SANTO DOMINGO, República Dominicana.-Una auditoría que data de los años 2014 y 2015 practicada por la Cámara de Cuentas de la República Dominicana (CCRD) a la Dirección General de Ética e Integridad Gubernamental ( DIGEIG) advierte a esa entidad que está trabajando sin el código de ética institucional ni manuales de organización y procedimientos.
Revela, asimismo, falta de control en el manejo de equipos y bienes de la institución, en donde varias propiedades no parecen en los inventarios, mientras otras fueron movidas violentando procedimientos.
Los datos están referidos en el informe de auditoría realizado a los Ejercicios Presupuestarios de 2014 y 2015 de la DIGEIG, en el cual la entidad reconoce operar con debilidades el Sistema de Control Interno.
La CCRD asegura que la institución infringe la Ley 10-07 que instruye el Sistema de Control Interno y de la Contraloría General de la República, al no fomentar un ambiente adecuado para la operación del control interno.
Entre los objetivos que promueve de la entidad (DIGEIG) está la de contribuir a desarrollar y fortalecer la conducta ética, la transparencia e integridad y promover los valores éticos morales de la administración pública, algo que contradice el accionar de la institución conforme a los resultados de la auditoria.
En su Carta a la Gerencia, los auditores señalan que la DIGEIG no ha elaborado un código de éticas institucional, que oriente a los funcionarios y empleados de la entidad.
Refiere, además, que tampoco cuenta manuales internos de procedimientos que faciliten el trabajo y el control de la institución.
"Todos los señalamientos y sugerencias de la Cámara de Cuentas han sido satisfechos en su totalidad, mostrando la actual Administración su vocación permanente de apego a los principios éticos que deben regir la Administración Pública", afirma la DIGEIG
El órgano de investigación cuestiona, asimismo, la falta de manual de política de control y procedimiento para las actividades administrativas y financiera de la entidad.
Igualmente la Cámara de Cuentas le exige elaborar un reglamento de Recursos Humanos, que regule la administración del personal de la entidad.
El informe subraya y cuestiona que la entidad no ha establecido políticas formales de remuneración e incentivos de funcionarios y empleados.
Sin embargo, la auditoria refiere un manejo razonable del gasto, pero advierte que de continuar incumpliendo los componentes del Sistema de Control Interno, se pudieran ver afectado el desarrollo institucional.
Por otro lado, los investigadores confirmaron que la DIGEIG opera con debilidades y anomalías en el manejo de los bienes en uso, muchos de los cuales, no aparecen en los inventarios o fueron movidos violentando procedimientos.
Entre los hallazgos figuran propiedades ubicadas (solo en papeles) en departamentos sin que los peritos pudieran confirmar su existencia, o encontrar evidencias de traslados o descargos.
Otros equipos y mobiliarios quedaron fuera de los reportes de inventarios, tales como computadoras, impresoras, teléfonos, muebles, proyectores; laptop (computadora portátil), escritorios, lámpara entre otros.
Los fiscalizadores les recuerdan a los funcionarios de la entidad, que el manual de la Contraloría General de la República, en lo referente al control interno de los activos fijos, dispone lo siguiente:
“Los jefes de departamentos y de oficinas son los responsables por la custodia de los activos y tienen la obligación de informar de cualquier cambio en el estado de los bienes bajo su custodia”.
Sobre este punto, el director de la Dirección General de Éticas e Integridad Gubernamental, Lidio Cadet, les dijo a los investigadores que los equipos en cuestión fueron ubicados en su lugar de destino, y garantiza que se tomaran medidas con respecto a los movimientos de los activos de la entidad.
Además, asegura que el Comité de Ética institucional trabaja en el proceso de coordinación y metodología para la elaboración de un código de ética.
La experticia concluye afirmando que la estructura de control interno de la DIGEIG presenta debilidades, las cuales requieren ser superadas en el menor tiempo posible, “debido a que su permanecía expone a la institución a que sus recursos sean aplicados en forma incorrecta, afectando el desarrollo de la entidad”.
DIGEIG afirma ha respondido a las sugerencias y de la Cámara de Cuentas
La redacción de Acento.com.do buscó la reacción de la DIGEIG sobre la publicación de la auditoría de parte de la Cámara de Cuentas de la República Dominicana.
A continuación la respuesta oficial de la Dirección General de Ética e Integridad Gubernamental:
La Cámara de Cuentas de la República Dominicana realizó una auditoría que abarcó los períodos del 2014 y 2015, en los cuales la Dirección General de Ética e Integridad Gubernamental tuvo como incumbentes a los señores: Dr. José Joaquín Bidó Medina y el Dr. Marino Vinicio Castillo.
En fecha 14 de septiembre del año 2016 fue nombrado como Director de la DIGEIG el Lic. Lidio Cadet, quien tuvo la responsabilidad de responder las observaciones de la Cámara de Cuentas de la República Dominicana, ordenando de manera inmediata la rápida solución a los señalamientos planteados. En este sentido, se tomaron las siguientes medidas:
1) EQUIPOS. Todos los equipos de la DIGEIG fueron ubicados en su lugar de destino, se ubicaron aquellos que se encontraban en sitios diferentes y se reforzaron los controles internos de todos los bienes de la institución, llevándose en la actualidad un estricto inventario y control de los bienes.
2) CONTROL INTERNO. En cuanto a las Normas de Control Interno y bajo la asesoría de la Contraloría General de la Republica, se diseñó e implementó un plan de mejora adecuado a las Normas de Control Interno, en los siguientes aspectos:
- Ambiente de control
- Valoración y administración de riesgos
- Actividades de control
- Información y comunicación
- Monitoreo y evaluación
Actualmente la valoración de la Contraloría en estos indicadores de Control Interno es de 90.35%, uno de los más elevados de todas las instituciones del Sector Público, lo cual refleja los esfuerzos que se realizan en la institución en cuanto a las Normas de Control Interno.
3) CODIGO DE ÉTICA. En cuanto al Código de Ética, la DIGEIG como entidad de gobierno central y el personal que la compone, está sometida al cumplimiento de la ley 41-08 de función pública, específicamente lo relativo al Régimen ético y disciplinario. Las disposiciones sobre los valores éticos, deberes, prohibiciones, incompatibilidades y sanciones disciplinarios contenidas en este se han incorporado en la cultura organizacional. En cumplimiento a la Normas Básicas de Control Interno, NOBACI, en su diagnóstico de 2014 se presentó como respuesta que la DIGEIG se sometía a dicho régimen.
No obstante lo anterior, desde marzo 2017, y durante la Dirección del Lic. Lidio Cadet, contamos con un Código de Ética Institucional que complementa las conductas ya descritas en la ley de función pública. Este Código fue elaborado por una comisión integrada a tales fines y su administración está a cargo de la Comisión de Ética, de conformidad con el decreto 143-17.
De igual manera, la institución aplica el Código de Pautas Éticas para los funcionarios de alto nivel (de libre nombramiento y remoción), quienes han firmado el mismo y es monitoreado por la CEP anualmente.
En cuanto al Código de Ética, la Comisión de Ética Pública de la DIGEIG, como parte de su programación anual de trabajo para 2017 y 2018, ha divulgado por los sistemas de información el contenido del Código de Ética institucional.
- RECURSOS HUMANOS. Actualmente se encuentra finalizado el Manual de Políticas y Procedimientos de Recursos Humanos, el cual contiene lo relativo a las normas que regulan la administración del personal de la Institución desde su ingreso, evaluación, capacitación, remuneración, desarrollo, hasta su desvinculación.
Por otro lado, se encuentra finalizada la Política de Reconocimiento, Motivación y Estimulo al Personal, conteniendo lineamientos tales como: Bonificación y reconocimiento por desempeño, Bonificación y reconocimiento en fechas conmemorativas y Beneficios no monetarios.
Por todo lo anterior, puede observarse que todos los señalamientos y sugerencias de la Cámara de Cuentas han sido satisfechos en su totalidad, mostrando la actual Administración su vocación permanente de apego a los principios éticos que deben regir la Administración Pública.