LONDRES, Inglaterra.- El embajador de la República Dominicana ante el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, Federico Cuello Camilo, afirmó que la condición de Haití como estado fallido, explica la difícil situación bilateral que viven ambos países.

Durante una visita al diario británico The Guardian, Cuello Camilo relató su versión de los pormenores de su discurso y manifestó la necesidad de cambiar el contexto que da la prensa internacional al tema dominico-haitiano, y recomendó al medio poner atención sobre las consecuencias que tiene para los haitianos que su país sea un estado fallido, en especial por la carencia de documentación de sus ciudadanos, falta de educación, acceso a la salud y a empleos.

Cuello recordó al Guardian que las fallas del gobierno haitiano en materia de documentación fueron denunciadas por el recién destituido embajador de ese país en Santo Domingo, Daniel Supplice, mediante declaraciones a la prensa y luego en la carta que envió al presidente haitiano Michel Martelly luego de su destitución, copia de la cual fue depositada en el Guardian en su original en francés y traducción al inglés del diario Haitian Times.

“Dichas fallas evidencian la violación de los derechos humanos consignados en los instrumentos internacionales en la materia, las cuales debilitan cada vez más a ese país, impidiéndole fortalecer su democracia, construir su economía y regirse por el imperio de la ley”, aseveró el emisario dominicano.

Puntualizó, en ese sentido, que los reportajes del Guardian han tomado como referencia la matanza de 1937, lo que tildó como un “hecho abominable que ningún dominicano reivindica”, lo que aseguró, nada tienen que ver con la crisis que vive el vecino país.

Señaló que dicha relación deja de lado que han sido las propias políticas haitianas las responsables de la crisis que vive ese país, lo que impulsa la migración de sus residentes hacia otros países de la región, lo que resulta insostenible para las naciones que reciben la referida migración.

Advirtió que de continuar esta situación, República Dominicana seguirá sufriendo las consecuencias: deforestación—por la tala ilegal para producir carbón de leña y exportarlo a Haití—, exceso de demanda de servicios de salud—14 % del gasto cubre las demandas haitianas— y de educación, por encima de nuestra capacidad para asumir sin costo alguno las demandas haitianas de dichos servicios.

Plan de regularización

En lo referente al Plan Nacional de Regularización de Emigrantes (PNRE), explicó que el presidente Danilo Medina construyó el consenso detrás de la respuesta política dada a la sentencia 168-13 del Tribunal Constitucional, la cual niega la nacionalidad a las personas nacidas en el territorio dominicano, cuyos padres se encontraban en estatus irregular desde 1929.

Añadió que la contribución de la mano de obra haitiana a la economía dominicana podrá ser aún mayor, pues 74 % de los inmigrantes en condición irregular contará con documentos, luego de aplicado el plan de regularización y de ejecutar la Ley 169-14, pudiendo exigir en lo adelante condiciones laborales adecuadas y contribuyendo a elevar el nivel de vida de todos, dominicanos y extranjeros.

Indicó que el referido plan – de acceso gratuito – tuvo un costo de 45 millones de dólares, y enfatizó que con este, unas 370 mil personas podrán regularizar su estatus.

“Las cifras de la OIT son claras: el crecimiento vertiginoso de nuestra productividad laboral no está elevando los salarios reales. Esto sólo se explica por la competencia desleal que hasta ahora representaba la mano de obra de inmigrantes en condición irregular.  De ahora en adelante, sólo inmigrantes documentados podrán trabajar en la República Dominicana, país abierto en el que incluso se aceptará el regreso de aquellos que se han dejado el país voluntariamente, una vez obtengan en Haití la documentación que no les dieron en sus consulados”.

En cuanto a si el proceso de regularización de extranjeros está generando una crisis humanitaria en Haití, Cuello Camilo recordó que tanto los embajadores estadounidenses como canadienses en Haití y República Dominicana constataron mediante visitas separadas a la frontera que dicha crisis no existe.

“Hay crisis humanitaria cuando las vidas de las personas están en riesgo. Ese no es el caso de la frontera domínico-haitiana. Incluso la misión de la OEA fue incapaz de encontrar crisis alguna. Es claro, sin embargo, que la OEA quedó descalificada como interlocutor entre nuestros países, no sólo por las desacertadas declaraciones de su Secretario General, sino por haber producido un informe carente de coherencia entre sus constataciones y sus recomendaciones”, expresó el Embajador Cuello Camilo al transmitir la posición oficial sobre el reporte de la OEA.

Reiteró que ambos países tienen el derecho recíproco de repatriar a los inmigrantes en condición irregular desde sus respectivos territorios, en virtud del Tratado de Washington de 1938 y su Modus Operandi de 1939.

“Sin embargo, el presidente Danilo Medina asumió total moderación hasta tanto se diseñaran y ejecutaran las medidas de política que están resolviendo la situación, por lo menos del lado dominicano de la frontera”, añadió.

Sentenció que nadie ha dado crédito a la moderación del gobierno dominicano en el tema de las repatriaciones, pese a haber incluso extendido indefinidamente el plazo para la regularización, después del primero de agosto pasado.

Federico Cuello Camilo fue entrevistado por los señores Jamie Wilson, Jefe de Noticias Internacionales del Guardian y Sam Jones, Corresponsal para el Desarrollo Global, así como por la Señora Lucy Lamble, Editora sobre Desarrollo Global de dicho periódico.  Estuvo acompañado en la entrevista de Chris Bennett, Director Ejecutivo del Caribbean Council y de Gustavo Sosa, Ministro Consejero de la Embajada Dominicana.