La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH-RD) condenó vehementemente el asesinato de la líder indígena hondureña, Berta Cáceres, coordinadora y fundadora del  Consejo de Pueblos Indígenas de Honduras (COPINH).

Manuel María Mercedes presidente nacional de la CNDH-RD, calificó la acción como un “crimen de Estado y político, ya que no cabe duda que Berta ha sido asesinada por sus luchas en contra de los poderes transnacionales, aliados con poderes locales, depredadores de los territorios ancestrales de la población indígena de Honduras”.

“Nos sumamos a la  condena mundial de este hecho horrendo e informamos que en los próximos días una amplia delegación de activistas, miembros y dirigentes de la CNDH visitará la embajada de Honduras en República Dominicana entregando una correspondencia dirigida a las autoridades de ese país”

Berta era beneficiaria de medidas cautelares de protección de la Corte Interamericana de Derechos Humanos desde los días del golpe en Honduras en 2009, ya que vivía constantemente amenazada de muerte tanto ella cuanto sus hijas y su familia.

Había sufrido también persecuciones de todo tipo, además de haber sido acusada de terrorismo y encarcelada en el 2013 por su lucha constante en defensa de los derechos ambientales de la población lenca, mayor etnia indígena del país, de la cual era representante, lucha llevada en contra de los proyectos mega mineros y de explotación de los recursos hídricos en su comunidad, especialmente del proyecto Hidroeléctrico Agua Zarca (Río Blanco).

Por esta lucha, Berta, Bertita como le decían, recibió el prestigioso Premio Ambiental Goldman  en el año 2015,  el máximo reconocimiento mundial para activistas del medio ambiente y la defensa de la naturaleza.

“Exigimos por lo tanto la realización de una investigación independiente seria, exhaustiva y completa acerca del comando paramilitar que esta madrugada ha asesinato de forma cobarde nuestra amiga y compañera Berta y rechazamos las versiones policiales que están circulando en estas horas, según las cuales  se ha tratado de un asesinato por robo o de un delito pasional”.

Asimismo, la CNDH-RD demandó también  protección para Gustavo Castro, de nacionalidad mexicana, quien se encontraba en la misma casa donde se ha perpetrado el crimen, resultando herido en los hechos.

Condenó la publicación del periódico hondureño El Heraldo, la cual, según la entidad, de forma “irresponsable y criminal”, lo señaló como testigo clave en la investigación publicando su foto, nombre y apellido en primera plana en la versión digital e impresa de dicho periódico.

“Nos sumamos a la  condena mundial de este hecho horrendo e informamos que en los próximos días una amplia delegación de activistas, miembros y dirigentes de la CNDH visitará la embajada de Honduras en República Dominicana entregando una correspondencia dirigida a las autoridades de ese país”.