Nueva York, 7 ago (EFE/Ruth E. Hernández Beltrán).- El canciller dominicano, Andrés Navarro, pidió hoy a un grupo de líderes religiosos en Nueva York que sean "portadores de la verdad" sobre la nueva política migratoria de su país, en el eje de una controversia internacional por la repatriación de miles de haitianos.
"Como cristianos, solicito que sean portadores de la verdad de lo que ocurre en la República Dominicana", dijo Navarro durante un encuentro con miembros de la Organización de Ministros Hispanos de Nueva York, que preside el senador estatal y reverendo Rubén Díaz.
El canciller se reunió con los religiosos y algunos políticos locales en El Bronx, como parte de una gira que realiza por EE.UU. para explicar el plan migratorio.
Navarro hizo una férrea defensa de la nueva ley de naturalización que ha provocado un debate internacional, una de varias iniciativas del Gobierno para definir la situación de miles ciudadanos en condición irregular.
Recordó que fue redactada después de una consulta con diversos sectores y aprobada por el Congreso dominicano, tras lo cual entró en vigor en mayo del año pasado.
El ministro de Exteriores, que también sostuvo hoy una reunión en la ONU, explicó con detalle la ley y los pasos que ha tomado la Administración del presidente Danilo Medina para regularizar a miles de personas, lo que dijo no ha hecho EE.UU.
Reiteró que es "inaceptable" que se acuse de racismo a la República Dominicana y de violar los derechos humanos de los haitianos con deportaciones masivas.
"La República Dominicana ha sufrido mucho en su historia. Ha tenido dictaduras, invasiones, crisis y sabemos lo que son los atropellos, así que no es justo decir que violamos los derechos de los haitianos", afirmó, un día después de reunirse con la comunidad dominicana en la ciudad de Paterson (Nueva Jersey).
Navarro insistió en que pese a que se ha cumplido con una ley que, dice, respeta los derechos de los inmigrantes, "una serie de sectores ha continuado acusando a la República Dominicana de quitar la nacionalidad, de generar apátridas".
Reiteró que el Gobierno haitiano es responsable por la campaña de descrédito internacional y agregó que no ha hecho nada para evitar la emigración de su gente.
Navarro insistió en que si se comprueba que la República Dominicana cometió un error en las repatriaciones, existen los mecanismos para corregirlo.
"No pretendemos presentarnos al mundo como una nación perfecta", argumentó Navarro, quien obtuvo varios aplausos en respuesta.
"Se nos acusa de deportación masiva y lo que ocurrió es regularización masiva" de más de 288.000 personas, de las que el 96 % son haitianos, dijo el canciller.
Recordó que su país siempre ha sido solidario con su vecino y detalló que hay más de 50.000 estudiantes haitianos, de los que unos 10.000 están en escuelas públicas, que el 30 % del presupuesto nacional se invierte en servicios a los haitianos y que dominicanas lactaron bebés haitianos durante el terremoto en 2010.
Tras esa explicación, cuestionó "¿cómo se puede tener la cachaza de acusarnos de racismo?",
"No tratamos de convencer a nadie, sino que se sepa la verdad y lo más triste es que el propio Gobierno haitiano es el que promueve esa campaña" negativa, a raíz de lo cual se han enfriado las relaciones bilaterales.
Reiteró también que no se sentarán a dialogar con el Gobierno haitiano con miras a restablecer las relaciones, que "hasta hace unos meses eran fuertes", hasta que no reconozcan que cometieron un error con dicha campaña.
"No le podemos pedir que se excusen, sino que acepten el error y depongan la campaña", afirmó.
En 2013, una polémica sentencia del Tribunal Constitucional dominicano negó la nacionalidad a los descendientes de indocumentados nacidos en su territorio, la mayoría haitianos.
El Gobierno dominicano lanzó este año un Plan Nacional de Regularización de Extranjeros al que se acogieron más de 288.000 personas, pero muchas organizaciones temen que decenas de miles de personas de origen haitiano nacidas en la República Dominicana se queden apátridas, al no ser reconocidas por ningún país. EFE