SANTO DOMINGO, República Dominicana. –  El economista y exgobernador del Banco Central, Guillermo Caram, entiende que es más pertinente cerrar el gobierno por una semana, con excepción de los servicios públicos indispensables, que imponer el cierre de la economía.

Al respecto, explicó que esto se haría ante la indetenible expansión de la pandemia evidenciada por el aumento de casos y la virtual ausencia de camas en UCIs, y ante la tentación que pudiera caerse frente a quienes instan el cierre de la economía.

Dijo que, según las estadísticas de la seguridad social, los empleados públicos totales ascendían, hasta enero de 2021, a 646 mil que prorrateado en 675 entidades arrojaba un promedio de 957 personas por cada una de ellas.

Mientras que las empresas privadas reportan un millón 481 mil 238 empleados en 92 mil 72 empresas arrojando un promedio de 16 personas por empresa.

De acuerdo con Guillermo Caram, la aglomeración que produce el sector público es diez veces más que la empresa privada.

“Con el agravante que aporta menos a la economía. Los 646 mil empleados públicos representan el 30% del total de empleados registrados en circunstancia que la ponderación de la Administración Publica en el PBI, según consignan las estadísticas del Banco Central, apenas rondaba 5%. Es decir, una proporción 6:1 (30/5) pudiendo interpretarse que cada 6 empleados aportaban un 1% del PIB”, afirma.

Según un comunicado, en cambio, por diferencia, el 70% del empleo de la economía aporta el 95% del PIB, lo que significa que cada empleado de la economía aporta más del 1% al PBI: un 36% (95/70=1.36).

En otros términos, dice, cada empleado registrado formalmente por la economía, aporta 4.4 (6/1.36) veces más al PBI que cada empleado público.

“Aún si quisiéramos ponderar el efecto del empleo informal que constituyen más de la mitad del empleo generado, éste porcentaje se reduciría a 2.2; concluyéndose que cada empleado de la economía aporta más del doble al PBI que cada empleado público”, agrega.

Cree que, para detener las aglomeraciones, focos de contaminación causantes de la pandemia, se debería apuntar hacia la administración pública por generar más concentración y aportar menos a la economía.

Asegura que la propuesta de cerrar el gobierno en lugar de la economía como forma de detener la pandemia encuentra respaldo en las evidencias sobre excesivos contagios de funcionarios de alto nivel, de organismos como el Congreso Nacional, entre otros.

“La indetenible expansión de la pandemia requiere además que las instancias gubernamentales se concentren en el cumplimiento de tareas urgentes e imprescindibles implementarlas ahora, postergando aquellas que aun siendo importantes debieron o pudieran implementarse hace tiempo o en otras circunstancias. Y que, hacerlo ahora implicarán aglomeraciones potencialmente contagiosas”, señala el documento.