SANTO DOMINGO, República Dominicana. "El COVID-19 NO está en el aire. El coronavirus se transmite principalmente a través de gotitas generadas cuando una persona infectada tose, estornuda o habla. Para protegerte: mantenerse un metro de distancia de los demás, desinfectar superficies con frecuencia, lavar y frotar sus manos, evita tocar tu ojos, nariz y boca".

Esto lo ha vuelto a reiterar la Organización Mundial de la Salud (OMS), ahora en la publicación desde el domingo último del informe de tres páginas en inglés Modos de transmisión del virus que causa la COVID-19, donde aclara cómo se transmite y cómo no se trasmite este patógeno.

La OMS admite que aún hay muchos estudios en marcha y que los resultados son incipientes, pero que ya se puede asegurar que este coronavirus se puede transmitir a través de gotas de diferentes tamaños (superior a 5 – 10 micras de diámetro se denominan gotitas respiratorias y cuando son menires a 5 µm se llaman núcleos de gotas) y por vías de contacto, como una superficie.

En un análisis de casi 80 mil casos de COVID-19 realizado en China ( el COVID-19 ha matado a 3,300 chinos hasta abril 2020)  no se encontró transmisión por el aire. La transmisión de gotitas ocurre cuando una persona enferma está próxima, a menos de un metro, de otra. Por tanto, está en riesgo de tener sus mucosas (boca y nariz) o conjuntiva del ojo expuesta a las gotitas respiratorias infecciosas.

La transmisión también puede ocurrir a través de fomites (objetos contaminados con el patógeno) en el entorno inmediato alrededor de la persona infectada. Es decir, la transmisión del virus de la COVID-19 puede ocurrir por contacto directo con la persona infectada o indirecto a través de las superficies próximas a ella y los objetos que ha utilizado.

La transferencia aérea es diferente de esa transmisión de gotas, ya que se refiere a la presencia de patógenos dentro del núcleo de las gotas (menores de 5 µm) y que pueden permanecer en el aire durante largos períodos de tiempo y ser transmitidos a distancias mayores de un metro.

Los estudios efectuados hasta ahora determinan que esa transmisión aérea puede ser posible en circunstancias y entornos muy específicos donde se trabaja con procedimientos o tratamientos de soporte: intubación endotraqueal, broncoscopia, succión abierta, administración de tratamiento nebulizado, ventilación manual antes de la intubación, girando al paciente a la posición prono, desconectarlo del ventilador, ventilación no invasiva de presión positiva, traqueotomía y reanimación cardiopulmonar.

Sin evidencias de transmisión fecal-oral

La OMS dice que existe alguna evidencia de que la infección por COVID-19 puede provocar infección intestinal y estar presente en las heces. Sin embargo, hasta la fecha solo un estudio ha cultivado el coronavirus de una sola muestra de heces. No hay informes de transmisión fecal-oral del virus COVID-19 hasta la fecha.

Hallazgos preliminares hay que interpretarlos con mucho cuidado, según la OMS

Algunas publicaciones científicas han proporcionado pruebas iniciales sobre la detección del virus en el aire, pero estos hallazgos preliminares hay que interpretarlos con mucho cuidado, según la OMS. Una publicación reciente en el New England Journal of Medicine sobre la evaluación del tiempo de vida de la COVID-19 en diferentes supeficies reveló que sus autores generaron aerosoles usando un nebulizador de tres chorros y un ‘tambor’ en condiciones controladas de laboratorio.

Esta es una máquina de alta potencia que no refleja las condiciones normales de la tos humana, advierte la OMS. Además, aunque ese estudio señalaba la aparición del coronavirus en partículas de aerosol durante un máximo de tres horas, no refleja un entorno clínico donde se producen aerosoles.

Hay informes de entornos con pacientes con COVID-19 sintomáticos y en los que, por ejemplo, no se detectó este coronavirus en muestras de aire.

Lo cierto es que se requiere de más estudios para determinar si es posible detectar el coronavirus en muestras de aire de habitaciones de pacientes donde no hay procedimientos o tratamientos de apoyo que generen los aerosoles.