SANTO DOMINGO, República Dominicana.- La congresista demócrata Maxine Waters volvió hoy a denunciar drásticas violaciones a los derechos humanos en Haití y en una nueva carta a la embajadora de EEUU en Haití, Michele J. Sison, le solicitó ayudar a parar la celebración de elecciones que estima se cumplirían sin las más mínimas garantías.
La representante, que ha formado parte de misiones internacionales que han visitado frecuentemente Haití para ayudar a resolver las crisis políticas, ha denunciado que el presidente, Jovenel Moïse, les ha dado a las pandillas, que recientemente formaron la llamada Alianza “G9 an Fanmi” (G9 y familia), recursos y espacio para operar con el fin de impedir el regreso del expresidente Michel Martelly (2011-2016) al poder.
"Le escribo para instarle a que utilice su considerable experiencia e influencia diplomática para promover en el Gobierno de Haití el respeto al estado de derecho y a los derechos humanos básicos y oponerse la organización de elecciones hasta que cese los ataques contra los críticos del Gobierno" y se pueda formar un Consejo Electoral Provisional independiente", dice en su carta.
"Como le advertí en mi carta del 28 de mayo -añade-, Haití estaba en grave peligro de entrar en una espiral de caos y violencia. Desafortunadamente, esa espiral es la que precisamente está desarrollándose en la actualidad y en medio de ella el Gobierno haitiano del presidente Jovenel Moïse está organizando elecciones que son ampliamente percibidas como ilegítimas e inconstitucionales".
La larga carta incluye vínculos gubernamentales con Jimmy Chérizier, alias “Barbecue”, implicado en al menos dos masacres.
La primera en noviembre de 2017 cuando ejercía como agente de policía, la que dejó al menos 14 civiles ejecutados en el barrio Grand Ravine de la capital, Puerto Príncipe.
Un año más tarde, Chérizier estuvo presuntamente involucrado en el asesinato de unas 71 personas, en lo que se conoció como la Masacre de La Saline.
Chérizier ha surgido como el cerebro del “G9 an Fanmi” (G9 y familia), conformada en junio de este año por delincuentes de al menos nueve bandas de Puerto Príncipe.
Todo esto consta en la carta de Maxine Waters a la embajadora estadounidense, que en cuatro páginas detalla otro cúmulo de hechos violentos.
