SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El director del Centro Cardiovascular CEDIMAT, el cardiólogo César J Herrera, ha sido invitado a participar en el grupo de trabajo conformado por el Colegio Americano de Cardiología (ACC por sus siglas en inglés) a fin de mejorar la calidad de vida y sobrevida del infarto al miocardio a través de la educación pública, pero sobre todo con el establecimiento de políticas nacionales dirigidas a la atención sistemática de esta potencialmente mortal condición.
En esta iniciativa mundial, denominada “Global STEMI Quality Improvement Initiative”, Herrera participa junto a especialistas expertos de Alemania, Arabia Saudí, Argentina, Bangladesh, China, el Líbano, Egipto, Pakistán y México, entre otros países.
“Con esta importante iniciativa se espera que al final del camino logremos reducir la mortalidad e incapacidad permanente causada por un tratamiento inadecuado del infarto en los países de bajos recursos”, sostuvo el cardiólogo y alertó que esta meta no podrá alcanzarse a menos que todas las partes involucradas aúnen esfuerzos.
Propone la creación de la Red Nacional de Manejo del Infarto
“Dada la urgencia de implementación y diseminación de protocolos de atención y la complejidad de la sistematización del tratamiento del infarto, condición que afecta a pobres y ricos por igual, invitamos a nuestras autoridades gubernamentales a aprovechar esta iniciativa del Colegio Americano de Cardiología para sentar en la mesa de discusión al Servicio Nacional de Salud, al sistema nacional de atención a emergencias y a las sociedades especializadas a fin de que la República Dominicana disponga de la Red Nacional de Manejo del Infarto, asunto que hemos venido proponiendo desde hace varios años”, indicó Herrera.
"En nuestros países no existen -añadió- protocolos locales, regionales o nacionales dirigidos a atacar el infarto a tiempo. Si bien en México, Uruguay y en otros se han organizado programas de atención y control de calidad de su manejo, a través del uso de angioplastia coronaria o fármacos trombolíticos, en general estos se limitan a las grandes ciudades y a centros puntuales sin alcanzar la mayoría de la población".
Epidemia de infartos
Cada año ocurren más de 3 millones de infartos cardiacos en los países considerados de ingreso económico medio y bajo, donde vive el 80% de la población mundial y en las que la frecuencia de la enfermedad cardiovascular hace tiempo alcanza niveles epidémicos.
En la RD las cifras aportadas por las autoridades de salud pública reportan la ocurrencia anual de más de 16 mil infartos; junto al accidente cerebrovascular, ambas enfermedades son la principal causa de muerte en el país.
Muchas víctimas de un infarto al corazón no reciben el tratamiento adecuado dentro del corto intervalo de tiempo que esta condición requiere, a fin de salvar el músculo cardiaco y la vida del afectado.
La iniciativa de la ACC busca atacar la demora
Es por este motivo que el ACC ha lanzado esta iniciativa mundial. Varios estudios han mostrado la penosa consecuencia del tratamiento tardío del infarto en los países económicamente desaventajados, en los cuales la probabilidad de muerte a causa de esta condición es hasta 4 veces mayor que en las naciones más desarrolladas.
La urgencia de tratar el infarto al miocardio yace en el hecho de que solo se dispone de 90 minutos para destapar la arteria coronaria obstruida culpable del evento. Si no se actúa bien y rápido, el segmento del corazón afectado sufrirá muerte irreversible conllevando a un peor pronóstico, sea por muerte prematura o daño cardiaco permanente.
Aplicar los tratamientos que evitarán el daño
Con motivo del Día Mundial del Corazón, el 29 de septiembre último se destacó que si el paciente de infarto agudo es atendido con rapidez entonces será posible aplicar los tratamientos que evitarán el daño al músculo del corazón, también conocido como miocardio.
La atención en las primeras horas de un episodio de infarto es vital para el paciente y para evitar insuficiencia cardiaca, que en el planeta será la principal causa de discapacidad en personas en edad productiva y mayores de 65 para el año 2025.
La enfermedad representa un alto costo para los sistemas de salud y para la familia del paciente, ya que, además de que este deja de ser productivo, obliga a que un pariente lo cuide de manera permanente pues ya no puede moverse por sí mismo.
La insuficiencia cardiaca se presenta como una secuela de los infartos que evita que el músculo del corazón bombee sangre, lo que debilita al órgano e incapacita al paciente para su vida laboral y cotidiana.
Esta afección es una consecuencia de la cardiopatía isquémica o el taponamiento de las arterias, originada por factores como la obesidad, hipertensión o la hipercolesterolemia.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en el mundo. En 2015 murieron por esta razón 17,7 millones de personas, lo cual representa un 31% de todas las muertes.