Me pregunto: ¿para qué ir a votar? ¿Vale la pena en un país como el nuestro en que comenzando por el órgano rector de las elecciones no hay sentido de respeto de la voluntad popular? ¿Vale la pena? ¿Qué sentido tiene cuando un partido Estado lo dirige y controla todo y pone las autoridades de su conveniencia, sean serias o no; capaces o no; respetuosas o no; que hablen la verdad o no?

Con lo que ha pasado en estas elecciones en la República Dominicana, mi decisión es que no tiene sentido ir a votar. La conclusión a la que una llega es que el sistema se desmoronó y la institución rectora, dícese la Junta Central Electoral fue propulsora del desorden, la mentira y del irrespeto de la voluntad popular.

Los resultados que ha presentado la Junta Central Electoral, de estas elecciones son en su mayoría irregulares, incompletos, al ojo por ciento, imprecisos, fruto de reconteo de votos de valijas violentadas, de ausencia de votos emanados y no contados de inmensidades de colegios electorales cuyas votaciones fueron anuladas.

Hubo irregularidades en el escrutinio, cada colegio y cada Junta Electoral aplicó su propio criterio, sin que los normara una regla común, trasiego de votos, unos resultados que salían de los scanners diferentes a los del conteo manual, pero predominaban los de las máquinas para alimentar los boletines pues no se cumplieron las reglas preestablecidas de conteo manual y electrónico y en caso de discrepancia que predominara el manual para alimentar los boletines que se darían al país.

Esta barbarie que ha ocurrido en este país, señores empresarios y señores obispos, tiene que tener sus consecuencias. No es tan simple como Uds. lo toman

Se ha violentado la voluntad popular y esto no es un juego. Aquí en este país todo se quiere relativizar. Y esto que ha pasado aquí es muy, pero muy grave. Al que levanta la voz le dicen exagerado, y que lo que está haciendo es pataleando.

Me alarma cómo la cúpula empresarial se lava las manos como Pilatos, lo mismo que la cúpula eclesial, que enfatizan en que hay que dejar la Junta trabajar y que no se hagan desórdenes.

¿Por qué no se colocan del lado del pueblo y exigen a la Junta Central Electoral garantizar el respeto de la voluntad popular?

Y es que ya quieren que todo termine como si nada hubiera pasado para que el país continúe su rumbo, para cerrar ese capítulo y comenzar otro. Todo como si nada hubiera pasado.

La misma actuación en todo. Lo mismo harían si hubiera acontecido una masacre. Ya a la semana como mucho, hay que pasar la página.

Y ha pasado mucho: se ha violentado la voluntad popular que es sagrada y se ha puesto de mojiganga a casi todo el mundo. Todo ha sido una farsa, todo ha sido un engaño, todo lo que se ha dado como resultado es relativo, no se puede creer en términos absolutos, de ningún resultado arrojado por la Junta Central Electoral.

En el último boletín, en el 12, dice que en el Distrito Nacional en la boleta C tan solo faltan por computar 224 colegios, lo que constituye el 10.80%. Y yo me pregunto: ¿Y los 674 colegios que se están recontando en la Junta del Distrito Nacional, que representan un 32.8%, que aunque concierne a los diputados tiene incidencia en la senaduría?

¡Cuántas cifras imprecisas y falsas dadas por la Junta Central Electoral! Y que se sepa en ese cómputo que se está haciendo en la Junta Electoral del Distrito Nacional, una delegada de Alianza País que se encuentra allí fue delegada en el colegio electoral 0203 en San Judas Tadeo el día 15 de mayo y tiene en sus manos una copia del acta del conteo manual. Pues ese mismo colegio se contó ayer martes 24 en la junta electoral del Distrito Nacional y tanto en el nivel B como en el C Alianza País obtuvo 0 y sin embargo en el acta escrita del colegio obtuvo los siguientes resultados: en el nivel C: 35 votos y en el C1, (diputados) sacó 10 votos de la siguiente manera: Diputado 1: 0; Diputado 2: 1; Diputado 3: 0; Diputado 4: 3; Diputado 5: 1; Diputada 6: 5.  Los datos que se computaron fueron los de la Junta Electoral del Distrito Nacional.

Todo parece indicar que las boletas marcadas en favor de Alianza País fueron sacadas de la urna. Para muestra un botón. Pero los datos que van a alimentar los boletines de la Junta Central Electoral serán los que emanen de la Junta Electoral del Distrito Nacional.

En nuestro país es duro que tengamos que decir esto. Y a mí me es más duro, dado que en dos períodos fui jueza de la Junta Central Electoral: ya no estamos en el período de la dictadura ni en la época del Dr. Balaguer. Son etapas superadas.

Al nivel en que estamos, si no tenemos garantía de que las elecciones se manejarán de manera transparente y se respetará la voluntad popular, no vayamos a votar, no nos pongamos de zoquetes a hacerle el juego y legitimar a los que están arriba y desean continuar per secula seculorum, y "que siga la fiesta".

Esta barbarie que ha ocurrido en este país, señores empresarios y señores obispos, tiene que tener sus consecuencias. No es tan simple como Uds. lo toman. Tienen que terminarse las relativizaciones en asuntos que son de principios.

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