SANTO DOMINGO, República Dominicana.-La Segunda Sala de la Cámara Civil y Comercial del Distrito Nacional rechazó la recusación que hizo el ciudadano estadounidense Miguel Familia contra la jueza que conoce la demanda contra la Embajada de los Estados Unidos.
Los jueces Justiniano Montero Montero, Eunisis Vásquez Acosta, Matías Modesto del Rosario, Anselmo Alejandro Bello y Maritza Capellán Araujo rechazaron la recusación porque los denunciantes no presentaron pruebas que sustentaran la supuesta parcialidad de la jueza.
Miguel Familia, dominicano que demandó a la embajada de los Estados Unidos y al laboratorio Clinical Testing & Research , recusó, en noviembre del año pasado, a la jueza Yokauris Morales por alegada parcialidad y amenaza.
“Resaltando el hecho que dicha parte se ha circunscrito a meras alegaciones sin apoyar las mismas en pruebas documentales o testimoniales, destacándose en ese sentido, contrario dicho alegato, que la prensa se ha hecho eco de las audiencias sobre el caso en cuestión, garantizándole el principio de publicidad, uno de los componentes de las reglas del debido proceso…”, explica la resolución.
En las motivaciones de la sentencia, los jueces entendieron además que no había motivos serios ni contundentes sobre la acusación, además de no haber dudas razonables que pudieran cuestionar el proceder de la jueza Morales.
Familia, a través de su abogado Carlos Manuel de la Rosa Castillo, recusó a la jueza presidenta de la Tercera Sala Civil y Comercial del Distrito Nacional, Yokauris Morales, porque supuestamente amenazó al demandante con “fallarle en contra”.
Familia, quien es ciudadano norteamericano, interpuso una demanda, el pasado 13 de julio, en los tribunales dominicanos porque hace siete años le entregaron una prueba de ADN con resultados supuestamente erróneos, lo que provocó la destrucción de su matrimonio y la separación de su familia.
Miguel Familia recibió los resultados de la prueba de afiliación (ADN) que había practicado a su hija mayor, como parte de los trámites para solicitar su ciudadanía a la Embajada de Estados Unidos, desde ahí afirma que su vida se volvió “un infierno”.
El primero de diciembre del año 2005, el laboratorio Clinical Testing & Research, Inc., que presta servicios a la embajada de Estados Unidos y a otras 32 embajadas acreditadas en RD, expidió un certificado de que Miguel no era el padre de la niña.
Estos resultados lo llevaron a separarse de su esposa, con quien tiene otra hija, y a desamparar a la niña que crió hasta los cuatro años.
El pasado mes de mayo el cuidadano se practicó dos nuevas pruebas en laboratorios, las cuales dieron un resultado de 99.9996 por ciento de probabilidad.
El hombre, que dejó el seno familiar en medio del drama, afirma que depositó su confianza en los resultados que recibió de la embajada y el laboratorio que tiene sede en Nueva Jersey.
A través de su abogado, Carlos de la Rosa, el señor Familia demandó y reclama una compensación de 80 millones de dólares a la Embajada y US$100 millones al laboratorio.