La Habana, (EFE).- Cuba despertó hoy aliviada por la salida del huracán Irma de su territorio tras barrer durante dos días la costa norte de la isla y comienza ahora a evaluar los serios daños causados por el ciclón, especialmente en áreas turísticas y en La Habana, donde su furia anegó el Malecón y varios barrios.

El número de evacuados en el país caribeño se eleva ya a 1,7 millones de personas, muchas de las cuales aún permanecen en albergues y casas de familiares a la espera de que el nivel de las aguas disminuya para poder regresar a sus hogares, si es que siguen en pie o no hay riesgo de derrumbe.

Hasta el momento las autoridades no han reportado muertos ni heridos y declararon hoy la fase de recuperación para todas las provincias que estaban en estado de alarma ciclónica -13 de 15-.

A medida que se han restablecido tímidamente algunas comunicaciones han ido aflorando en los medios estatales y las redes sociales fotografías de la devastación dejada por el paso de Irma, que durante el viernes y el sábado castigó el litoral norte de Cuba de este a oeste como feroz huracán de fuerza 4.

Grandes áreas del país siguen aún sin luz porque el sistema eléctrico del país "ha colapsado totalmente" y las zonas que sufrieron inundaciones tampoco tienen agua corriente.

En La Habana la jornada dejó algunas de las estampas más impresionantes, con su célebre Malecón completamente cubierto por el mar, cuyas aguas llegaron casi 300 metros tierra adentro, anegando calles y viviendas y obligando a las personas a desplazarse con el agua hasta la cintura y en algunos casos a nado.

En barrios del oeste como Jaimanitas y Santa Fe el huracán derribó viviendas y dejó toneladas de arena y residuos.

Según las últimas cifras en la capital hay 106.000 personas evacuadas en albergues y otras 6.000 alojadas en casas de familiares o amigos.

A pesar del fuerte azote del mar en La Habana, las costas de las provincias orientales de Holguín, Las Tunas y Camagüey; las centrales de Ciego de Ávila y Villa Clara; y las occidentales de Matanzas y Mayabeque han recibido la peor parte del ciclón.

En todas ellas ha dejado un rastro de toneladas de escombros, viviendas e infraestructuras destruidas, centenarios árboles arrancados de cuajo y postes de comunicaciones derribados.

Pero ha sido en los cayos de la costa norte, una de las principales zonas turísticas del país, donde Irma se cebó con Cuba y provocó algunos de los destrozos más importantes, sobre todo en la infraestructura hotelera y los dos "pedraplenes" que unen estos islotes con tierra firme.

El aeropuerto internacional de Jardines del Rey quedó destrozado, según se aprecia en fotografías difundidas por el digital del diario Granma, y la planta hotelera de Cayo Coco, Cayo Santa María y Cayo Guillermo también sufrió cuantiosos daños.

En los "pedraplenes" resultaron dañados puentes de suministro, tuberías y conexiones de fibra de vidrio, pero ya hay brigadas reparándolos para reabrirlos lo antes posible.

Aunque el huracán también pasó muy cerca de Varadero (Matanzas), el principal balneario turístico de Cuba, los daños son menores de lo esperado y las 18.000 personas allí alojadas procuraron con humor que Irma no les aguara las vacaciones, según constató Efe.

El turismo es la segunda fuente de ingreso de divisas a la economía cubana, solo por detrás de la exportación de servicios profesionales, por lo que la devastación de estos polos de sol y playa supone un duro golpe para la economía del país.

Algunas de las principales cadenas hoteleras españolas, entre ellas Meliá e Iberostar, tienen intereses en los cayos de Cuba, donde gestionan establecimientos en régimen de empresas mixtas.

El aeropuerto internacional José Martí de La Habana no operará hasta el mediodía del martes.

El presidente cubano, Raúl Castro, ordenó dar prioridad a las labores para devolver el suministro eléctrico a las amplias zonas afectadas para "reducir el tiempo de afectación eléctrica de la población y los centros vitales de la economía".

Y a pesar de que Irma está cada vez más lejos de la isla, el Instituto de Meteorología reafirmó en su último aviso que en las próximas horas persistirán las inundaciones costeras en las regiones occidental y central, incluida La Habana, donde las olas pueden alcanzar los ocho metros.

La Defensa Civil pidió a la población que se mantenga informada, no transite por zonas inundadas ni toque cables caídos y que permanezca en los centros de evacuación y no regrese a sus viviendas hasta no recibir esa indicación.

Está previsto que las universidades reanuden las clases el próximo martes y los colegios lo harán cuando los evacuados en sus instalaciones puedan regresar a sus casas.

Tras su feroz recorrido por las islas del Caribe, el huracán Irma avanza hoy por la costa oeste de Florida (EE.UU) hacia el norte, ya reducido a categoría 2. EFE