SANTO DOMINGO, República Dominicana.-La tensión cargaba el ambiente. Por tercera ocasión fueron citados acusados y acusadores en un caso de corrupción que ha mantenido en vilo a San Francisco de Macorís, la aguerrida ciudad cabecera de la provincia Duarte.

El alcalde Félix Rodríguez Grullón y dos de sus colaboradores está acusados por la Procuraduría General de la República y la Procuraduría Especial de Persecución de la Corrupción Administrativa (PEPCA), de un desfalco de más de 400 millones de pesos, de los fondos de la Alcaldía de San Francisco de Macorís.

En dos ocasiones se había reenviado la audiencia, entre incidentes y ardides de los abogados defensores y las réplicas de los representantes de la sociedad, los funcionarios del Ministerio Público y los abogados de organizaciones cívicas que se unieron a las autoridades para reclamar castigo para los acusados del gran escándalo de corrupción.

Los ánimos estaban calientes. Ambas partes intercambiaban entre dientes palabras ácidas y descompuestas. El ambiente se tornaba más tenso a cada momento mientras transcurrían los minutos y las horas en el Palacio de Justicia de la provincia Santo Domingo.

Por momentos parecía que la violencia llegaría y que el contingente de la Policía Nacional no iba a poder contener a los leales al alcalde y a los ciudadanos que reclaman cese de la corrupción y de la impunidad en San Francisco de Macorís.

Ambos grupos viajaron desde Macorís del Nordeste, debido a que la causa fue trasladada a la provincia Santo Domingo luego que el alcalde alegara razones de seguridad, pese a que ha continuado en su cargo y no ha salido de San Francisco de Macorís.

Este viernes 20 de marzo, como en las dos ocasiones anteriores, las organizaciones populares que persiguen una condena y los seguidores de Rodríguez, no cesaban de tirarse "puyas", y no faltaron las palabras obscenas. La Policía, siempre vigilante, se mantenía en alerta para evitar que la violencia aflorara.

“Qué bueno que ese juicio (la audiencia preliminar del caso Félix Rodríguez) se realiza aquí en Santo Domingo. Si fuera allá, en San Francisco de Macorís, hace rato se estuviera peleando, hasta muerto hubieran”, comentó un joven conocido como Pablo, un francomacorisano que se encontraba en el colmado Minaya, observando la situación con disimulo.

Dijo que tanto los miembros de los grupos populares como los que apoyan al alcalde francomacorisano se conocen, pero que este caso genera muchas pasiones, y algunas personas pueden perder el control.

Los primeros que llegaron al entorno del Palacio de Justicia de la provincia Santo Domingo, fueron los grupos populares que llegaron a las 8:07 de la mañana, en un minibús, donado por la presidencia de la República a los estudiantes de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) recinto San Francisco de Macorís, quienes se desmontaron con sus pancartas reclamando castigo para los corruptos.

A las 8:17 llegaron los vecinos francomacorisano que apoyan al alcalde Félix Rodríguez, también con sus carteles con lemas a favor del funcionario y dirigente del PLD acusado de corrupción.

Ambos grupos ocuparon el bulevar central de la avenida Charles De Gaulle, y de inmediato comenzaron a corear consignas a favor y en contra del sindico de SFM.

En el parqueo del Palacio de Justicia, a las 8:32, hizo presencia el alcalde francomacorisano, acompañado de 10 de sus más cercano colaboradores.

“Mis ánimos están excelentes y espero que se haga justicia, vamos a demostrar nuestra inocencia, demostrar que somos un hombre serio, responsable y trabajador, que lo único que queremos es trabajar por el bienestar de San Francisco de Macorís y su desarrollo”, fueron las primeras palabras del alcalde.

Previo a su llegada a la audiencia, sus seguidores lanzaron improperios verbales contra los abogados que lo acusan de corrupto.

El abogado Silvestre Abreu Gómez, presidente del Consejo de Defensa del Patrimonio Institucional Municipal, que juntos a otros abogados privados y a los representantes del Ministerio Público se encontraba en la ante sala del tribunal donde se celebraría la audiencia, fue agredido verbalmente. Al  sentirse amenazado, Abreu Gómez, abogado y veterano activista cívico francomacorisano, reclamó protección a la Policía Nacional.

“Quiero seguridad para mí y los demás abogados”, expresó a un teniente de la uniformada.En seguida el oficial pidió cuatro agentes y les ordenó que sacara del lugar a las personas que vociferaban contra Abreu Gómez.

Esa situación degeneró enfrentamiento entre los ciudadanos que se encontraban en ese recinto en asunto particulares, que no guardaban relación con el caso Félix Rodríguez, y que protestaron porque los obligaron a salir.

La calma reinó de pronto en la  ante sala del tribunal y en la sala de audiencia.

Poco después llegó el alcalde acompañado de sus seguidores, quienes de inmediato lo ovacionaron y corearon consignas a su favor.

“¡Félix sin ti, se hunde Macorís!”, “¡Félix sin ti, se hunde Macorís!”, gritaban una y otra vez, hasta que la seguridad del recinto judicial les ordenó que hicieran silencio.

El edil agradeció el gesto de sus seguidores. Luego, entre sonrisas y abrazos, como si se tratara de un mitin político, saludó con besos y abrazos a la mayoría de sus leales presentes en el tribunal.

A las 10:30 comenzó la audiencia. Afuer los grupos seguían lanzándose epítetos. Al final, el sol y el calor les redujeron los ánimos y les obligaron a guarecerse bajo cualquier sombre, agotados, arrastrando las pancartas y en silencio.

Aunque los seguidores del alcalde supuestamente había viajado desde San Francisco de Macorís de manera espontánea, sólo por lealtad, un militar al servicio de la Alcaldía les suplía alimentos y bebidas.

En tanto que los miembros de los grupos populares seguían en “pie de lucha”, sin comidas ni bebidas gratis, reclamando castigo para el alcalde Félix Rodríguez Grullón, dirigente del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), el mismo funcionario que ante la pregunta de una periodista sobre la acusación de corrupción en su contra expresó: "¿Usted me ve cara la ladrón?".