SAO PAULO, Brasil.-El ministro de Economía de Brasil, Paulo Guedes, reiteró este domingo la necesidad de aplazar las reformas económicas para evitar protestas como las que se han expandido en Chile, Colombia y otros diversos países de Latinoamérica.

En una entrevista al diario O Globo, Guedes enfatizó que el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, no ha desistido de su intención de llevar adelante otras reformas, como la administrativa, pero admitió que el Gobierno ha echado el freno por una cuestión de "tiempos políticos".

"Va a haber reforma administrativa. Solo que, en este momento, usted da pretexto para que otros monten jaleo. Cuando colocas cuatro reformas, al menos una comienza a hacer ruido", señaló el titular de Economía.

Guedes aseguró que, pese a que por el momento no ha habido ninguna gran manifestación contra la política económica del Gobierno, "hay gente llamando" para ir a las calles.

"Llamar para una manifestación con orden, pacífica, como las que hacen casi todos los fines de semana, sin problema. Ahora, llamar para ir a la calle para hacer lo mismo que en Chile y romperlo todo fue algo insano, una irresponsabilidad", subrayó el ministro.

El economista defendió la implementación de las reformas de corte liberal para "retomar el camino del crecimiento sostenible" y reducir así el riesgo de que "suceda lo que sucedió en Argentina", pero recalcó la necesidad de evaluar el "proceso político" de las mismas.

"Nosotros estábamos en el camino y ahí, de repente, comienza la confusión en Latinoamérica. Desorden, ahí el tiempo político comienza a cambiar", señaló.

El Gobierno aprobó este año la polémica reforma del sistema de pensiones, la cual aumenta la edad mínima de jubilación para hombres y mujeres, y estudia, entre otras, una reforma de la administración y otra tributaria.

Sobre el proyecto de privatizaciones impulsado por el Gobierno, admitió que está siendo más difícil que lo previsto inicialmente, pero señaló que hasta ahora alcanzó los 100.000 millones de reales (unos 23.810 millones de dólares).

Guedes señaló que el Gobierno intentará "vender todo" para reequilibrar las maltrechas cuentas públicas del país y señaló que está siendo estudiado un proyecto de privatización que podría otorgar 250 mil millones de reales (cerca de 60 mil millones de dólares) a los cofres del Estado, aunque evitó dar detalles del mismo.

Los brasileños pagan la carne a precio de oro por el alza de ventas a China

Los brasileños están pagando la carne roja a precio de oro debido al fuerte aumento de las ventas a China y a la presión de un dólar en máximos históricos que ha estimulado las exportaciones.

El precio de la carne de vaca subió un 40 % en los últimos dos meses en Brasil, el país que más exporta este producto en el mundo, y se ha convertido en inaccesible para muchos consumidores, llegando a alcanzar esta semana la media histórica de 16,12 reales (3,85 dólares) por kilo en el estado de Sao Paulo, el más poblado del país.

"El aumento del precio no se debe al aumento del consumo, sino a la restricción de la oferta" en el mercado interno, según explicó en declaraciones a Efe el ingeniero agrónomo Alcides Torres, especialista de la consultora Scot.

El aumento del precio "ya era previsible" porque "forma parte de un ciclo", pero lo "inédito", según Torres, ha sido la elevada demanda por parte del mercado chino, que este año se ha visto afectado por un brote de peste porcina africana.

De acuerdo con la Asociación Brasileña de Frigoríficos (Abrafrigo), el gigante asiático es responsable por la importación del 41 % del producto exportado de Brasil y en los últimos meses ha aumentado fuertemente los pedidos de carne bovina para atender a su consumidores, llegando a habilitar 17 plantas exportadoras de carne brasileña.

Sin embargo, según Abrafrigo, existen otros factores que han contribuido para la escalada del precio de la carne a "niveles récords" y han "generado un ambiente especulativo" en Brasil, un país donde hay más vacas que personas.

Entre ellos citó el fortalecimiento del dólar, el cual ha incentivado la exportación por parte de los productores, y la proximidad a las fechas de fin de año, cuando acostumbra a aumentar el consumo de carne.

No obstante, los expertos sostienen que no hay riesgo de desabastecimiento en el mercado interno y que la elevación actual de los precios "no es sostenible" a largo plazo, por lo que la situación se normalizará "en algún momento", aunque "no volverá" al valor de los meses anteriores, según revelan las proyecciones de Abrafrigo.

BRASIL, UN GRAN PRODUCTOR Y CONSUMIDOR DE CARNE

El aumento de precio de la carne bovina ya ha empezado a hacerse notar en los bolsillos y en la paciencia de los brasileños, cuya dieta, según el ingeniero agrario, se basa en 35 kilos anuales de carne bovina.

Sin embargo, según explicó, existen diferencias de consumo dentro del mismo país, ya que en las regiones del sur, como en Santa Catarina, los brasileños llegan a ingerir 50 kilos al año, frente a los 17 kilos que incluyen las dietas de las regiones más pobres del nordeste de Brasil.

El consumo interno es el motor fundamental de este mercado, ya que absorbe el 80 % de la producción del país, frente al 20 % que representan las ventas al exterior, de acuerdo con el especialista.

"Nosotros lo hemos sentido y los clientes también", lamentó en declaraciones a Efe el trabajador de una carnicería del barrio paulista de Vila Mariana, Lucas Arujo, quien explicó que en las últimas semanas "el consumo disminuyó" en su tienda, donde el precio por kilo de la carne bovina aumentó poco menos de un dólar.

La carne de vaca "tiene proteína y necesita estar en la mesa del brasileño y de los niños", afirmó una señora a las puertas de un supermercado en Sao Paulo.

"En Brasil tenemos muchas personas que no pueden pagar este precio, que son desempleados y estas personas, que son la gran mayoría, son los afectados", subrayó.