Oliver Olivo Batista (Testimonio del autor)

Este corto lo hice como mi proyecto final de primer año dentro del programa de MFA en Filmmaking en el New York Film Academy. Lo presenté en la Escuela en agosto pasado y fue muy bien recibido entre mis instructores y los asistentes. Estuve tomándome un tiempo para mejorarle algunos temas técnicos en base a las recomendaciones que me hicieron en la primera muestra y entonces lo publiqué el pasado jueves 27 de Noviembre. Tengo la intención de mandarlo a algunos festivales y ya estoy en eso. Vamos a ver cómo nos va.

Lo que me motivó a hacer este corto fue la vergüenza que sentí al enterarme de la Sentencia TC-168, primero como ser humano y segundo como DOMINICANO viviendo fuera de mi país. Yo sentía que tenía que hacer algo y que no me podía quedar callado.

A pesar de que mucha gente antes de mi partida me decía "ten cuidado con la gente de Nueva York que la gente de Nueva York esto y lo otro" en mi caso fue todo lo contrario. Nunca me sentí marginado ni discriminado, todo lo contrario, en Nueva York encontré gente muy buena que me recibió con mucho cariño y me ayudaron bastante, no solo Dominicanos si no también Americanos.

Yo puedo decir que en esta ciudad me sentí como en casa o incluso mejor (porque no tenía que andar en carro). Mi conflicto personal comenzó cuando leí sobre la Sentencia TC168 estando en NYC y recordé la cantidad de DOMINICANOS que hay en esta ciudad y en toda la Costa Este de Estados Unidos.

Era como si de repente olvidáramos todo el que se ha ido de nuestro país para tener una vida mejor y tener más oportunidades. Sentí ingratitud, sentí injusticia, odio, intolerancia, racismo. Sentí simplemente que tu no debes hacerle a otro lo que no te gustaría que te hicieran a ti. Yo se que este proceso en los Estados Unidos no ha sido color de rosa y muchas personas han tenido que trabajar duro para lograrlo pero se ha logrado y entiendo que como nación debemos tomar esto como ejemplo y aprender.

Mi conflicto personal comenzó cuando leí sobre la Sentencia TC168 estando en NYC y recordé la cantidad de DOMINICANOS que hay en esta ciudad y en toda la Costa Este de Estados Unidos

Yo no puedo decir que es mi caso ya que he venido a este país en una condición muy privilegiada como becario del Programa Fulbright pero aún así siento empatía por todos los Dominicanos y los inmigrantes con los cuales me encontraba en el metro mientras iba camino a mi escuela porque todos hemos tenido que dejar nuestro país por cumplir nuestros sueños o querer mejorar nuestra condición de vida.

Durante mi estadía en Nueva York tuve la oportunidad de pertenecer a una banda de músicos dominicanos que se quedaron sin baterista y me invitaron a formar parte de ellos mientras tanto estuviera en NYC (tocar batería es mi hobbie favorito). Teníamos un lugar de ensayo en un sótano ubicado en los alrededores de la 168 con Amsterdam Aveniu, y en cualquier oportunidad que tenía durante la apretada agenda de un estudiante de cine viviendo en Nueva York salía de clases y me iba al sótano a practicar aunque fuera solo.

Se convirtió en mi espacio de terapia el cual visitaba mucho y era como mi oasis. Yo vivía en Harlem y viniendo a Nueva York como turista nunca tuve la oportunidad de darme cuenta lo que sucedía en los alrededores de la calle 168 y en Washington Heights hasta este momento.

Esta zona es como una mini República Dominicana, está repleta de dominicanos y elementos dominicanos que nos representan y por primera vez pude vivir personalmente lo que tanto me decían sobre los DOMINICANOS EN  NUEVA YORK.

Me parecía impresionante como podías vivir ahí y nunca tener que hablar inglés o dejar de comer comida dominicana. Este escenario representaba para mí la materialización del sueño de muchas personas que tal vez no tuvieron la oportunidad de lograrlo en su país y decidieron luchar por una vida mejor.

Un día mientras iba en el metro camino al sótano me salí en la estación 168 y pude decir que tuve un "momento de iluminación." Me di cuenta que el mismo número de la calle en una de las zonas de Nueva York que recibió a miles de inmigrantes Dominicanos, estaba siendo usado para negarle oportunidades a gente que había dejado su país para tener una vida mejor. Me pareció un guiño del destino 168st vs TC168

El mismo número que le había dado oportunidades a unos, se la estaba quitando a otros. Ahí fue cuando me sentí todavía más avergonzado por la injusticia y esto me motivó que tenía que hacer algo y expresarme.

Esto no se trata de haitianos ni dominicanos, esto se trata de no ser justo con seres humanos que tienen años viviendo en condiciones de pobreza, siendo explotados y que lo único que están pidiendo es algo tan básico como una nacionalidad para poder inscribir a sus hijos en la escuela, poder solicitar un servicio de salud eficiente, inscribirse en la universidad y hasta viajar.

Yo lo veo como una gran injusticia que por décadas los Dominicanos nos aprovechemos de seres humanos sacándoles el jugo, explotándolos a través de una mafia que ha beneficiado a Estado y empresarios y que al final ni siquiera tengamos la decencia de cumplir con ellos con el más básico de los derechos. Siempre los PSEUDO-NACIONALISTAS van a querer vendernos la propaganda "patriótica" de que es un tema político y que la historia y mucho 'bla bla bla', cuando al final -sea lo que sea- es un PROBLEMA HUMANO.

Entonces quieren venir a hablarme de "La Constitución" y ahí es que me pongo rabioso. Quieren hablarme de constitución (y leyes) la misma gente que es parte de esa mafia de esclavitud moderna. La misma gente que se ha encargado de violarla y ajustarla para su beneficio personal y político; la misma gente que ha desfalcado al pueblo y ha hecho amarres políticos con el único objetivo de enriquecerse y seguir manteniendo el poder.

Me quieren venir a hablar de constitución la misma gente que ha firmado el contrato de la Barrick Gold, lo de Los Haitises, Bahía de las Águilas; los que no querían cumplir lo que mandaba la Ley de Educación; los que firman y aprueban préstamos y contratos millonarios sin leerlos; los que protegen a una persona que hace 10-15 años era sastre en San Juan de la Maguana y hoy es de las personas más ricas con una fortuna valorada en miles de millones de pesos sin justificación.

¿Esa es la gente que me va a venir a hablar a mí de "Constitución"? ¡Qué Terror!

Exijo un poco más de respeto. Podemos hablar de la constitución pero vamos a empezar por parte, con prioridades. Primero que me digan donde se fueron los miles de millones de pesos que se desaparecieron en la campaña 2012. Yo creo que estamos claros de que el problema principal de República Dominicana no son ni los haitianos ni los Dominicanos descendientes de los Haitianos.

Este caso no sólo afecta a este grupo social, este caso también representa lo que siempre ha pasado y sigue pasando en República Dominicana: la soga corta por lo más fino siempre afectando a los más pobres y casi siempre a los afro descendientes. Como yo SOY DOMINICANO y me duele lo que sucede en mi país entiendo que soy corresponsable de trabajar para tener un mejor país con los medios que tenga dirigido siempre a mis compatriotas.

Yo no estoy preocupado por mi vida ni mi futuro, yo le doy gracias a la vida que me ha presentado oportunidades y me ha dejado aprovecharlas y aprender de estas. Yo no me voy a morir de hambre pero lo que me mata es la desigualdad, la falta de humanidad y la injusticia que generalmente afecta a los más necesitados, a los que no tuvieron oportunidad.

Yo no soy periodista, ni abogado y con esta pieza no quise hacer un reportaje periodístico ni mucho menos un análisis legal. Leí suficiente del tema y sobre la historia entre los dos países. Con este trabajo quise mostrar MI VERDAD, ya que nadie tiene una verdad absoluta.

Mi intención con este corto es que por un momento nos salgamos de nuestro YO y pensemos ¿qué pasaría si lo que le estamos haciendo al vecino nos pasara a nosotros? seguro que cambiaríamos de opinión o miraremos el asunto de manera diferente.

Porque la Patria se construye con amor, honestidad, tolerancia, justicia, inclusión, educación, igualdad, protección de los derechos humanos, oportunidades, buena voluntad y muchas otras cosas bonitas.

La Patria no es un gobierno, ni el Estado, ni un partido político, la Patria es la Gente y si la constitución (y las leyes) de un país no sirven para mejorar la vida de los seres humanos de todos los colores y diferentes niveles que la componen entonces no sirven de nada, es como si no existieran.

Como dice Rubén Blades en una de sus canciones:

"No memoricen lecciones de dictaduras o encierros,

que a la Patria no la define el que suprime a su pueblo" 

Un abrazo fuerte desde Los Ángeles.