TEL AVIV, Israel y LONDRES, Reino Unido.- La empresa israelí Medtronic liberó una de sus patentes y puso a disposición de todas las compañías fabricantes en el mundo las especificaciones del diseño de su respirador Puritan Bennett 560 para que puedan satisfacer su demanda ante la crisis sanitaria del coronavirus. Una decisión que entraña solidaridad por encima del fin de lucro.

El respirador es compacto y ligero, puede usarse tanto en hospitales como en casas, precisamente por ser un diseño compacto, característica que también lo hace ideal para ser portátil.

La compañia aseveró que «reconoce la necesidad aguda de respiradores como dispositivos que salvan vidas en el manejo de infecciones por coronavirus».

Los respiradores, efectivamente, son de vital importancia para aquellos que padecen enfermedades respiratorias graves, pues les sirve como un auxiliar en el tratamiento que les permite respirar mejor. Por lo que en estos momentos son altamente demandados para los pacientes que padecen coronavirus.

«En las últimas semanas, hemos duplicado nuestros respiradores Puritan Bennett 980», señaló la empresa, quien añadió que «al compartir abiertamente la información de diseño de PB 560, esperamos aumentar la producción global de soluciones de alma para la lucha contra el Covid-19».

Oxígeno a los pulmones sin necesidad de utilizar un respirador

Adicionalmente, en Londres se informó que ingenieros británicos y alemanes han conseguido fabricar, en menos de una semana, un dispositivo que permite a los pacientes infectados de coronavirus ser tratados fuera de la unidad de cuidados intensivos (UCI) y sin el uso de un respirador..

Un informe de la University College London (UCL) revela que el aparato, elaborado conjuntamente con Mercedes Formula One, suministra oxígeno a los pulmones sin necesidad de utilizar un respirador.

La nueva máquina funciona de forma similar a los CPAP (dispositivos de presión positiva continua en la vía aérea), que ya se utilizan en los hospitales y para tratar patologías como la apnea del sueño en las casas.

Un paciente que padece apnea del sueño, durante una prueba con el CPAP (Presión continua positiva en la vía aérea superior), una máscara que se coloca en la nariz que recoge el aire del ambiente y lo introduce en la cavidad nasal a determinada presión para así evitar que la garganta se colapse.

Se trata de una máscara facial que suministra un flujo constante de aire y oxígeno en la boca y la nariz del enfermo.

Al hacerlo con presión, los pulmones permanecen abiertos y así aumenta la cantidad de oxígeno que ingresa en ellos, reduciendo el esfuerzo del paciente para respirar.

La Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios del Reino Unido ya ha dado el visto bueno al aparato, por lo que se han entregado cuarenta de ellos al University College Hospital y a otros tres centros hospitalarios de Londres.

Si su uso resulta efectivo, Mercedes ya ha anunciado que puede producir hasta mil unidades al día en cuestión de una semana.

La profesora Rebecca Shipley, directora del Instituto de Ingeniería de Salud de la UCL, explicó que en condiciones normales, desarrollar una máquina de estas características "llevaría años", pero la urgencia para combatir la actual crisis sanitaria ha hecho que se desarrolle en días.

"Pusimos la mirada en un dispositivo simple que ya existía e hicimos ingeniería inversa para poder ser capaces de producirlos rápidamente y a escala", afirmó Shipley en unas declaraciones a la BBC.

Aplicar ingeniería inversa significa que los expertos desmontaron un dispositivo CPAP sin patente, copiaron y mejoraron el diseño y lo adaptaron para que pudiera ser producido en masa.

Según indicaron los expertos, su uso puede ser clave para aligerar la demanda de respiradores y ayudar a salvar vidas al garantizar que las UCIs se usen solo para los enfermos más graves.

En China, donde se inició la pandemia, y en Italia, el país europeo con más casos registrados, los CPAP ya se usan en el tratamiento del coronavirus.

En concreto, en Lombardía, la región italiana más afectada, aproximadamente el 50 % de los enfermos que fueron tratados con equipos de CPAP no tuvieron que recurrir a la ventilación mecánica, que se aplica en las unidades de cuidados intensivos y que es mucho más invasiva ya que el paciente tiene que ser sedado. EFE