SANTO DOMINGO, República Dominicana.-La comunidad de haitianos residentes en República Domnicana denunció la promoción de odios contra la población haitiana y su descendencia.
En un comunicado difundido este jueves la comundiad haitiana afirma que ha crecido la campaña de xenofobia en su contra exteriorizada por medio de las redes sociales, medios de comunicación, en la interacción entre dominicanos y haitianos e incluso desde el Estado dominicano.
Al denunciar las amenazas contra los haitianos residentes en Pedernales, la comunidad haitiana expresó dolor y repudio por el asesinato de los esposos dominicanos Julio Reyes Pérez y Neida Urbáez.
“Sentimos profunda pena por la familia de las víctimas y les mandamos nuestros más sentidos pésames. Ese crimen es horrendo y entendemos que los hallados culpables deben pagar por con las penas que acuerdan las leyes”, indicó.
Exigió que cuando sean apresados los presuntos asesinos sean sometidos a la acción de la justicia, y que los líderes de la promoción del odio irracional contra la comunidad haitiana en Pedernales expliquen sus acciones ante la justicia dominicana.
A continuación el comunicado íntegro:
Comunidad de haitianos-as organizados/as en República Dominicana
La Comunidad Haitiana rechaza categóricamente las persecuciones en su contra y denuncia la pasividad del gobierno dominicano ante los ataques xenófobos de grupos de poder
La Comunidad de Haitianos/as Organizados/as en República Dominicana manifiesta su preocupación a la opinión pública nacional e internacional por las crecientes prácticas de xenofobia y promoción de odios contra la población haitiana y su descendencia, exteriorizada por diversas vías, que incluyen las redes sociales, medios de comunicación y en la interacción entre dominicanos y haitianos y desde el propio Estado dominicano.
La promoción de odio y xenofobia contra la población Haitiana se acrecentó con el ultimátum dado por nacionalistas en donde le dieron un plazo de 24 hora para que abandonaran el territorio dominicano sino podrían ser expulsados a la fuerza, hecho ocurrido en Pedernales, una provincia de RD que hace frontera con Haití. Ya el síndico de San Francisco de Macorís había caído en la violación de los DDHH al derribar una casa que habían construido nacionales haitianos, cuando dos niños estaban dentro, incluso sin la presencia de los padres.
Con dolor expresamos nuestro repudio por el asesinato de los esposos Julio Reyes Pérez y Neida Urbáez, sentimos profunda pena por la familia de las víctimas y les mandamos nuestros más sentidos pésames.
Ese crimen es horrendo y entendemos que los hallados culpables deben pagar por con las penas que acuerdan las leyes.
Exigimos que, cuando apresen a los presuntos asesinos, sean sometidos a la acción de la justicia, y que los líderes de la promoción del odio irracional contra la comunidad haitiana en Pedernales expliquen sus acciones ante la justicia dominicana.
Es una violación a los derechos humanos la discriminación y la incitación al odio racial o por origen nacional, están prohibidas en las leyes y tratados internacionales que ha firmado el Estado dominicano. Queremos llamar la atención especialmente sobre el artículo 39 de la Constitución dominicana, y sobre la Convención Internacional sobre Eliminación de todas las formas de Discriminación Racial (CERD), ratificada por el país en 1983.
Estamos siendo vulneralizados/as doblemente, al estar nuestra comunidad marginalizada por las políticas estatales dominicanas y teniendo que escondernos cada vez que se le acuse a un compatriota de algún hecho criminal.
Al parecer toda la clase política tradicional dominicana se une con algunos grupos de poder social y económico para vulnerar más a los/as más vulnerables. Vergüenza deberían tener por ser responsables de lo ocurrido en Pedernales.
¿Qué imagen se está dando a la opinión pública internacional, cuando en España las autoridades acusan de culpable a una dominicana por el asesinato del niño Gabriel y no la han condenado por su color de piel ni por su nacionalidad? Estamos más bien complacidos/as de que en ese país no se haya tratado de manera xenófoba esa situación de la dominicana, porque ella cometió el crimen no por ser dominicana sino por sus malas intenciones.
Esperamos ser optimistas que se traten los hechos en su misma dimensión cuando sucedan situaciones similares en República Dominicana. La buena fe, voluntad y actitud pacífica de la mayoría de los/as dominicanos/as está siendo cuestionada por esos lamentables hechos, producidos a raíz de la campaña de sectores que reclaman el legado de Trujillo en la sociedad dominicana.
Ante eso, pedimos al Estado dominicano:
- Posicionarse claramente sobre el respeto, garantía y protección de los derechos humanos, sin importar el origen nacional de las personas que viven en el país;
- Es tiempo justo y necesario que se empiece a aplicar las recomendaciones de la Corte de Derechos Humanos sobre el caso Nadege Dorzema y otros.
- Resolver definitivamente el caso de Claude Jean Harry (Tulile), quien fuera ahorcado en el parque Ercilia Pepín de Santiago de Santiago, ocurrido el 11 de febrero del 2015;
- Detener las hordas racistas que irrumpen hasta hospitales públicos exigiendo que no se les de servicios de salud a la comunidad haitiana, obreros y obreras que aquí construyen, cortan caña, estudian, y aportan un 5.4% del PIB dominicano, junto con su familia aquí deben recibir servicios de salud.
Pedimos ante la sociedad:
- No descargar la frustración de sus problemas en contra de una comunidad ya indefensa, ya que no podemos ser responsabilizados de los diversos males sociales y/o económicos;
- A los/as políticos progresistas pronunciarse en contra del abuso y la discriminación;
- Al pueblo dominicano: no se dejen distraer o manipular, porque los verdaderos enemigos son los xenófobos, los traficantes de personas, los ecocidas, los sicarios, sean de aquí o allá; son los violadores de los derechos de las mujeres, de los trabajadores, de los derechos fundamentales de toda persona;
- Clase trabajadora: tenemos que unirnos para que enfrentemos el abuso de los capitalistas salvajes, quienes en vez de asegurar más derechos laborales, quieren quitarnos los ya ganados luego de tantas luchas.
A la comunidad haitiana en RD:
- Exhortamos a todos/as nuestros/as compatriotas a guardar siempre la calma, tranquilidad y serenidad.
- No dejarse provocar por ninguna persona, como lo hizo aquel joven vendedor quién, con total dominio de sí, no cayó al nivel de bajeza que aquella fascista de redes sociales.
Santo Domingo, D.N., Jueves 15 de marzo 2018