NUEVA YORK, EEUU.- Un estudio publicado en la revista estadounidense JAMA Pediatrics que circuló este lunes confirmó que la gravedad de la enfermedad COVID-19 en bebés y niños en unidades de cuidados intensivos (UCI) "es mucho menor que la documentada en adultos", pero a la vez ratifico que, lamentablemente, algunos enferman "de forma devastadora" cuando presentan enfermedades prexistentes.
El estudio, publicado bajo el nombre "Características y resultados de la infección de niños con enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19) admitida en unidades de cuidados intensivos pediátricos de EEUU y Canadá", analizó entre finales de marzo y principios de abril 48 casos de menores de una edad media de 13 años, 2 de los cuales murieron, 18 necesitaron de un ventilador y 2 de ellos permanecen con aparatos de respiración asistida tras más de un mes.
La gran mayoría (40, incluidos los dos que murieron) tenía afecciones médicas preexistentes y casi la mitad trastornos complejos del desarrollo, como parálisis cerebral o se les había practicado tratamientos como traqueotomías o sondas de alimentación, así como cáncer o sistemas inmunodeprimidos por trasplantes de órganos o afecciones inmunológicas, detalló.
"Los niños tienen mejores resultados que los adultos con COVID-19 grave. Encontramos que la gravedad de la enfermedad en bebés y niños con COVID-19 es mucho menor que la documentada en adultos. La supervivencia general y los resultados de la enfermedad crítica en bebés y niños con COVID-19 en esta serie fueron mucho mejores que los reportados para pacientes adultos", destacó.
La investigación, sin embargo, no ha abordado el misterioso síndrome vinculado al coronavirus del que han alertado las autoridades sanitarias en Nueva York, donde se han registrado al menos 73 casos de niños que han sufrido problemas inflamatorios y cardíacos potencialmente mortales.
Aunque esos casos se han calificado de "poco comunes", el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, subrayó que se están detectando evidencias de que la COVID-19 está causando "enfermedades graves" en niños con síntomas similares a la enfermedad de Kawasaki y a un síndrome parecido a un "shock tóxico".