SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El presidente del Consejo Dominicano de unidad Evangélica (CODUE), reverendo Fidel Lorenzo Merán mostró desacuerdo con las declaraciones dadas por el Ministro de Defensa de que no se sometan a la justicia a los agentes policiales que ultimen presuntos delincuentes en las calles y abogó por una mayor profesionalización de la Policía Nacional y el fortalecimiento del sistema judicial.
Advirtió que tomar en cuenta declaraciones así, fomentarían más el crimen y hasta personas inocentes saldrían perjudicadas. Se cometerían crímenes y ejecuciones sin una adecuada investigación, además del bajo nivel de credibilidad de la población en la policía y los institutos castrenses, lo que fue medido recientemente por la encuesta de Gallup.
“Prácticamente se crearían escuadrones de la muerte para asesinar por elección. Curiosamente hay delincuentes que tienen años evadiendo la persecución policial y en algunos casos hay complicidades, por lo que en vez de alentar la violencia, debemos pensar en cómo aplicar las medidas adecuadas”, dijo Lorenzo Merán.
Indicó también que en el país recientemente ha surgido una tendencia de atacar los males sociales como el crimen y la delincuencia por la vía más fácil como la violencia institucionalizada por parte del Estado a través de las ejecuciones extrajudiciales y el aumento de las penas, cuando en realidad lo que se debe hacer es un compromiso del liderazgo político y social de fortalecer el sistema de justicia y la inversión social.
“Todo el mundo sabe aquí las debilidades de nuestro sistema judicial y policial. Todavía en este país hay delincuentes que con tres y cuatro crímenes evaden la justicia y sorprendentemente la persecución policial”, expresó Lorenzo Merán.
Señaló que el tema de la criminalidad tampoco se combate con simplemente aumentar las penas, ya que hay delincuentes que salen de las cárceles con ayuda de personas influyentes y no cumplen sus penas.
Agregó que el deterioro que tiene la sociedad dominicana no es fortuito, sino que ha sido producto de décadas de descuido del Estado en la inversión social, en los campos de la educación y seguridad social.
“Durante años el dominicano ha sido un desamparado estatal, no cuenta para nada en planes de desarrollo que lo ayude a salir de la pobreza. Los políticos piensan en soluciones remendadas o repentistas”, expresó.