (DETRA) en conjunto con el Consejo Nacional de la Empresa Privada (CONEP).
Sin ánimo de exagerar nuestra participación, es justo reconocer que todos estos programas desarrollados por FUNDAPEC jugaron un papel estelar en el desarrollo de los recursos humanos en el país y tuvieron su impacto en las empresas dominicanas, en el sector gubernamental y en la docencia universitaria, en momentos en que el país atravesaba por las crisis que caracterizaron las economías de todo el continente.
Las crecientes demandas de recursos indujeron a FUNDAPEC a negociar un préstamo de 20 millones de dólares con el Banco Interamericano de Desarrollo-BID-, el cual inició en el 1990, con el propósito de desarrollar un Programa de Fortalecimiento de la Educación Técnico Vocacional en la República Dominicana. Más de 5 mil profesionales y técnicos se formaron con los recursos iniciales de este préstamo, que hasta la fecha se reproduce en la cartera de FUNDAPEC. Además, 55 instituciones educativas transformaron su infraestructura física, modernizaron sus equipos y laboratorios, capacitaron su personal y ampliaron su oferta curricular con recursos de ese Programa.
Con una cooperación técnica no reembolsable del BID, se realizaron numerosas investigaciones y se contrataron asesores del exterior que trabajaron con las instituciones rectoras y ejecutoras de la educación técnica y superior, produciendo una sinergia de voluntades y esfuerzos para ejecutar lo que en su momento fue uno de los programas de mayor impacto en el sistema.
En los años que van de este siglo FUNDAPEC, además de los estudios de grado y técnico, ha apoyado fuertemente el notable resurgimiento de las maestrías y doctorados en el exterior y en el país, incluyendo a estudiantes que reciben becas parciales y que necesitan recursos complementarios para los gastos de sostenimiento, pasajes aéreos y otros.
Es importante señalar que, en estos momentos, los costos de los estudios en el exterior consumen grandes cantidades de recursos. Con el cambio de moneda y los costos universitarios y de sostenimiento estamos hablando de sumas respetables.
La inyección de nuevos recursos y el crecimiento de la cartera son retos permanentes y temas constantes en la agenda de FUNDAPEC. Hemos crecido, pero no lo suficiente. Comenzamos en 1967 con una cartera de 1.9 millones de pesos y en estos momentos sobrepasamos los 676 millones de pesos. En este crecimiento influyeron los apoyos de la USAID, del BID y de algunas empresas, pero sobre todo, ha sido el resultado de una cuidadosa administración de la cartera.
EN ESTOS MOMENTOS ¿CUALES RETOS NOS PLANTEAN LOS AÑOS POR VENIR?
Varios factores de los nuevos tiempos nos obligan a un cambio de paradigmas y a un mayor esfuerzo. Algunos de los retos actuales han sido mencionados por los distinguidos panelistas que me antecedieron en la palabra, entre éstos se destacan:
- El necesario aumento de la cobertura de la educación superior
- Sustanciales mejoras en la calidad para reducir las brechas con relación a los países desarrollados.
- Sustanciales aumentos en la inversión en investigación e innovación
- Globalización de las economías y, como consecuencia, internacionalización de la educación superior, lo cual conlleva la necesidad de formar más profesionales en el exterior.
Para todo esto se necesita recursos. En estos tiempos, los dominicanos debemos convencernos de que, primero la calidad de la educación es fundamental y es rentable y, segundo, que cuesta.
El número de estudiantes que accede a la educación superior ha aumentado y tiene que seguir creciendo. Todavía tenemos una cobertura que ronda el 30% de la población en edad universitaria. Este nivel de acceso es clasificado como “acceso de minorías” por expertos en la temática como lo es Claudio Rama, en razón de que los países desarrollados pasaron hace tiempo la barrera del 50% y algunos ya están cercanos a la “universalización de la educación superior”. Para avanzar en las metas de cobertura se necesitan recursos. Específicamente se requiere aumentar la participación del cuarto nivel, que en el país está por debajo del 3% de la matrícula universitaria.
Las exigencias de mejoría que está haciendo el Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología están obligando a muchas universidades a hacer fuertes inversiones. Esto también se reflejará en los costos y traerá alzas para los estudiantes. No podemos afirmar que la educación superior en el país sea cara, sin embargo, dadas las condiciones económicas de una gran parte de la población, resulta de difícil acceso y lo será más en la medida en que las exigencias de calidad obliguen al alza de las matrículas y otros gastos educativos. En este momento el costo de una carrera de licenciatura en el país oscila entre los 200 y los 800 mil pesos, sólo la matrícula.
El país necesita más estudiantes a tiempo completo. Una de las ventajas que aporta el crédito educativo es la posibilidad de una mayor dedicación a los estudios. El esquema del estudiante a tiempo parcial, que comparte sus estudios con uno o más trabajos tiene sus méritos, porque hace gente esforzada, independiente y solidaria con su familia, pero también afecta sensiblemente la calidad, sobre todo en los primeros años de la carrera; alarga los periodos de estudios y congestiona las universidades en el horario de la noche. Los bajos salarios en el periodo de estudios no contribuyen tampoco a resolver el problema, porque muchos estudiantes apenas ganan para pagar la matrícula, pero no alcanzan a cubrir los crecientes costos de sostenimiento, transporte y material de estudios.
¿DE DONDE SALDRAN LOS RECURSOS PARA ENFRENTAR ESTOS RETOS?
Existen diversas fuentes. El crédito educativo es una de ellas, no es la panacea, no es toda la solución, pero es un mecanismo muy eficiente probado en muchos países. El esquema que tenemos en el país es totalmente privado. Algunas universidades tienen sus propios programas de crédito y FUNDAPEC tiene una cartera propia que en estos momentos resulta insuficiente para enfrentar las demandas reales y potenciales.
En otros países del continente, como son los casos de Estados Unidos, Colombia, Costa Rica, Venezuela, México, Ecuador, entre otros, el Estado tiene una intervención importante en el aporte de recursos para crédito educativo. Aquí sólo la tuvo, como ya señalamos antes, en el Gobierno de Juan Bosch en 1963. En países como Chile y Colombia han pasado ya a un esquema en el que las instituciones de crédito educativo se han convertido en entidades de segundo piso, con una fuerte inyección de recursos avalados por el Estado.
En estos momentos, es muy difícil que en el país se pueda lograr que el Estado invierta la cantidad de recursos que se necesitan en educación superior, porque los niveles inicial, básico y secundario tienen muchas demandas acumuladas. Sin embargo, dentro de estas limitaciones, debemos esperar que se incluyan en el presupuesto nacional los fondos para crédito educativo que están contemplados en la Ley de Educación Superior, Ciencia y Tecnología y en el Plan Decenal de Educación 2008-2018.
El Proyecto de Ley de Estrategia Nacional de Desarrollo también contempla “fortalecer mecanismos que garanticen la igualdad de oportunidades entre los distintos grupos poblacionales en el acceso y permanencia a la educación superior, a través de créditos educativos y becas”. Además plantea la necesidad de modificar progresivamente el financiamiento del Estado a la educación superior para transformarlo de financiamiento a la oferta a financiamiento a la demanda.
De todas maneras, el mayor flujo de recursos tiene que venir del sector privado y de mecanismos innovadores. Es por eso que FUNDAPEC se está preparando para entrar en una nueva etapa que le permita recibir recursos frescos y, aun así, estaremos muy lejos de la cobertura necesaria.
Con los actuales costos de la educación se requieren muchos recursos. Por ejemplo, en este año, FUNDAPEC está otorgando créditos por unos 400 millones de pesos y eso alcanza para unos 1600 estudiantes.
La Junta Directiva y el equipo ejecutivo de FUNDAPEC están decididos a responder a los retos que imponen los nuevos tiempos. Para poner a nuestra institución en las mejores condiciones de seguir cumpliendo su misión, estamos recibiendo un importante apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo, BID, a través del FOMIN. Se está realizando una transformación de la institución para hacerla más eficiente y, sobre todo, para ampliar la cobertura del nuestros servicios.
Pero se necesitan cada vez más recursos. Estamos reforzando los contactos con los empresarios para convencerlos de que es productivo invertir en crédito para la capacitación de sus empleados o de poblaciones específicas en su área de influencia, o hacer donaciones para este fin. Varias importantes empresas del país han aportado por décadas fondos a FUNDAPEC, la mayoría para créditos y algunos para becas. Estamos lanzando nuevas iniciativas dirigidas a ese sector, así como a agencias y organismos internacionales.
La inversión en crédito educativo, con una buena administración, no se pierde. En FUNDAPEC damos fe de eso. Hemos creado una cultura de repago que mantiene nuestra cartera con bajísimos niveles de morosidad. Esto indica que los dominicanos sí podemos responder a nuestros compromisos y lograr nuestras metas.
En este 44 Aniversario, a nombre de todos los que, como quien les habla, dedican tiempo extra de sus compromisos personales para dedicarlo a esta causa, porque entendemos que es una importante contribución al país y en nombre de aquellos que trabajan día a día, acogiendo con afecto a todos los estudiantes que tocan nuestra puerta en busca de apoyo, queremos reiterar el compromiso con la causa de la educación, para que ésta mejore, para que el país progrese y sobre todo, para que mas dominicanos y dominicanas vean realizar su sueño de una profesión universitaria y una vida mejor.
23 de mayo del 2011