GINEBRA, Suiza.- La Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció hoy el fin definitivo de los ensayos clínicos con hidroxicloroquina en el tratamiento de pacientes con la COVID-19, en medio de celebraciones por el descubrimiento de la dexametasona como efectivo luchador contra la mortalidad de pacientes graves de la enfermedad provocada por el nuevo coronavirus.
Dos días después de que se revocara el uso de la hidroxicloroquina en Estados Unidos, uno de los países que más había apostado por este fármaco, la OMS anunció el adiós a los ensayos con ella y colmó de felicitaciones a la Universidad de Oxford por el hallazgo de dexametasona como luchador exitoso contra el coronavirus.
"Es el primer tratamiento que ha mostrado ser capaz de reducir la mortalidad en pacientes con COVID-19 que requirieron oxígeno o ventilación", destacó en un comunicado el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, quien extendió su felicitación a los hospitales británicos "que contribuyeron a este descubrimiento científico para salvar vidas".
EL ADIÓS A LAS PRUEBAS CON HIDROXICLOROQUINA
"Basados en evidencias publicadas por los ensayos Solidarity (patrocinados por la OMS) y Recovery (llevados a cabo por la Universidad de Oxford), hemos concluido que se interrumpirán las pruebas con hidroxicloroquina", dijo Ana María Henao, directora del Plan de Acción para Investigación y Desarrollo del organismo.
La experta colombiana subrayó, en rueda de prensa, que las dos investigaciones han mostrado que el uso de hidroxicloroquina "no reduce la mortalidad de los pacientes con COVID-19″
La OMS ya detuvo a finales de mayo y primeros de junio los ensayos con hidroxicloroquina, tras publicarse un estudio en la revista "The Lancet" que advertía de un aumento en la mortalidad de pacientes tratados con este fármaco, pero los reanudó después de que tres de los cuatro autores del artículo se retractaran.
Coincidiendo con la reanudación, los ensayos Recovery de la Universidad de Oxford publicaron entonces sus propias conclusiones, en las que se señalaba que el tratamiento con hidroxicloroquina no había reportado beneficios a los pacientes estudiados por su parte, lo que aumentó la confusión en torno al fármaco.
Este lunes, la Administración de Alimentos y Fármacos estadounidense (FDA) revocó su autorización para el uso de urgencia de hidroxicloroquina en pacientes graves con la COVID-19, al concluir igualmente que no estaba siendo efectivo.
La hidroxicloroquina es un medicamento utilizado desde hace décadas en enfermos de malaria y de afecciones reumáticas.
Durante los días en que la OMS paralizó sus ensayos, siguió siendo ampliamente utilizado en Brasil y Estados Unidos, los dos países con mayor número de casos de la COVID-19.
TODOS LOS APLAUSOS PARA DEXAMETASONA
El fin de los ensayos coincide con el descubrimiento, también por parte de la Universidad de Oxford, de que el uso de la dexametasona puede reducir considerablemente la mortalidad de pacientes graves de la COVID-19, un hallazgo que la OMS ha celebrado como un gran paso adelante en la lucha contra la pandemia.
Los responsables del ensayo clínico Recovery realizado en el Reino Unido han informado que este fármaco reduce la mortalidad entre los pacientes muy graves que necesitan respiración asistida y también entre aquellos que necesitan oxígeno. El medicamento no ha demostrado beneficios entre pacientes con un grado de la enfermedad más leve.
Pero la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió hoy que la dexametasona, el esteroide que ha conseguido reducir considerablemente la mortalidad en casos graves de COVID-19, sólo debe utilizarse en pacientes críticos, no como fármaco para evitar el contagio del coronavirus.
"Es especialmente importante subrayar que hay que usarlo con supervisión médica, no es un fármaco para casos leves ni puede tener uso profiláctico, es un antiinflamatorio muy potente", aclaró en una rueda de prensa el director ejecutivo de la OMS para Emergencias Sanitarias, Mike Ryan.
El experto explicó que la dexametasona facilita el acceso al oxígeno del paciente ventilado o intubado, "pero no es un tratamiento en sí mismo", y advirtió de que "los esteroides pueden facilitar la reproducción de virus en el organismo humano", por lo que podría estar contraindicado en casos leves de COVID-19.
La dexametasona, un fármaco barato y de fácil acceso en todo el mundo, puede ayudar a salvar vidas de pacientes graves de coronavirus, según un estudio de la Universidad de Oxford.
El español Fernando Simón, director del Centro de Emergencias y Alertas Sanitarias, habló del nuevo estudio sobre la Dexametasona y remarcó que "confirma las hipótesis de que su uso podría reducir la letalidad" por covid-19″.
Se trata de un fármaco barato y de fácil acceso en todo el mundo, puede ayudar a salvar vidas de pacientes graves de coronavirus, según un estudio de la Universidad de Oxford divulgado este martes, que ha calificado el hallazgo como "un gran avance".
El director ejecutivo de la OMS para Emergencias Sanitarias, Mike Ryan, subrayó que el descubrimiento es "un gran paso adelante, pero se necesitan más en esta lucha", y destacó que deben recopilarse datos más completos antes de emitir guías a los distintos países miembros de la OMS a la hora de usar de forma generalizada este tratamiento.
"No es el momento de correr y cambiar las prácticas clínicas de forma apresurada", aseguró, y recalcó que tienen que continuar las investigaciones para determinar las dosis adecuadas y garantizar que los distintos países estén abastecidos de este fármaco en caso de generalizarse su uso.
La Universidad de Oxford publicó el martes estudios en los que se indica que la dexametasona ha reducido en hasta un tercio la mortalidad de pacientes intubados con respiradores y en un quinto la de los que necesitaron oxígeno.
La dexametasona se ha utilizado desde la década de 1960 para reducir la inflamación en diversas enfermedades, incluyendo en pacientes con cáncer, y desde 1977 se encuentra en la lista de medicinas esenciales de la OMS, por lo que no está sujeta a patente y por ello está disponible con facilidad en todo el mundo.
El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, reiteró hoy sus felicitaciones a la Universidad de Oxford y el Gobierno del Reino Unido por el descubrimiento, uno de los mayores pasos adelante en el tratamiento de una pandemia, cuyos primeros casos se notificaron en China hace apenas medio año.