Washington, 8 ene (EFE/ Cristina García Casado).- Congresistas demócratas y organizaciones de defensa de los inmigrantes preparan una carta en la que piden al presidente de EE.UU., Barack Obama, que ofrezca un Estatus de Protección Temporal (TPS) a quienes huyen de la violencia en Centroamérica, así como una solución continental a la crisis.
El grupo de legisladores hispanos del Congreso y otros demócratas del Capitolio están muy "desilusionados" tras la intensificación de las redadas de deportación del Gobierno y reclaman a Obama que ponga fin a estas prácticas y pida colaboración a países como Costa Rica, Canadá y Chile.
Así lo explicó hoy a la prensa el congresista de origen puertorriqueño Luis Gutiérrez, quien lidera la recogida de firmas para la carta con la petición del TPS que quieren entregar a Obama antes de su último discurso del Estado de la Unión el próximo martes día 12.
"No estamos ante un problema migratorio, se trata de una crisis de refugiados. Y van a seguir viniendo, porque no vienen por hambre sino por el temor a morir en sus países", consideró el legislador.
El Gobierno de Obama informó el pasado lunes de la deportación de 121 inmigrantes indocumentados, en su mayoría centroamericanos, detenidos el pasado fin de semana en una serie de operaciones en los estados de Georgia, Texas y Carolina del Norte
"No todos tienen que venir a Estados Unidos. Hablemos con Costa Rica, con Canadá, con Chile. Necesitamos una respuesta hemisférica", añadió.
El Departamento de Seguridad Nacional estipula que el TPS se puede conceder cuando en el país de origen hay un conflicto armado en curso, un desastre natural u "otras condiciones extraordinarias y de carácter temporal".
La filosofía es que en ese país existen "condiciones que impiden a los ciudadanos regresar de manera totalmente segura".
El Gobierno de Obama informó el pasado lunes de la deportación de 121 inmigrantes indocumentados, en su mayoría centroamericanos, detenidos el pasado fin de semana en una serie de operaciones en los estados de Georgia, Texas y Carolina del Norte.
Las organizaciones de defensa de inmigrantes protestan desde que a finales de diciembre trascendió esta operación para intensificar la deportación de inmigrantes, la mayoría centroamericanos.
Pese al aluvión de críticas recibidas, el portavoz de Obama, Josh Earnest, reiteró hoy en su rueda de prensa diaria que la política migratoria en la que se apoyan estas deportaciones "no va a cambiar".
El congresista Gutiérrez denunció hoy el doble estándar que supone, a su juicio, el hecho de que EE.UU. haya acogido a "decenas de miles de refugiados cubanos" y niegue el mismo trato a los centroamericanos.
"En mis más de veinte años en el Congreso nunca he criticado que algunos cubanos hayan vuelto a Cuba después de recibir esa protección y nadie ha levantado la voz por eso", añadió.
Los líderes demócratas del Congreso se reunieron este jueves con la directora de política interna, Cecilia Muñoz, y con el subsecretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, para hablar de la intensificación de las redadas.
Gutiérrez ha pronosticado que la respuesta de los legisladores demócratas, especialmente del Caucus Hispano, será "muy robusta" ante unas acciones del Gobierno que "han roto la confianza construida durante meses" con la comunidad que defiende los derechos de los inmigrantes.
Una de las denuncias de este grupo es que las autoridades migratorias están deportando gente sin respetar el debido proceso, es decir, sin darles el derecho de explicar por qué piden asilo ante un juez.
"Ese es el derecho que todos deben tener. No es casualidad que todos los que logran tener una defensa pro bono ganan sus casos y que, los que no, son deportados", explicó a Efe Kamal Essaheb, director de política y defensa en el Centro Nacional de Legislación Migratoria (NILC).
Por su parte, el codirector del Movimiento por una Reforma Migratoria Justa (FIRM), Gustavo Torres, defendió que las personas que no representan una amenaza para la seguridad "nunca deberían ser prioritarias para las autoridades migratorias".
Sandra, una inmigrante centroamericana con orden de deportación final, narró el miedo que tiene a que la devuelvan a su país, donde aseguró que han sido asesinados miembros de su familia.
"Tengo miedo de que los salvajes del ICE (Servicio de Inmigración y Aduanas) llamen a mi puerta y nos lleven al país del que huíamos. Y a que me separen de mi hijo", comentó.
Los precandidatos presidenciales demócratas Bernie Sanders y Martin O’Malley se sumaron el jueves también a las peticiones para que Obama conceda el TPS a estos inmigrantes.
La favorita demócrata, Hillary Clinton, también ha expresado su "preocupación" por estas deportaciones, pero solo a través de portavoces y en un tono menos beligerante que sus rivales.
El objetivo de los congresistas y las organizaciones que piden el TPS es que este sea un asunto que Obama aborde en su discurso del Estado de la Unión, que pronunciará ante el Congreso el próximo martes día 12. EFE