Santiago, República Dominicana (EFE).- Los padres de algunas de las víctimas de los abusos sexuales cometidos contra niños dominicanos por el exsacerdote polaco Wojciech Waldemar, quien se hacía llamar AlbertoGil, condenado este miércoles en su país a siete años de prisión, se mostraron inconformes con esa decisión por considerarla benigna.
Esos progenitores acudieron hoy a la Fiscalía de la provincia dominicana de Santiago (norte), donde fueron convocados por la fiscal interina Aura Luz García, luego de conocerse la sentencia.
Allí expresaron que esperaban una condena mayor, alegando la gravedad de los abusos cometidos por el padre contra sus hijos.
Ramón Peralta, padre de uno de los menores abusados, declaró a medios locales que aunque esperaba una condena más alta en contra del cura católico, al fin los parientes de las víctimas ven que se ha comenzado a hacer justicia.
No obstante, la madre de otro de los menores abusados y que prefirió mantener su nombre en el anonimato, reveló que los daños sufridos por su hijo no lo repara todo el dinero del mundo y mucho menos una condena de 7 años.
Subrayó que su hijo ha tenido que abandonar su lugar de origen, la comunidad de Juncalito, donde el exsacerdote cometió los abusos cuando fue párroco de allí, y desplazarse a la ciudad de Santiago y que desde que sufrió los abusos de Gil come y habla poco, no rinde en la escuela y que está muy pensativo.
Otros parientes explicaron que sus hijos desde que fueron abusados están en manos de psicólogos, por lo que plantearon que las autoridades dominicanas gestionen con sus pares polacas la extradición al país del sacerdote una vez cumpla los siete años de prisión en Polonia para que aquí se le abra otro proceso.
La condena a Gil establece también una indemnización cercana a los de 40.000 euros y la prohibición de acercarse a las víctimas y trabajar con jóvenes por un período de 15 años. EFE