Con mítines y banderazos concluyó en Chile este jueves la campaña para las elecciones presidenciales del próximo domingo 21 de noviembre, las más cruciales e inciertas de la historia reciente del país.

El candidato presidencial por el Frente Amplio, Gabriel Boric, participa en el acto de cierre de campaña hoy, en la comuna de Casablanca, en la región de Valparaíso (Chile). EFE/ Alberto Valdés

En la región de Valparaíso, 122 kilómetros desde la capital hacia la costa chilena, el candidato de izquierdas Gabriel Boric participó de múltiples actos en diversas localidades donde enfatizó su proyecto centrado en garantizar derechos sociales.

"Es importante que cambiemos para avanzar. Construir un Estado que garantice derechos, dignidad e igualdad es la única manera de tener estabilidad", afirmó durante su cierre de campaña.

"Mientras otras candidaturas prometen cerrar el Ministerio de la Mujer y el ente de derechos humanos INDH, perseguir las ideas de izquierda y discriminar a las solteras, nosotros venimos a incluir, abrazar y construir un Estado que cuide y que no abandone", agregó Boric.

Por su parte, el ultraderechista José Antonio Kast, que cerró su campaña electoral en el acomodado barrio de Las Condes en Santiago, resaltó la "necesidad" de "recuperar Chile".

El candidato presidencial del Partido Republicano, José Antonio Kast, participa en el acto de cierre de campaña hoy, en Santiago (Chile). EFE/ Elvis González

"Hay recetas para recuperar la economía, pero no para recuperar la libertad cuando la izquierda toma el poder. Nunca más nos vamos a rendir ante la intolerancia de la izquierda", afirmó.

"Queremos recuperar el acento en el amor por Chile, recuperar nuestras tradiciones (…) Dios, la patria, es lo que nos inspira, la libertad", señaló el candidato del Partido Republicano.

Con la ultraderecha en auge, la redacción de una nueva Constitución en marcha, una acuciante inflación tras la pandemia y una fuerte crisis social e institucional que no cesa desde 2019, los expertos coinciden en que se trata de las elecciones más cruciales de la historia reciente del país suramericano.

Los sondeos coinciden en que ninguno de los siete candidatos se impondría en primera vuelta y llegarían al balotaje del 19 de diciembre Boric y Kast, aunque las estadísticas no aciertan con sus pronóstico desde hace dos años.

Boric, de 35 años y egresado en Leyes, pasó de ser dirigente estudiantil a ser electo diputado en dos ocasiones mientras que Kast, de 55, se postula por segunda vez a la Presidencia. La primera fue en 2017, cuando se presentó como independiente y obtuvo un 8% de los votos.

Kast y Boric tienen propuestas absolutamente opuestas en temas como impuestos, cambio climático y de género. Sobre la inmigración Boric propone establecer cuotas para recibir extranjeros, mientras Kast quiere construir zanjas para prevenir el ingreso de inmigrantes indocumentados.

El oficialismo y la candidata Provoste critican con fuerza a Boric por su alianza con el Partido Comunista, mientras Kast es cuestionado por su defensa de la dictadura militar (1973-1990), durante la cual fueron asesinados más de 3.000 opositores, de los cuales más de un millar siguen desaparecidos.

El candidato oficialista Sebastián Sichel, un exministro de centroderecha, llenó con miles de molinillos de viento amarillos la emblemática Plaza Italia de Santiago, el epicentro de las masivas protestas sociales que comenzaron en 2019.

"Queremos que una campaña se trate de esperanza (…) de recuperar una plaza para que todos los chilenos seamos parte del mismo futuro. Donde algunos quieren polarización, nosotros queremos encuentro", afirmó el candidato, que según lo sondeos no llegaría al balotaje.

La incertidumbre rodea más que nunca esta votación, en la que por primera vez y según los sondeos, los dos candidatos que pasarían al balotaje actualmente no forman parte de las dos grandes coaliciones que se han repartido el poder desde la salida del dictador Augusto Pinochet (1990).

Es un interrogante si los favoritos lograrán convencer a la gran masa de votantes indecisos y si podrán revertir la alta abstención.

Desde que el voto es voluntario, ninguna elección presidencial ha superado el 50 %, un umbral que solo se alcanzó en el plebiscito por una nueva Constitución.

A fines de 2019 Chile vivió masivas protestas que llevaron a que en un plebiscito en 2020 se decidiera cambiar la Constitución, que será escrita en su mayoría por una mayoría de independientes de izquierda.