WASHINGTON, EEUU.- La Casa Blanca considera que "ha llegado la hora" de extender las obligaciones de vacunarse contra la COVID-19, y aunque el Gobierno federal lo ha hecho ya con sus empleados y estudia aplicarlas en las Fuerzas Armadas celebra que lo hagan grandes empresas y espera que sea un ejemplo a seguir.

En la rueda de prensa del equipo de respuesta contra la pandemia, el coordinador de dicho equipo, Jeff Zients, puso el acento en la necesidad de extender los requerimientos para vacunarse, aunque el Gobierno federal no haya impuesto dicha obligación para toda la población.

La semana pasada, el presidente Joe Biden anunció que obligará a todos los trabajadores de su Gobierno a demostrar que están vacunados si no quieren someterse a pruebas de la COVID-19 regularmente, y no descartó que pueda imponer en el futuro un mandato de vacunación a nivel nacional.

Como apuntó este lunes Zients, además de la obligación de los trabajadores federales y del personal médico del Departamento de Veteranos, la Casa Blanca ha pedido al Pentágono que estudie la forma de incluir la de la COVID-19 dentro de la lista de vacunas que deben suministrarse entre las Fuerzas Armadas.

Recordó además la obligación que tienen los contratistas del Gobierno, y valoró los mandatos que están dictando grandes empresas como Google y Wallmart.

"Es hora de imponer algunos requerimientos basándonos en la realidad de los diferentes riesgos que corren quienes no están vacunados frente a quienes lo están", dijo Zients, quien aseguró que se está estudiando en qué "otras áreas" puede el Gobierno hacer obligatoria la vacunación.

Tanto Zients como el principal epidemiólogo del país, Antony Fauci, y la directora de los Centros de Control de Enfermedades (CDC, en inglés), Rochelle Walensky, volvieron a poner sobre la mesa los datos que demuestran que la extensión de la variante delta está golpeando fuerte sobre los no vacunados.

La directora de los CDC alertó que en los últimos siete días se ha registrado el nivel más alto de contagios de todo el verano, con 72.000 casos al día, un 44 por ciento más que en la anterior semana.

"Esta sigue siendo una pandemia de no vacunados. Aunque los vacunados pueden contraer el virus, las posibilidades de que enfermen son mucho más bajas que entre los no vacunados", dijo Walensky.

Y recalcó, en este sentido, que las vacunas previenen de contraer la enfermedad de forma grave, mientras las hospitalizaciones y las muertes se dan sobre todo entre los no vacunados.

Mientras los datos siguen mostrando que son los estados con menor índice de vacunación donde más se extienden los contagios -según Zients uno de cada tres casos de las última semana se registró en Florida o Texas-, también denotan que ha aumentado la preocupación y han subido las inoculaciones en los estados en los que estaban en niveles más bajos.

Así, según dijo el coordinador del equipo covid, en los ocho estados con más casos la vacunación se ha incrementado un 171 %, porcentaje que se eleva al 302 % en el caso de Luisiana, al 250 % en Misisipí o al 206 % en Alabama.

Según el recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins, Estados Unidos contabiliza este lunes 35.101.600 millones de contagiados con el virus, que se ha cobrado la vida de 613.603 personas en este país, es el más golpeado por la pandemia.

El Gobierno también ha dado a conocer este lunes que se ha alcanzado el objetivo que Joe Biden se había marcado para el 4 de julio, de que un 70 por ciento de la población adulta tuviera al menos una dosis de la vacuna. Se ha llegado a ese porcentaje casi un mes después. EFE