NAVARRETE, Santiago.-Un taxista y una joven que presuntamente había sido raptada en compañía de una hermana son interrogados por la Policía Nacional para determinar el paradero de la joven que todavía está en manos de los raptores.
El caso ha generado temores y todo género de especulaciones, debido a la forma en que una de las muchachas habría llegado en horas de la noche Navarrete supuestamente procedente de la ciudad de Santiago, acompañada por el taxista, quien niega que esté involucrado en el supuesto doble rapto.
Según versiones, la joven Luisanna Salas Martínez, de 19 años, llegó en estado de semi inconciencia, y el taxista preguntó a un hombre que sabía dónde vivía la muchacha para él proceder a llevarla a su casa. La joven mujer, según la versión policial, aparentemente había sido drogada.
Al momento en que el taxista preguntaba al ciudadano, éste reconoció a la muchacha, que era su propia hermana, y condujo a ambos a la residencia familiar. La otra joven, que alegadamente sigue en poder de los raptores, es Luisanna Gricelis Salas Reyes, de 17 años.
Aunque el tema se ha manejado como un secreto, por temor de la familia a que los secuestradores tomen represalias, se ha filtrado a los medios que los autores del rapto habrían hecho varias llamadas a la familia para exigir el pago de un millón de pesos
Tanto la joven Luisanna Salas Martínez como su hermana Luisanna Gricelis Salas Reyes habrían sido secuestradas cuando aceptaron una “bola” de un conductor que conducía una yipeta, en momentos que viajarían desde Santiago a Navarrete, a principios de semana. En esos momentos las hermanas se hallaban en la avenida Libertad, de Santiago de los Caballeros, en donde esperaban por un autobús.
Aunque el tema se ha manejado como un secreto, por temor de la familia a que los secuestradores tomen represalias, se ha filtrado a los medios que los autores del rapto habrían hecho varias llamadas a la familia para exigir el pago de un millón de pesos.
Asimismo, la Policía Nacional mantiene bajo interrogatorio al taxista Alexis Estévez Torres, bajo sospecha de que habría colaborado con los raptores para conducir a la muchacha hasta su casa y recibir el dinero que la familia pararía para que la otra joven también fuera liberada.