RECIFE, Brasil.- La Justicia de Brasil autorizó que una niña de 10 años realizara un aborto para interrumpir su gestación después de haber sido violada por un tío y quedase embarazada, procedimiento al que la pequeña fue sometida la noche de este domingo.

En la decisión, el juez Antonio Moreira Fernandes, del Tribunal de Justicia del estado de Espírito Santo, determinó que "se realice el inmediato análisis médico con relación al procedimiento de mejor viabilidad para la preservación de la vida de la niña", ya fuera por "el aborto o interrupción de la gestación por medio de parto inmediato".

En Brasil, el aborto solo está permitido en casos de violación, si la gestante corre riesgo de vida o cuando el feto presenta anencefalia.

Sin embargo, el caso causó conmoción en el país y reabrió el debate sobre la despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo en el gigante suramericano, que cuenta con una de las legislaciones más duras del mundo.

Para su decisión, obtenida por el diario "A Gazeta" y el Grupo Globo, el magistrado tuvo en cuenta el deseo de la menor de no proseguir con el embarazo y concluyó que "la voluntad de la niña es soberana, aunque se trate de incapaz".

Moreira Fernandes destaca en el documento que, durante una consulta de la Asistencia Social con la niña, al ser citado el embarazo, la pequeña se "agarra a un oso de peluche", "entra en profundo sufrimiento, grita, llora" y "apenas reafirma no querer" seguir con la gestación.

ANTIABORTO LLAMAN ASESINO AL MÉDICO Y ASESINA A LA NIÑA

La niña llegó a ser ingresada este domingo en un hospital de la ciudad de Vitória, la capital regional de Espírito Santo (sureste), para la interrupción del embarazo, pero tuvo que ser trasladada al estado de Pernambuco después de que un equipo médico rechazara realizar el procedimiento.

La menor finalmente pudo interrumpir su gestación al caer la noche en un centro médico de Recife, la capital de Pernambuco, en el nordeste del país.

Pese al intento de las autoridades de mantener bajo sigilo el centro médico donde tendría lugar el procedimiento, decenas de manifestantes pro y contra el aborto acudieron al hospital.

Según pudo comprobar Efe en el lugar de los hechos, cerca de una veintena de religiosos sostenían pancartas contra el aborto y recibieron al médico que trataría a la paciente bajo gritos de "asesino".

"Vine alzar la voz y apoyar quienes militan por la vida, por el derecho de existir, de venir al mundo", dijo a Efe el arquitecto Heitor Carvalho, quien agregó que "la vida es un valor innegociable".

Algunos de los activistas incluso intentaron irrumpir en las instalaciones médicas, pero agentes de la policía impidieron y reforzaron la seguridad en el local.

"Algunos diputados y fundamentalistas intentaron invadir la maternidad, que es una maternidad de alto riesgo, llamando a la niña asesina", denunció a Efe Carol Virgulino, quien preside la comisión de Derechos Humanos de la Asamblea Legislativa de Pernambuco.

Cuando supo qué estaba pasando, la codiputada se desplazó al lugar para ofrecer "apoyo" a la niña y hacer que "sea garantizada la ley", así como el concejal Iván Moraes, del Parido Socialismo y Libertad (PSOL).

"Estamos hablando de la salud de una niña de 10 años que fue sistemáticamente violada y torturada y que no merece continuar sufriendo violencias", completó Moraes.

VIOLADA DESDE LOS 6 AÑOS

El caso salió a luz esta semana, cuando la pequeña acudió a un hospital de la localidad de Sao Mateus, en el sureste de Brasil, con fuertes dolores abdominales y reveló a los médicos que había sido violada por su tío, de 33 años y quien está prófugo de la Justicia.

Tras una examen de sangre, quedó comprobado el embarazo de cerca de tres meses de la niña, quien denunció que era víctima de recurrentes violaciones por parte de su tío desde que tenía 6 años de edad.

La pequeña relató además que nunca había contado nada sobre los abusos sufridos porque el hombre la amenazaba con hacer daño a su familia.

El pasado jueves, la Policía Civil acusó formalmente al tío de la víctima y la Justicia decretó su prisión preventiva, pero no fue posible hasta el momento dar con el paradero del sospechoso.

MÉDICO EXCOMULGADO

Olimpio Moraes, que es director del Centro Integrado de Salud Amaury de Medeiros (CISAM) de Recife, una clínica materna pública de referencia en el país para este tipo de procedimientos, ya fue excomulgado por la iglesia Católica después de practicar en 2009 un aborto legal de gemelos a una menor de nueve años.

"Ese caso tuvo una repercusión muy grande también, en aquella época en los medios internacionales y éste, con la niña de diez años, también es uno de los casos más precoces. Lo más común es que sea de doce, trece o catorce años para adelante, lo que también es violación", comentó el médico.

Según el director del CISAM, "cuanto menor es la edad, más riesgo hay para la niña y estamos acostumbrados a esta controversia y principalmente cuando hay una bola divida como esta, que trae un desgaste muy grande para todos los que participan".

El galeno respetó la decisión de sus colegas en Espírito Santo, porque algunos estados "tienen protocolos diferentes, más rígidos" y, en ese sentido, recalcó que Pernambuco, particularmente el CISAM, actúa desde 1996 como "referencia en atención de casos de violencia contra la mujer y para el aborto previsto en la ley".

"Esta repercusión ocurre cuando todo sale de lo normal, cuando hay fuerzas que quieren obstruir los derechos de la niña, de la mujer. Es un derecho humano a la dignidad, un derecho de todo Brasil", lamentó el ginecólogo y obstetra.

En el CISAM, subrayó Moraes, el procedimiento practicado la noche del domingo a la niña "también está dentro de la ley, la norma técnica del Ministerio de Salud orienta que sea hasta las 22 semanas, pero no es impedimento hacer el aborto de una violación más allá de las 22 semanas".

"Este caso no era de seis meses (como se llegó a mencionar), en realidad era un feto de cinco meses, inviable, y nosotros estamos siguiendo nuestro protocolo del Ministerio de Salud del Gobierno Brasileño", con respaldo de la Fiscalía, representantes de sectores de la sociedad civil y de los consejos médicos, completó.

NEGRAS, INDÍGENAS Y POBRES

El Instituto Anis apuntó en 2019 que el 15 % de las mujeres negras y el 24 % de las indígenas ya hicieron por lo menos un aborto en su vida, comparado con el 9 % de las blancas.

En 2018, de acuerdo con el Anuario de Seguridad Pública, en el país se cometieron 66 mil violaciones sexuales, con un 54 % a menores de trece años y 82 % de sexo femenino.

La publicación Cuaderno de Salud Pública de Río de Janeiro, en tanto, recopiló datos entre 2008 y 2015 en el que apunta que en ese periodo se presentaron casi 200 mil hospitalizaciones por aborto, de los cuales 1,600 fueron por práctica legal, y ocurrieron entre el total 770 muertes de las mujeres. EFE