SANTO DOMINGO, República Dominicana.-Australia tiene una composición poblacional de migrantes de todas partes del mundo. el 27% de los residentes australianos ha nacido en otro país y  la cuarta parte  ó mas de la población tiene padres que han nacido en el extranjero. Cada año, inmigrantes de más de 180 países deciden convertirse en ciudadanos australianos.

Durante su historia, Australia ha recibido diversos éxodos migratorios que la han convertido en una nación verdaderamente multicultural. Sus ciudades son habitadas por gente proveniente de muchos países, principalmente de Reino Unido, Nueva Zelanda, China, Italia, India, Pakistán, Suráfrica, Filipinas, Corea, Vietnam, Grecia, Tailandia e Indonesia.

La migración ha tenido un impacto significativo en las cultura de la población australiana y sus características,  dando lugar a una gama de orígenes étnicos, lingüísticos y religiosos y contribuyendo al crecimiento poblacional.

Anteriormente Australia estaba compuesta por aborígenes oceánicos y asiáticos. Antes de la llegada de los colonizadores europeos, los aborígenes habitaban la mayoría de las zonas del continente australiano. Adaptables y creativos los indígenas australianos poseían unos complejos sistemas sociales y unas tradiciones artísticas y religiosas muy desarrolladas que reflejaban su profunda conexión con la tierra y el medio ambiente.

Al llegar los primeros inmigrantes en el siglo dieciocho se estima que alrededor de 750 mil aborígenes habitaban el territorio australianos los oceánicos y los asiáticos en este territorio.

La primera oleada migratoria europea importante comenzó en 1788, cuando se estableció la primera colonia europea en Australia, conformada por 1.500 personas, incluyendo a 750 prisioneros ingleses.

El “Día de Australia” el 26 de enero, se conmemora la llegada de esos presidiarios ingleses a Australia. Alrededor de 160 mil convictos fueron enviados durante los 80 años comprendidos entre 1788 y 1868.

Australia tiene en la actualidad una política de inmigración no discriminatoria. El programa de inmigración australiano posee dos componentes. El primero subraya la importancia de atraer nuevos inmigrantes que tengan estudios o formación profesional que puedan ser de utilidad para el crecimiento económico del país. El segundo enfatiza la ayuda migratoria a refugiados y a otros ciudadanos por motivos humanitarios

El gran desarrollo de Australia, sucedió durante a mitad del siglo diecinueve, con el descubrimiento de las minas de oro y el desarrollo de la industria del ganado de lana.

La población total de Australia triplicó su número, pasando de 430 mil en 1851 a 1,7 millones en 1871. La mayoría de estos recién llegados eran británicos, pero también había gente de las Américas, Francia, Italia, Alemania, Polonia y Hungría. Alrededor del 40 mil chinos llegaron también en busca de oro, el mayor grupo étnico después de los británicos para la fecha.

Luego de la guerra,  la población inglesa en Australia era de 3,8 millones de habitantes, de los cuales la mitad vivía en las grandes ciudades. Tres cuartos habían nacido en Australia, en su gran mayoría descendientes de ingleses, escoceses o irlandeses, y, en general, disfrutaban de un nivel de vida más alto que el de sus familiares de Gran Bretaña.

Con el fin de la Segunda Guerra Mundial la nación entró en un período de “boom” económico, con la apertura de minas y con importantes proyectos para la construcción de la nación.

Los años 50 fueron un tiempo de estabilidad política fundamentada en el desarrollo de una próspera sociedad de propietarios urbanos que facilitó la entrada al país de ciudadanos inmigrantes y refugiados de la posguerra experimentaron un crecimiento poblacional de 7.3 millones a 10.4 . Al finalizar los 60 llegaron inmigrantes de Europa del sur y oriental..

Además, desde entonces, emigraron al país un importante número de asiáticos, coincidiendo con el estrechamiento de las relaciones comerciales entre Australia y Japón, país que sustituyó a Gran Bretaña como el principal socio comercial australiano, durante la década de 1970.

Estas sucesivas migraciones colectivas, transformaron por completo a Australia, sobre todo en las grandes ciudades.

En la actualidad, la población australiana, que supera los 22 millones de habitantes, es una sociedad multicultural conformada por indígenas e inmigrantes provenientes de más de 180 países de todo el mundo.

Política de inmigración no discriminatoria

Australia tiene en la actualidad una política de inmigración no discriminatoria. El programa de inmigración australiano posee dos componentes. El primero subraya la importancia de atraer nuevos inmigrantes que tengan estudios o formación profesional que puedan ser de utilidad para el crecimiento económico del país. El segundo enfatiza la ayuda migratoria a refugiados y a otros ciudadanos por motivos humanitarios.

El historial de Australia de reasentamiento de refugiados es muy alto. Es uno de los 147 países signatarios de la Convención de las Naciones Unidas y el Protocolo sobre el Estatus de los Refugiados.

El Gobierno australiano está comprometido por completo con la política antidiscriminatoria. En 1996, el Primer Ministro de Australia propuso una declaración parlamentaria sobre la tolerancia racial. La Cámara de Representantes aceptó la declaración de forma unánime. El manifiesto constituía una denuncia contra la intolerancia étnica y una reafirmación de los principios de igualdad de derechos sin consideración de raza, color, credo u origen, y el compromiso para con el proceso de reconciliación con los pueblos aborígenes.

Es relevante conocer que Australia no ha estado exenta de discriminación contra los extranjeros. Hasta la segunda guerra mundial promovió únicamente la entrada a su territorio de ciudadanos de raza blanca, durante la etapa conocida como la política de la “White Australia” (Australia Blanca).

Actualmente Australia practica una mayor apertura, sin embargo, su política oficial está basada en una inmigración selectiva que favorece principalmente a refugiados, familiares y profesionales altamente calificados, en profesiones y oficios que realmente requiere el mercado laboral, y bajo condiciones legales muy estrictas.