Quito, 17 feb (EFE).- El presidente de Ecuador, Rafael Correa, agradeció el apoyo de los votantes en un mensaje ante cientos de personas congregadas en la Plaza de la Independencia, frente al palacio de Carondelet, sede del Ejecutivo, después de que sondeos a pie de urna le dieran la victoria en los comicios celebrados hoy.
"Dios les pague", dijo desde el balcón del palacio rodeado de su familia y colaboradores un emotivo Correa, que indicó que "esta revolución no la para nada ni nadie".
Correa, del movimiento Alianza País, recibió el 61 % del voto válido (descontados los nulos y blancos), frente al 21 % del exbanquero Guillermo Lasso, según un estudio de Opinión Pública divulgado por el canal público Ecuador TV.
El otro estudio, de Cedatos, contratado por algunos medios privados, atribuye al presidente el 61,5 % y a Lasso un 20,9 %.
El jefe de Estado, que llegó al poder en 2007, dijo que recibe la victoria con mucha "humildad" pero con gran "firmeza" y comentó que serán "cuatro años más de revolución", para la cual están "más comprometidos que nunca".
A sus seguidores, que lo apoyaban con gritos y ondeando banderas, les aseguró que la victoria es de cada uno de ellos y les repitió que su Gobierno "jamás" le fallará.
A su lado, Jorge Glas, candidato a vicepresidente y sucesor de Lenín Moreno, según los sondeos, también agradeció el respaldo.
Destacó que el pueblo se ha pronunciado "con fuerza" para que haya cuatro años más de trabajo conjunto por hacer un "mejor Ecuador" y por "luchar contra el verdadero enemigo que es la pobreza".
A su turno, Moreno dijo que ahora las leyendas "se vuelven realidad el mismo momento en que se las viven y en este momento estamos viviendo la leyenda de la Revolución Ciudadana y del economista Rafael Correa, como su líder".
"Los que quieran quedarse afuera, problema de ellos, los que quieran enrumbarse directa o paralelamente a este gran proyecto, (…) encontrarán siempre nuestra acogida", dijo al asegurar que "nunca habrá un corazón más agradecido" que el suyo por haberle permitido trabajar por el país.