SANTO DOMINGO, República Dominicana.-La Liga Municipal Dominicana (LMD) realizó pagos irregulares por más de RD$ 188 millones en supuestos proyectos y programas especiales de educación y seguridad ciudadana, de los cuales no presentó  evidencia de ejecución, según muestra una auditoria de la Cámara de Cuentas de la República (CCRD) practicada la entidad.

Cientos de supuestos obreros, capataces y promotores habían participados en los referidos programas, sin que se encontraran registros de asistencia ni reportes de trabajos realizados, dice el organismo.

La investigación a la ejecución presupuestaria de la Liga Municipal comprende los ejercicios  de 2010 hasta el 2014, pero las irregularidades más relevantes se detectaron en los últimos tres años del periodo fiscalizado, correspondiente a la  administración del ingeniero Johnny Jones.

El funcionario justificó los pagos al personal mediante supuestos  programas y proyectos dirigidos a la educación y al bienestar municipal, como seguridad ciudadana, prevención sanitaria, manejo de residuos sólidos y otros.

CCRD  mantiene las observaciones  argumentando que la institución en su reacción solo detalla el proceso de las labores ejecutadas, pero no presentó evidencia de control de asistencia ni de los trabajo realizados por el personal reclutado para las supuestas labores llevadas a cabo.

La CCRD fundamenta su observación en que las autoridades de la LMD no presentaron registros de asistencia ni reportes de trabajos realizados por las supuestas brigadas de obreros y promotores.

En su informe, el ente regulador asegura que la entidad  realizó desembolsos durante el periodo 2012 al 2014 para los referidos  programas, pero no existen evidencias  ni documentos de soporte que justifiquen tales operaciones.

Entre marzo y julio de 2012 la entidad pagó RD$ 42 millones 748,479 en varias nóminas de trabajadores, incluyendo a supuestos promotores, cuyas funciones no  se pudieron determinar, según explica  el  informe de la CCRD.

La auditoria refiere que en 2013 los desembolsos por ese concepto  aumentaron a  RD$ 78 millones 658 mil 377,  y se agregaron otras nóminas  de  personal temporero y coordinadores.

En los meses de agosto, noviembre y diciembre de 2014, los desembolsos para los supuestos programas especiales de actividades municipales superaron los RD$ 67 millones186 mil 024.

Según el documento oficial, 147 alegados promotores  y coordinadores de los programas especiales de la Liga Municipal  recibieron  salarios durante el periodo auditado por la suma de RD$ 9 millones 900 mil.

La Cámara de Cuentas no señala en su investigación los lugares en donde se habrían ejecutados los operativos que la LMD asegura haber realizado  desde 2012 hasta el 2014.

El dispositivo legal de la auditoria subraya  que el Manual de la Contraloría General de la República (CGR), en los casos de contratos internos para el área de nómina, establece que "el tiempo trabajado por los empleados sea registrado adecuadamente y estén debidamente autorizadas las variaciones de diferencias de sueldo por cambio de actividad, vacaciones, días festivos, etc."

En respuesta al informe de fiscalización de la CCRD, Johnny Jones, secretario general de la Liga Municipal Dominicana,  asegura que en la entidad cuenta con un reglamento para el pago de la nóminas de jornaleros y supervisores.

Añade, además, que desde la creación de los programas especiales la Liga ha reclutado personas para los programas y las distribuyes en los diferentes municipios del país, a los fines de dar soporte en los operativos y actividades municipales.

En tanto, la encargada de Recursos Humanos de la entidad, Melissa Gómez Acosta, afirma que la Ley 176  del Distrito Nacional y los Municipios otorga facultad a la LMD para auxiliar a los municipios en sus necesidades.

Según la funcionaria, los programas especiales se basan en aseo, reciclaje, manejo de residuos sólidos, limpiezas de costas, fumigación, prevención sanitaria, seguridad ciudadana y operativos forestales.

Sin embarro, el informe de la CCRD  mantiene las observaciones  argumentando que la institución en su reacción solo detalla el proceso de las labores ejecutadas, pero no presentó evidencia de control de asistencia ni de los trabajo realizados por el personal reclutado para las supuestas labores llevadas a cabo.