SANTO DOMINGO, República Dominicana.- En la República Dominicana la tasa de mortalidad por accidentes de tránsito alcanza entre 25 y 30 muertes por cada 100 mil habitantes. A diferencia de los otros países de América Latina y El Caribe, donde el promedio es solo entre 15 y 20 muertes por cada 100 mil personas.

‘‘La República Dominicana es uno de los países con mayores retos en materia de seguridad vial, retos que se evidencian en las muy altas tasas de accidentes y siniestros viales’’.

Así lo afirmó Flora Montealegre, representante del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en el país, tras participar en la presentación del proyecto piloto de Educación en Seguridad Vial.

Según estudios realizados por el BID, peatones, ciclistas y motociclistas son los más vulnerables en los accidentes de tránsito, quienes –por lo general– no son las personas de mayores ingresos en el país.

Montealegre, manifestó la importancia de que se conozca la realidad y gravedad de la situación de seguridad vial en el país, así como la promoción de conciencia sobre la necesidad de un cambio integral de nuestro sistema vial.

¿Cuáles son los impactos sociales de la accidentalidad?

El BID realizó un estudio que muestra el impacto devastador que pueden tener los accidentes en una familia. La representante de esa entidad precisó que los costos pueden superar el 20% de sus ingresos anuales.

Asimismo, mencionó que a nivel nacional implican una importante carga para el sistema de salud dominicano.

‘‘Para un hogar cuyo ingreso promedio mensual se ubica en el equivalente a dos salarios mínimos básicos, cuando uno de sus miembros se accidenta, la familia enfrenta costos de salud que solo en el primer mes del accidente son equivalente a 1.1 veces  el ingreso de dicho hogar.

‘‘Cuando se trata de hogares con ingreso equivalente a un salario mínimo, esos gastos se elevan al doble del ingreso familiar solo en el primer mes’’.

¿Cómo gestionar la seguridad vial?

El BID establece cinco iniciativas para mejorar de manera integral la seguridad vial.

1. Fortalecer la capacidad de control del cumplimiento de las normas, garantizar la existencia de profesionales de la seguridad vial;

2.Crear vías de tránsito y movilidad más seguras;

3.Se necesita que se cumpla la inspección técnica de los vehículos, que se introduzcan estándares de seguridad en los vehículos;

4.Usuarios de vías de tránsito más seguros. La educación vial debe llegar a todos los centros escolares.

*Se debe garantizar la licencia de conducir para la totalidad de los conductores;

5.Respuesta tras los accidentes. Se debe inmiscuir en políticas la asistencia tras los accidentes.

Montealegre participó en un encuentro junto al rector de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) y otros miembros de esa institución académica en la muestra final del Programa de Formación en Seguridad Vial, desarrollado por el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo.

Iván Grullón, titular de esa academia, indicó que la iniciativa incluía 18 cursos de 24 horas cada uno, impartidos en 16 recintos, centros y subcentros universitarios; distribuidos en cuatro regiones del territorio nacional.

Dijo que el objetivo de los cursos era dar un enfoque integral y contribuir a disminuir las muertes y lesiones por accidente.

Hasta el momento se ha capacitado a 925 alumnos y profesores en seguridad vial, y se han realizado talleres de formación de los accidentes de tránsito en el Colegio Dominicano de Periodistas.