SANTO DOMINGO, República Dominicana.- A las personas diagnosticadas con Trastorno del Espectro Autista (TEA) “no les gusta los estímulos inesperados, y esto podría deberse a que sus cerebros no son tan eficientes al cambiar rápidamente entre ideas o pensamientos", comentó el autor sénior del estudio, el Dr. Jeff Anderson, profesor de Radiología en esa universidad de Salt Lake City, en el centro oeste estadounidense.

Los investigadores utilizaron un nuevo tipo de imagen por resonancia magnética (IRM) para determinar cuánto tiempo duraba la conectividad entre más de 300 áreas del cerebro.

El estudio incluyó a cientos de participantes, con y sin TEA. Concretamente, a 52 con autismo y 38 con desarrollo típico, más el estudio de imágenes cerebrales de otros 1 402 pacientes en quienes también se encontró una red de conexiones funcionales duraderas en el autismo, ”tanto en redes distribuidas como en regiones individuales del cerebro, que se asociaron con métricas de severidad de la enfermedad”, se lee en el estudio.

Es decir, se determinó que en las personas con autismo la conectividad entre las áreas del cerebro se prolonga en hasta 20 segundos. En las personas sin autismo, con cerebro de desarrollo típico, esa conectividad desapare con mucha mayor rapidez.

El estudio fue publicado en la revista JAMA Network Open bajo el título Evaluation of Differences in Temporal Synchrony Between Brain Regions in Individuals With Autism and Typical Development (Evaluación de las diferencias en la sincronía temporal entre las regiones del cerebro en individuos con autismo y desarrollo típico).


Además de plantearse que es posible que esas conexiones prolongadas dificulten que el cerebro cambie de una actividad a otra, los investigadores también encontraron que los síntomas de autismo aumentaban con la duración de la conectividad entre las regiones del cerebro.

"Esta es una perspectiva completamente nueva sobre cómo el autismo actúa en el cerebro, y puede ayudarnos a desarrollar estrategias de tratamiento y a encontrar fármacos que podrían ser más efectivos para aliviar los síntomas del trastorno", señaló Anderson en un comunicado de prensa que la universidad difundió tras la publicación del trabajo en la revista Jama.

Conexiones entre neuronas son más complejas de lo que se creía

En otro estudio reciente, investigadores españoles y franceses descubrieron que las transferencias entre neuronas son más complejas de lo que se creía hasta ahora, lo que obligará a redefinir clasificaciones diseñadas a finales del siglo XX.

Estos investigadores son expertos del Centro Nacional de Investigaciones Científicas de Francia, del Hospital Sant Pau de Barcelona, de la Universidad Autónoma de Barcelona y de la Universidad de Barcelona.

La investigación, que la revista científica "eLife" publicó en noviembre, identificó nuevos tipos de receptores de glutamato, un grupo de proteínas esenciales que permiten que los impulsos nerviosos se transmitan de una neurona a otra, redefiniendo una clasificación que se consideraba definitiva desde hace más de 20 años.

El trabajo ha demostrado que la familia de receptores ionotrópicos (es decir, que forman canales iónicos) de glutamato tiene cuatro subfamilias nunca descritas anteriormente y que en lugar de estar organizada en las seis clases reconocidas en la actualidad habría una decena.

Los investigadores también han mostrado su sorpresa porque han descubierto que animales con un sistema nervioso mucho más sencillo que el humano presentan una mayor diversidad de receptores de glutamato, y, en algunos casos, incluso un número mayor de receptores.

Los resultados podrían tener aplicaciones en el campo de las neurociencias y, efectivamente, obligarán a la comunidad científica a redefinir la clasificación vigente de los neurotransmisores aceptada desde hace más de dos décadas, que "es insuficiente y está dominada por una visión excesivamente antropocéntrica de la evolución", según los investigadores.