SANTO DOMINGO, República Dominicana.-La OIM es el organismo intergubernamental que trabaja con los países para ayudarlos a encarar los desafíos que plantean las migraciones a nivel operativo.

Como señalaba Jorge Luis Borges con ironía en algunos de sus escritos que sus compatriotas tienen olor a barco. Reconociendo que América Latina es una comunidad de inmigrantes, ya que sus habitantes llegaron de los rincones más disímiles de los distintos continentes. En el cual las corrientes xenofóbicas no se asientan pues sería un ataque a sí mismos, considerando siempre a la América Latina como un país trasplantado.

El autor de este diagnóstico es el investigador Gitanjali Suarez Sarmiento, para la OIM, en el año 2000, quien inicia el diagnostico señalando la migración desde el Caribe hacia Venezuela, cita los diferentes acontecimientos migratorios, especificando que la movilidad de los seres humanos ha llevado a la formación de comunidades con elementos culturales de múltiples influencias.

Señalando que Venezuela ha sido un país abierto a las migraciones, que definió en muy pocos momentos políticas públicas viables hacia las migraciones, que le permitieran tener control restrictivo e institucional para lograr equilibrio entre el poder político y la sociedad civil.

Lo óptimo es que un país pueda elegir sus inmigrantes, en la cual se plantee una política de inmigración selectiva o poblacional destinada a suplir deficiencias en mano de obra para la producción nacional con fechas topes para la permanencia de los inmigrantes en el territorio y sus derechos y deberes con el estado.

Venezuela se perfila como un país opuesto a esta práctica, los inmigrantes lo han elegido, como destino aupado por las bonanzas económicas que han vivido. Con una diáspora de inmigrantes de baja condición socioeconómica baja que comenzó a disfrutar de los servicios públicos con gratuidad, provocándose un deterioro de los servicios ya que los inmigrantes se radicaron en el sector informal del país en lugar de afianzarse en el sector productivo formal como se requería.

Una de las muestras tomadas para la década de los 90 fue el Caribe, ya que el 80% de las exportaciones de Venezuela sale por el mar Caribe.

Dentro de los países que mayor emigración recibió Venezuela fueron: República Dominicana, República Cooperativa de Guyana y Haití. De las cuales la de mayor asentamiento fue la dominicana. La haitiana respondió a la crisis económica y política que sufrieron en esta década, la migración de Guyana respondió al conflicto fronterizo, la explotación maderera y las riquezas mineras.

Marmora y Calcagno señalan en un documento que es parte de esta investigación que aproximadamente 125 millones de personas residen fuera de su país, incluyendo inmigrantes y refugiados.

Este estudio contemplo entrevistas con habitantes de los países caribeños, en una cantidad de 50 muestras cada una.

Se presenta la realidad de los países caribeños en ese momento, muy particularmente, dominicana, se encontraba en un periodo de transición entre el gobierno del Dr. Joaquín Balaguer y el gobierno del Dr. Leonel Fernández. El país responde en ese momento a lineamientos de organismos financieros multilaterales con expectativas de ayudar a equilibrar algunas desigualdades sociales.

Haití presentaba una estabilidad democrática sin tranquilidad social, el momento es la sustitución del presidente Rene Preval y la supervisión de los Estados Unidos de los acuerdos de paz.

En el caso de Guyana la corriente neoliberal luego de unos 20 años de cooperativismo y socialismo económico, se mantienen los problemas entre negros e indios, los problemas ecológicos, como consecuencia del avance de las monerías, la disyuntiva de identidad (suramericana, caribeña o inglesa) y el conflicto con Venezuela por Esequipo. Los tres países afrontaban procesos de transformación que determinaran a largo plazo el éxodo migratorio de sus habitantes.

En la migración hacia las metrópolis del norte se identifican tres aspectos importantes:

1- Politico, 2-Social y 3- Económico.

Para Stephen Castles sociólogo del Instituto de Investigaciones sobre estudios multiculturales de la Universidad de Wollongong, “A medida la política migratoria se basa en la premisa de que es posible distinguir claramente entre diferentes clases de inmigrantes, como por ejemplo: Trabajadores, personal altamente calificado, familiares, refugiados y solicitantes de asilo”.

Los intentos de diferenciar entre migraciones permanentes y migraciones transitorias. Así como,las migraciones por temas políticos y económicos. La clasificación de las migraciones niega completamente el tema de la necesidad de seguridad, subsistencia y vida familiar. Esto parte de una decisión errónea de las migraciones como una decisión individual cuando debe ser considerada un proceso colectivo que abarca grupos y sociedades completas.  (Castles; 1993, 52).

De cara a la inserción laboral en la sociedad a la que migra, Marmora la clasifica en la forma que adquiere: supletoria, si suple una mano de obra existente. Complementaria, cuando la mano de obra local rechaza la mano de obra local.  Adicional, cuando la oferta de mano de obra local es inexistente. Competitiva, cuando a la demanda de trabajo local existe disponibilidad de candidatos.  Independiente, es la que genera su propio trabajo de una actividad productiva y marginal se refiere a una partida para la sobrevivencia.

América Latina es el mayor proveedor de inmigrantes de los Estados Unidos, un movimiento interlatinoamericanos, de unas tres millones de personas (Calcagno y Marmora, 1993, 27).

La primera minoría étnica en los Estados Unidos son los latinos con un 14% en el año 2010 de los cuales tenemos un 63% de México, 14% de América Central, 10.6 de Puerto Rico y un 7% de otros. Se estima que para el año 2050 esta minoría se incrementará a un 23%.