SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El presidente del Consejo Dominicano de Unidad Evangélica (Codue), Feliciano Lacen, dijo que lo sucedido ayer en el Congreso de la República, constituye un sabotaje y deja claro el deterioro moral y la falta de compromiso de quienes han sido elegidos para defender y representar la constitucionalidad del país.

Expresó que el nivel de sabotaje de parte de los legisladores es insólito, ya que si bien es cierto que están en el deber de estudiar, revisar, agregar y quitar del proyecto de Ley del Código Penal, de igual manera es un deber participar y presentarse cuando son convocados.

Enfatizó que la ausencia de 19 de 32 legisladores para evitar conocer el Código Penal, deja claro la doble moral con la que estos se manejan, y que lo correcto era presentarse y votar según lo que entendiera cada uno de manera personal y no como un colectivo para permitir que por falta de quórum no se conociera este proyecto de ley que ya es mayor de edad.

Mesa de Diálogo 

Sobre el tema, también se pronunció la Mesa de Diálogo y Representación Cristiana, la cual afirmó que con la decisión de ayer, de postergar el Código Penal para la próxima legislatura, los senadores privan a los dominicanos de tener una estructura jurídica "acorde a los tiempos que vivimos".

La entidad cuestionó que a pesar de que después de veinte años que dicho Código es analizado, es enviado a comisiones y conocido su contenido por gran parte de la población, "ahora estamos argumentando que el mismo no se conoce y que debe continuar siendo debatido".

Afirmó que al parecer en el Senado reina una “mano extraña”, la cual imposibilito el cuórum reglamentario para el conocimiento y aprobación de tan importante pieza la cual posteriormente iría al Poder Ejecutivo para su promulgación final.

“Si tantas veces nos dicen una cosa y sale otra. ¿Será que  en algún momento podremos confiar en alguien? ¿Sería una coincidencia que no pudieron asistir todos los faltantes, justo ayer?", se preguntó el reverendo Nersido Borg Cedeño, presidente de la Mesa de Diálogo, organización representativa de la comunidad evangélica nacional.

Anunció que se mantendrán firmes en su lucha a los fines de lograr tener un código que "respete la vida y los valores del pueblo dominicano, consagrados en nuestra Constitución y en el juramento de nuestros trinitarios".

Finalmente, llamó al liderato político nacional a ser coherente y sobre poner los intereses nacionales a la hora de tomar decisiones.