Nueva York, 6 oct (EFE/Mario Villar).-El caso de corrupción en que está envuelto el embajador dominicano ante Naciones Unidas, Francis Lorenzo, y que involucra como responsable principal al expresidente de la Asamablea General de la ONU, John Ashe, de Antigua y Barbuda, habría sido aceptar el pago de más de un millón de dólares en sobornos, de parte de empresarios chinos.

El expresidente de la Asamblea General de la ONU John Ashe fue detenido hoy acusado de aceptar sobornos de más de un millón de dólares a cambio de influir desde su cargo en favor de empresarios chinos, una trama por la que han sido arrestadas otras cinco personas, incluido Francis Lorenzo, embajador adjunto de República Dominicana ante Naciones Unidas.

Los presuntos sobornos a Ashe fueron supuestamente facilitados por varias personas, que también han sido arrestadas, entre ellas el diplomático dominicano Francis Lorenzo.

"Si se demuestran los cargos de hoy confirmarán que el cáncer de la corrupción que afecta a demasiados gobiernos locales y estatales infecta también a las Naciones Unidas", dijo al anunciar la acusación el fiscal federal estadounidense Preet Bharara.

Según las autoridades, Ashe presuntamente se embolsó al menos 1,3 millones de dólares a cambio de apoyar los intereses de varios empresarios chinos, principalmente los del magnate de la construcción Ng Lap Seng.

Este pagó supuestamente medio millón de dólares a ese diplomático de Antigua y Barbuda, país al que representó como embajador ante la ONU, para que impulsara la construcción de un centro de conferencias de las Naciones Unidas en el territorio chino de Macao.

Leonel Fernández, John Ashe y Francis Lorenzo en una actividad en Funglode.
Leonel Fernández, John Ashe y Francis Lorenzo en una actividad en Funglode.

Entre otras cosas, Ashe escribió al secretario general de la organización, Ban Ki-moon, respaldando la puesta en marcha de ese centro, un proyecto valorado en miles de millones de dólares y en manos de Ng, según la fiscalía.

Ban, a través de su portavoz, declaró hoy su sorpresa y preocupación ante la acusación y dijo que tuvo las primeras noticias sobre el caso hoy mismo a través de los medios de comunicación.

El diplomático de Antigua y Barbuda, que presidió la Asamblea General entre 2013 y 2014, habría aceptado supuestamente otros 800.000 dólares en sobornos por parte de otros empresarios chinos a cambio de influir en decisiones en la ONU y en su país de origen.

Según la Fiscalía, parte de ese dinero lo habría compartido con el entonces primer ministro de su país.

Ashe presuntamente solicitó, además, compensaciones en varias formas, incluido el pago por parte de terceras partes de gastos personales como vacaciones familiares y la construcción de una pista de baloncesto en su domicilio de Nueva York.

En total, el diplomático ingresó entre 2012 y 2014 más de 3 millones de dólares procedentes del extranjero en dos cuentas bancarias en EE.UU. supuestamente vinculadas a su presidencia de la Asamblea, desde las que sacó dinero para gastos personales como relojes de lujo y transfirió grandes sumas a otras cuentas.

Además de por corrupción, Ashe está acusado de fraude fiscal en Estados Unidos por omitir de sus ingresos más de 1,2 millones de dólares, la mayoría obtenidos supuestamente de Ng y otros empresarios.

El magnate chino, cuya fortuna la Fiscalía calcula en unos 1.800 millones de dólares, fue detenido el mes pasado por agentes aduaneros en Nueva York, acusado de introducir 4,5 millones de dólares de forma ilegal en el país.

Lorenzo, identificado por la fiscalía como embajador adjunto de su país ante la ONU, estaba supuestamente a sueldo de Ng a través de una ONG que le abonaba un sueldo mensual de 20.000 dólares y que envió pagos a una empresa dominicana vinculada con él.

Preguntada por Efe, una portavoz de la misión dominicana ante Naciones Unidas no quiso ofrecer una reacción a la acusación ni detalles sobre las funciones de Lorenzo en la embajada.

El fiscal Bharara, en una conferencia de prensa, acusó hoy a Ashe de "haberse vendido a sí mismo y a la institución global que lideraba" a cambio de relojes "Rolex, trajes a media y una pista privada de baloncesto".

"Unidos en la avaricia, los acusados formaron supuestamente una alianza corrupta entre empresarios y gobierno, convirtiendo a la ONU en una plataforma de beneficios", dijo.

El portavoz de Ban, por su parte, defendió que la corrupción no es algo común en las Naciones Unidas, recordó que el de presidente de la Asamblea es un cargo político que no rinde cuentas ante el secretario general y dijo que, en caso de que se le solicite, la institución cooperará con las autoridades estadounidenses. EFE

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