San Diego (EE.UU.) (EFE).- La denominada "Caravana Contra el Miedo" hizo este domingo escala en el muro fronterizo que separa San Diego (California, EE.UU.) de Tijuana (México), y en la que exigieron un alto a las políticas migratorias que separan a familias.
El movimiento integrado por activistas y trabajadores inmigrantes partió de la capital de California, Sacramento, el pasado lunes en una caravana que recorrerá varias localidades de este estado y Texas, en una ruta que se extenderá sobre la frontera con México, para regresar a Los Ángeles y participar en los actos por el Primero de Mayo.
El mensaje de esta caravana conformada por ocho camionetas, a las que se suman personas de cada parada, es que la comunidad inmigrante no ceda ante el miedo y que resista a las amenazas de redadas y deportaciones.
La parada del domingo de Pascua sirvió para que los participantes de la caravana defiendan que la frontera "resurgirá como una región unida, sin muros".
"(Trump) realmente está usando esta táctica del miedo para paralizar a nuestra gente, para que no resista, y a la misma vez para voltear a todo estadounidense en contra de nuestra gente", señaló a Efe Alejandra Valles, tesorera del Sindicato Internacional de Empleados de Servicio (SEIU), quien forma parte de todo el recorrido.
La activista hizo un llamado a la unidad, ya que ha sido la movilización pacífica lo que ha logrado frenar medidas que atentan contra los más vulnerables, como el veto a inmigrantes de países musulmanes o la reforma a la ley de salud.
La parada del domingo de Pascua sirvió para que los participantes de la caravana defiendan que la frontera "resurgirá como una región unida, sin muros".
"Tenemos que empezar a perder el miedo, sabiendo lo difícil que es hacerlo cuando tenemos un Gobierno que con la espada desenvainada ha estado constantemente agrediendo", consideró Christian Ramírez, director de la Coalición de Comunidades Fronterizas, organismo que engloba organizaciones desde California hasta Texas.
Cerca de 70 personas se unieron en una ceremonia religiosa celebrada en el lado estadounidense del muro fronterizo, y en la que estuvieron acompañados, aunque divididos por la valla, por activistas y miembros de la comunidad territorio mexicano.
Bajo el grito "No somos criminales, somos trabajadores internacionales", los peregrinos lamentaron que todavía haya propuestas de construir otro muro para separar a México y Estados Unidos.
La caravana hizo una parada en el emblemático Parque de la Amistad, en el cual, cada fin de semana se reúnen familias separadas por leyes migratorias para poder verse aunque sea a través de una reja que les impide el contacto y dificulta la visión.
"Es triste ver personas que están del otro lado, que han sido deportadas injustamente", dijo la integrante de SEIU María Rubio, originaria de Santa Ana (California).
El lunes, la caravana llegará a Los Ángeles para sumarse a una protesta frente a la oficina del alguacil del Condado de Los Ángeles, Jim McDonnell. EFE