ATRAPADO EN EL VUELO 108 DE COPA AIRLINES

SANTO DOMINGO, República Dominicana.-Regresaba de Buenos Aires, Argentina donde participe del Primer Encuentro Latinoamericano de  Casa de Justicia. Invitado por el Centro de Estudios de las Américas y el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de ese país.  Después de unas diez horas de vuelo y dos o tres entre retrasos y esperas llegué al Aeropuerto Internacional de las Américas, Dr. José Francisco Pena Gómez.

Con el aterrizaje se fue el cansancio momentáneamente y creció en mí el sentimiento festivo de estar en casa, algo que se diluyó rápidamente, cumpliéndose así el viejo refrán que dice: En casa del pobre la felicidad dura poco.

Volvimos a tener que esperar, nos quedamos sentados por más de 25 minutos  en el avión esperando el aviso para abrir los cinturones, unos minutos más y los pasajeros empezaron a impacientarse algunos, incluido yo, nos pusimos de pies para buscar la salida y ¿Qué creen que ocurrió?

El Capitán de la nave recomendó esperar sentados unos minutos más ya que tenía un tiempo tratando de comunicarse y nadie le respondía (me imagine que con la Torre de Control) y como consecuencia de esto el personal que debía conectar el avión con la rampa de desembarque no se había presentado. Sin Saber y sin querer estábamos atrapados. No por culpa de nosotros ni del piloto tampoco.

Imagínense las palabrotas que pudieron Salir de la Boca y del pensamiento de los viajeros dominicanos, el asombro y la preocupación de los turistas atrapados pero sobre todo la angustia de los que viajaban en familia con niños y niñas muy agotados.

Al final nos dejaron salir y una vez en la sala de migración surgieron comentarios, chistes y relajos, tal vez porque el dominicano está convencido de que en nuestro país nada cambiará, nadie pondrá orden, ni hará cumplir las normas. Tal vez hacemos esto porque es preferible burlarnos de nosotros mismos que sentarse a esperar que de las autoridades salga alguna corrección o prevención en casos como estos.

Para mí esto no fue sorpresa, aunque reconozco que aprendí una nueva forma del descuido de las autoridades, salí del aeropuerto preguntándome ¿dónde estaban las autoridades y los empleados? pero sobre todo ¿con este comportamiento es que vamos a lograr la llegada de más de diez millones de turistas al país?

José Ceballos.

Director Ejecutivo de las Casas Comunitarias.