La Navidad es una época asociada a la alegría, la buena comida y el brillo de las luces, sin embargo, debido al ritmo de tan acelerado de vida, muchos dominicanos y dominicanas se ven impedidos de sacarle el máximo provecho a la festividad haciendo los alimentos característicos de la fecha o las decoraciones que le acompañan.
Por ello, emprendedores ponen a disposición su talento y sus servicios para satisfacer esta necesidad y facilitarles así la vida a estas personas.
Antes de iniciar las fiestas navideñas, el emprendedor analiza las necesidades de su entorno y sus fortalezas para con esto poder suplir a sus clientes.
Uno de estos negocios es la venta de charamicos, que en Santo Domingo, se ven con frecuencia en la avenida Winston Churchill, con mucha variedad y diferentes colores. Estos adornos son un atractivo tanto en los hogares y en las empresas.
Juan Antonio Rivera, empleado de uno de los fabricantes de charamicos que tradicionalmente se venden en la citada arteria capitalina y que dan la bienvenida a la Navidad, tiene más de 10 años de experiencia.
Cuenta que para la creación de los charamicos, el trabajo empieza en enero con la compra de los materiales y utensilios para su confección. Esto continua, según explica, en lo que queda del año y son colocados, finalmente, en las calles en noviembre.
Estos artículos son hechos son con las ramas de olivo, bejuco chino, maderas y algunos palitos, todos provenientes de Villa Altagracia.
Juan Antonio Rivera explica que cuentan con 10 personas que crean los arbolitos, bolas, burros, carretas, coronas, estrellas, entre otros.
Respecto a la pandemia de la COVID-19, Juan Antonio Rivera afirma que este sector fue severamente afectado el año pasado, mas sostiene que se está recuperando, debido a que se ve más movimiento de personas en las calles y esto permite que se detengan a realizar sus compras.
Quipes, pasteles en hoja y Navidad
En cuanto para las cenas del 24 y 31 de diciembre, el quipe es el complemento que acompaña los platos en las mesas dominicana. Desde su llegada al país, este aperitivo ha sido acogido por los dominicanos por ese crocante que deja en al paladar y ese sabor distintivo.
Es por esto que la chef, Altagracia Duran, ofrece sus deliciosos quipes tanto fritos como crudos. Los encargos se deben hacer dos días con anticipación. Son entregados a domicilios.
Estos quipes son tan famosos que personas del exterior vienen a Santo Domingo a comprarlo y disfrutar de los mismo. En esta época navideña en el día puede llegar hacer de 100 a 200 quipes.
Altagracia Duran, quien hace seis años emprendió su negocio de venta de este alimento, también presta su servicio de enseñar cómo hacerlo a las personas interesadas. "Solo tienen que solicitarlo", asegura.
Otro alimento que no puede faltar ni en Nochebuena ni en la cena de Año Nuevo es el pastel en hoja. Este alimento que es preparado a base de masa de plátano o yuca se encuentra entre los más buscados por los quisqueyanos.
Su popularidad en las tradicionales cenas de diciembre ha abierto una oportunidad de negocio más que deliciosa para la emprendedora Carolina Gabot, quien ofrece a sus allegados y familiares la preparación lista para hervir.
Sin embargo, a pesar de que su negocio ha tenido una enorme acogida, la pandemia de COVID-19 puso frenos a su progreso el año pasado, narrando que de los 52 a 86 pasteles que preparó por día a finales del 2020, sólo le vendió a los más cercanos por temor al virus.
Tanto el quipe, como los charamicos y los pasteles en hoja añaden color y sabor a la Navidad, marcando la diferencia entre las demás épocas del año y haciéndose sentir, llegando a los corazones de los dominicanos.
Son parte de la cultura gastronómica y tradición nacional que une a las familias y se convierten en elementos de nostalgia para aquellos seres queridos que por buscar un mejor futuro tuvieron que marcharse de su patria.