SANTIAGO, República Dominicana.-Las quejas por falta de agua potable en los barrios de Santiago y comunidades de otros municipios y distrito municipales son el pan diario junto a otras demandas como electricidad, limpieza de la ciudad.
La escasez de agua se debe a un déficit de almacenamiento, que mantiene la presa de Tavera en su más bajo nivel en muchos años, lo que dificultad la toma de agua para la potabilización y suministro del acueducto Cibao Central.
Las quejas por la falta de agua ya no solo provienen de los lugares donde han padecido crisis de agua potable por décadas, como es el caso de Villa Bao, Hato del Yaque, Jagcagua y la parte sur de Santiago, sino que la situación se ha tornado difícil, para los sectores más cercanos a la parte céntrica, como es el caso de La Villa Olípica y Barrio Lindo.
Según los datos de la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santiago (Coraasan) el nivel de la presa de Tavera es de 316 metros sobre el nivel del mar, el más bajo en muchos años.
El director general de Coraasan, Silvio Durán, confirmó que el nivel mínimo para la captación de agua de la presa, es de 320 metros sobre el nivel del mar, por lo que se está operando con cuatro metros menos que lo requerido, situación que advierte una crisis aún mayor, en la potabilización y posterior suministro de agua para los usuarios.
En torno a la situación que se presenta con el agua potable en Santiago, Silvio Durán, reportó que es perentorio que racionalizar el suministro de agua potable, porque se prevé que se prolongue la sequía.
El funcionario dijo que también los niveles del embalse de Bao, están por debajo del nivel mínimo de operación lo que pone en alerta a la población para un uso adecuado y consciente del agua que le llega.
“En la actualidad el nivel de la presa que suple agua a Coraasan está en 316 metros por encima del nivel del mar cuando el nivel mínimo es de 320 metros, lo que indica que se está operando con cuatro metros por debajo del nivel mínimo requerido”, indicó Durán este martes 23 de abril 2013.
Asimismo, el aumento de la temperatura y la falta de energía eléctrica son factores que dificultan suplir agua a la población.
“La crisis energética producida por la salida de la planta San Felipe de Puerto Plata, disminuye la capacidad de producción de agua potable y dificulta el bombeo a zonas deprimidas de la ciudad, como la Reforzadora de Presión de la Carretera Luperón, Gurabo y los pozos de Jacagua, Los Cocos, Los Guineo y Palmar”, afirmaron los ejecutivos de Coraasan.
Al conocer la situación que se advierte, el director de Coraasan clama por comprensión en la población y pidió la utilización de agua potable sólo en lo requerido y evitar las fugas y gastos innecesarios.