SANTIAGO DE CHILE.- Marchas pacíficas y otras violentas reprimidas rudamente, medidas de oxigenación financiera popular a cuentagotas, negociaciones entre actores políticos clásicos -todos preocupados y muchos hasta con miedo- y asambleas y cabildos populares masivos para determinar qué hay que cambiar para tener en el mediano plazo una Constitución que garantice una justicia y equidad cuyo déficit hizo que detonara la explosición social el pasado 18 de octubre.

Estos son algunas de los principales señales que se visualizan cuando se cumplen 40 días del "Chile despertó" y cuando a noviembre le quedan pocas horas de vida. Es decir, poco cambia:

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La novedad de las últimas horas fue un esperado mea culpa de Carabineros, el cuerpo policial de Chile, que reconoció la "necesidad de hacer profundas reformas" en sus procedimientos, porque hasta ahora ha demostrado un muy escaso profesionalismo y ha hecho gala de una fuerza bruta que, como tal, no requiere más que brutos y brutalidad.

Esto se ha demostrado en varios informes, el último revelado en las últimas horas por Human Rights Watch (HRW) que detalló algunas de las "graves violaciones de derechos humanos" cometidas por los agentes para contener las protestas ciudadanas que registran 23 muertos, miles de heridos, abusados, torturados y encarcelados.

"Los eventos del último mes han demostrado la necesidad de hacer profundas reformas a la acción policial, encaminadas hacia una mejor promoción y protección de los Derechos Humanos", tanto en los enfrentamientos callejeros como en los traslados de los detenidos y en las mismas comisarías policiales, expresó Carabineros en un comunicado de respuesta a ese informe.

La ONG HRW, con sede en Nueva York, presentó este martes las conclusiones sobre su visita a Chile y pidió al Gobierno acometer una reforma "urgente" del cuerpo policial tras haber constatado la comisión por su parte de "graves" violaciones a los derechos humanos.

"Factores como el uso indiscriminado e indebido de armas y escopetas antidisturbios; abusos contra personas detenidas y sistemas de control interno deficientes facilitaron que se produjeran graves violaciones de los derechos de muchos chilenos", dijo el director para las Américas de HRW, José Miguel Vivanco.

Respecto a la comisión de abusos y violaciones de derechos humanos señalados por HRW, el cuerpo policial indicó que los casos serán investigados.

"Por cierto que se pueden haber cometido errores, que son materia de investigación. De ser así, nos duele como institución y no queremos que se repitan. Por eso, tomamos con humildad y responsabilidad las recomendaciones hechas por HRW", expresa el documento.

Carabineros dijo que cada vez que toma conocimiento de una denuncia por un accionar desviado de alguno de sus agentes se inicia una investigación administrativa de carácter interno y se colaborara y se ponen los antecedentes a disposición de la Fiscalía.

"En muchas ocasiones, incluso por iniciativa propia hemos denunciado. A la fecha, los tribunales han formalizado a 4 de nuestros carabineros", indicó la institución.

El estallido social chileno, que mantiene a multitud de ciudadanos manifestándose a diario de manera mayormente pacífica en las calles en reclamo de un modelo socioeconómico más equitativo, ha dejado en paralelo decenas de incendios, saqueos y atropellos, parte de una estela de destrucción focalizada en la que algunos carabineros participan con igual ilegalidad y buena puntería: suman más de 200 las víctimas de disparos de perdigones a los ojos.

"Con 200 ojos menos aún podemos ver", han escrito los manifestantes en las paredes de Santiago de Chile.

Sobre uno de esos heridos, el joven veinteañero Gustavo Gatica, que recibió disparos de perdigones en el rostro durante una manifestación hace unos días, quedó finalmente ciego, confirmaron este martes fuentes mpedicas. El cuerpo policial se comprometió en su escrito a colaborar activamente en la investigación del caso.

Carabineros reflejó también que durante los 40 días que duran ya las protestas sociales se han visto "actos de violencia, destrucción e incendios inéditos" y que contabilizó que más de 2.000 de sus agentes han resultado heridos "en contextos de alta violencia".