Ginebra, Suiza, 20 feb (EFE).- Las muertes de recién nacidos siguen siendo "alarmantemente elevadas" a escala mundial, sobre todo en los países más pobres, advirtió el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en un informe.

En el mundo fallecen cada año 2,6 millones de bebés antes de cumplir el mes y un millón muere el mismo día de su nacimiento, mientras que otros 2,6 millones nacen sin vida.

Según el texto de Unicef sobre mortalidad neonatal, más del 80 % de los fallecimientos de recién nacidos es resultado de nacimientos prematuros y complicaciones durante el parto, así como sepsis e infecciones de meningitis y neumonía.

La causa principal de bebés que nacen muertos son las complicaciones durante el parto.

Los bebés nacidos en Japón, Islandia y Singapur tienen las mayores posibilidades de sobrevivir, mientras que las más bajas recaen en Pakistán, la República Centroafricana y Afganistán.

"Dado que la mayoría de estas muertes se pueden prevenir, está claro que no estamos cumpliendo con los bebés más pobres del mundo", lamentó

En España fallecen de media uno de cada 500 recién nacidos, una proporción que lo sitúa entre los veinte países con las menores tasas de mortalidad infantil.

Entre los Estados latinoamericanos y caribeños la mejor nota es para Cuba, donde mueren uno de cada 417 bebés, y la peor para Haití, donde fallece uno de cada 41 recién nacidos, seguido de la República Dominicana (uno de cada 48) y Bolivia (uno de cada 53).

A nivel mundial, en los países de bajos ingresos la tasa media de mortalidad neonatal es de 27 por cada mil nacimientos, mientras que en los de ingresos altos se sitúa en 3 por cada mil, según el estudio de Unicef.

Así, los recién nacidos de los lugares más peligrosos para dar a luz tienen hasta 50 veces más probabilidades de morir que aquellos que nacen en los lugares más seguros.

"Hemos reducido a más de la mitad el número de muertes de niños menores de cinco años en el último cuarto de siglo, pero no hemos progresado de manera similar a la hora de acabar con las muertes de los menores de un mes", indicó en un comunicado la directora ejecutiva de Unicef, Henrietta Fore.

"Dado que la mayoría de estas muertes se pueden prevenir, está claro que no estamos cumpliendo con los bebés más pobres del mundo", lamentó.

Unicef recalca que, si cada país alcanzara una tasa de mortalidad neonatal similar al promedio que se registra en los países de altos ingresos, se podrían salvar 16 millones de vidas hasta 2030.

El informe señala que ocho de los diez lugares más peligrosos para nacer se encuentran en África subsahariana, donde es mucho menos probable que las mujeres embarazadas reciban asistencia durante el parto debido a la pobreza, los conflictos y la fragilidad de las instituciones.

Destaca la falta o escasez de acceso a servicios de maternidad y neonatales en algunos países, lo que tiene una fuerte correlación con las tasas de mortalidad de recién nacidos.

Así, en Somalia, donde se registran 39 muertes por cada mil bebés, solo hay un médico, una enfermera o matrona por cada 10.000 personas.

En comparación, Brasil, un Estado con ingresos medios-altos y una tasa de mortalidad neonatal de 8 de cada mil bebés, tiene 83 miembros del sector sanitario por cada 10.000 personas, y Noruega, con una tasa de 2 de cada mil, cuenta con 218 trabajadores de salud cualificados. EFE