WASHINGTON, EEUU.- El Gobierno de Donald Trump seleccionó a cinco grandes empresas farmacéuticas como finalistas para la producción este mismo año de una vacuna contra el coronavirus Sars-Cov-2 que provoca la enfermedad COVID-19, informó el diario New Tork Times al mismo tiempo en que la ONU y la Cruz Roja pidieron unidad público-privad para ofrecer una "vacuna popular".
"La Casa Blanca está ansiosa por proyectar el progreso (hacia el cumplimiento de la promesa de Trump), pero la asociación público-privada que ha creado aún enfrenta obstáculos científicos, tensiones internas y preguntas del Congreso", advierte el prestigioso diario del país más afectado del planeta por la pandemia, con cerca de 1.9 millones de positivos y más de 106 mil muertes.
En todo el mundo hay hasta la fecha 6.5 millones de casos confirmados de COVID-19 y 382 mil fallecimientos.
Bajo el título "La administración Trump selecciona a cinco candidatos a la vacuna contra el coronavirus como finalistas", los articulistas Noah Weiland y David E. Sanger sostienen que estas son Moderna, Johnson & Johhson, Merck, Pfizer y la sociedad que han creado Astrazeneca y la Universidad de Oxford.
“La administración Trump seleccionó a estas cinco compañías como los candidatos más probables a producir una vacuna contra el coronavirus, dijeron altos funcionarios, un paso crítico en el esfuerzo de la Casa Blanca por cumplir su promesa de poder iniciar la inoculación generalizada de estadounidenses a finales de este año”, se lee en la publicación.
Recuerda que Trump prometió a mediados de mayo último que su país tendría disponible este mismo 2020 una vacuna contra el nuevo coronavirus, lo que entraña una velocidad nunca antes lograda para la creación de una inmunidad que puede ser inoculada masivamente de manera exitosa.
La ONU y la Cruz Roja piden una "vacuna popular" contra el coronavirus
La información del New York Times se produjo el mismo día en que la ONU y la Cruz Roja llamaron a los gobiernos y al sector privado a unirse para ofrecer una "vacuna popular" contra el COVID-19, a la que tengan acceso todos los ciudadanos del mundo y, en especial, los más vulnerables.
En un comunicado conjunto, las dos organizaciones defendieron que a medida que se aceleran los esfuerzos para desarrollar herramientas contra el virus "la solidaridad global debe prevalecer" y "no debe dejarse a nadie atrás".
Según recordaron, la enfermedad está teniendo un impacto global, pero afecta de forma desproporcionada a grupos e individuos vulnerables.
"Una vacuna popular debería proteger a los ricos en ciudades y a los pobres en comunidades rurales, a los ancianos en residencias y a los jóvenes en campos de refugiados. Un contrato social para una vacuna popular contra el COVID-19 es un imperativo moral", señalaron.
Además, recalcaron que el compromiso para desarrollar la vacuna debe estar acompañado de más colaboración para mantener la inmunización contra otras enfermedades, pues recuerdan que la pandemia ha golpeado con mucha dureza las campañas contra el sarampión, la polio o la difteria en varios países.
A la espera de una vacuna contra el coronavirus, la ONU y la Cruz Roja urgieron a continuar con las campañas de información para que todas las comunidades sepan cómo protegerse de la enfermedad.
La vacuna de Oxford probada en Brasil
La vacuna contra el COVID-19 desarrollada por Astrazeneca y la Universidad de Oxford del Reino Unido será probada en un grupo de 2 mil personas en Brasil, el segundo país con más casos de coronavirus del mundo, informaron este miércoles fuentes académicas.
Brasil se convertirá así en el primer país en iniciar las pruebas en humanos fuera del Reino Unido para comprobar la eficacia de la inmunización contra el Sars-Cov-2, de acuerdo con un comunicado de la Universidad Federal de Sao Paulo (Unifesp).
Tras la aprobación de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria de Brasil, los test comenzarán a ser realizados en Sao Paulo con un equipo de mil voluntarios que estén en la línea de frente en la lucha contra el coronavirus, al ser los más expuestos a contaminación, y que no hayan contraído la enfermedad.
"Lo más importante es realizar esa etapa de estudio ahora, cuando la curva epidemológica todavía es ascendente y los resultados pueden ser todavía más asertivos", afirmó en un comunicado la doctora, Lily Yin Weckx, investigadora principal del estudio.
A la espera de la llegada del pico entre junio y julio, Brasil es hoy el segundo país del mundo con mayor número de contagios de COVID-19 (555,383), solo por detrás de Estados Unidos, y el cuarto en fallecidos (31,199), según el último balance del Ministerio de Salud.
En Sao Paulo, el epicentro de la pandemia en Brasil, las pruebas serán conducidas por el Centro de Referencia para Inmunobiológicos Especiales (CRIE) de la Universidad Federal de Sao Paulo (Unifesp), coordinado por Weckx y contará con el apoyo financiero de la Fundación Lemann, del multimillonario brasileño Jorge Paulo Lemann.
De acuerdo con la Unifesp, los resultados de los test serán fundamentales para el registro de la vacuna en el Reino Unido, previsto para finales de este año y que dependerá de la conclusión de los estudios realizados en todos los países participantes.
Actualmente, hay unas 10 vacunas que se están probando en humanos, incluido el proyecto del laboratorio de la compañía estadounidense Pfizer, que desarrolla su proyecto junto al laboratorio alemán Biontech.
También se están haciendo ensayos clínicos con humanos en cuatro laboratorios en China, dos de la compañía Sinopharm, uno de Sinovac y otro de la Academia de Ciencias Médicas de China. (Con informaciones de EFE y otras fuentes)