The Wall Street Journal.

Traducción: Iván Pérez Carrión

Las caídas del año pasado en los precios del petróleo y otras materias primas amenazan con impedir el crecimiento en las naciones pobres de África y América Latina que pretendían utilizar la vasta riqueza de sus recursos naturales para subir la escalera del desarrollo, comentaron John Lyons y Patrick McGroarty en el importante periódico The Wall Street Journal.

Durante el auge de una década, los gobiernos en esos continentes se comprometieron a utilizar una ganancia inesperada de los crecientes precios de las materias primas para levantar la vasta clase marginada de sus países.

Los gobiernos que buscaban grandes saltos de desarrollo mediante la financiación de programas de bienestar social e iniciativas de infraestructura ambiciosos, como la construcción de carreteras, puertos y plantas de energía, ahora pudieran contar con menos dinero para hacerlo.

“Los registros de buena gobernabilidad en muchos países [latinoamericanos] estaban vinculados a los precios de los productos básicos, y esto se pondrá a prueba por el fin del auge de estos productos”, dijo Jorge Castañeda, excanciller de México.

Las naciones ricas en materias primas de África y América Latina también se enfrentan a una desaceleración en China, un comprador clave de las exportaciones de Sudáfrica, Nigeria, Brasil, Chile y otros. Las dos regiones se han visto afectadas por una ola de venta mundial de acciones, bonos y divisas de mercados emergentes.

Hay mucho en juego para estas economías a menudo volátiles, que tienen algunas de las más amplias brechas del mundo entre ricos y pobres.

La desaceleración económica y la disminución de los flujos de inversión amenazan con poner en tensión los presupuestos. En América Latina, la firma de calificaciones crediticias Fitch espera rebajar más países de los que ascienda en su actualización en 2015. En algunos casos, los descensos podrían exponer los niveles de corrupción y mala administración que no fueron detectados o atendidos durante los tiempos de bonanza.

En Brasil, un país rico en recursos, millones de familias salieron de la pobreza extrema y se unieron a una clase obrera cada vez mayor. Ahora, el crecimiento del país se ha estancado, la inversión está disminuyendo y el descenso en las divisas está elevando los temores de una inflación.

Las denuncias de corrupción generalizada en la empresa petrolera estatal Petróleo Brasileiro SA se suman al dolor. Las autoridades brasileñas habían colocado a la petrolera en el centro de un plan de largo alcance para reformar la economía y sacar a millones de pobres a empleos mejor remunerados. Las acciones de Petrobras cayeron a mínimos de varios años.

La situación es peor en Venezuela, donde el presidente Nicolás Maduro está tratando de utilizar la riqueza petrolera para impulsar una revolución socialista. Con los precios del petróleo en caída, los inversores están calibrando el riesgo de que Venezuela no pudiera pagar su deuda. Una cesación de pagos se sumaría a los problemas de una economía encasillada en una inflación de dos dígitos y la escasez de artículos de primera necesidad.

Incluso países con mezclas de políticas más moderadas, como Chile, que está entre los mayores exportadores de cobre, están siendo golpeados. Chile redujo su pronóstico de crecimiento para 2015 en medio punto porcentual a 2.5% en diciembre.

En África, el impacto se magnifica por la dependencia de algunas economías de rápido crecimiento, como Zambia, por la exportación de un solo producto. Si el precio de ese producto cae ‒en el caso de Zambia, el cobre‒ las consecuencias pueden ser de largo alcance.

Los países que no equilibraron sus presupuestos o redujeron la corrupción, mientras duraron los tiempos buenos se enfrentarán a decisiones dolorosas, dijo Jack Allen, de Capital Economics en Londres. Capital Economics prevé que el crecimiento medio en el África subsahariana caerá en un punto porcentual en 2015, hasta el 4%, el ritmo más lento en más de una década.

En Sudáfrica, donde las materias primas representan alrededor del 60% de las exportaciones, su moneda, el rand, tocó un mínimo de seis años en diciembre, y las exportaciones de oro y mineral de hierro de Sudáfrica disminuyeron en valor.

Un posible resquicio de esperanza: Que la caída de los precios del petróleo puedan reducir gran factura de las importaciones de Sudáfrica para gran parte del diesel y la gasolina que consume.

Pero la caída de los precios del petróleo probablemente golpeará a los productores como Nigeria y Ghana. Nigeria, la mayor economía de la región, es probable que se encamine a a su primer déficit en más de 15 años. Eso podría añadir volatilidad a un país que enfrenta unas elecciones nacionales polémicas (prevista para febrero), y la lucha contra el grupo islamista violento Boko Haram.

“Los gobiernos no tendrán más remedio ahora que tomar un poco más en serio la diversificación de su base fiscal”, dijo el Sr. Allen.

Fuente: http://www.wsj.com/articles/falling-oil-commodities-prices-raise-headaches-for-developing-nations-1419978954?tesla=y&mg=reno64-wsj&url=http://online.wsj.com/article/SB10183192936036314514004580341244035574352.html