SANTO DOMINGO, República Dominicana.-El notable jurista dominicano doctor Ramón Antonio Veras (Negro) advitió que la construcción de un muro o paredón en la frontera que divide a las repúblicas Dominicana y Hatí no es la solución para controlar y regular la migración de haitianos hacia el territorio dominicano.
El doctor Negro Veras sostiene que la emigración haitiana favorece a Haití y a la República Dominicana.
Resaltó que la mano de obra barata que llega a República Dominicana está insertada en distintas áreas de la economía, y esos trabajadores migrantes, a la vez que representan una especie de válvula de escape para su país de origen, aportan recursos a sus familiares que se quedaron en su lar nativo.
"Mientras existan las desigualdades en el desarrollo económico, el fenómeno migratorio a nivel nacional, regional y mundial será una realidad", expresó.
A su juicio, en razón de que el fenómeno migratorio haitiano hacia la República Dominicana, tiene fundamentalmente un componente humano, hay que buscarle solución humanitaria, legal, social, diplomática y política, y no precisamente la construcción de un muro.
Frente a la propuesta, incluso como proyecto de ley, para construir un muro fronterizo, el reconocido abogado de Santiago de los Caballeros, ha hecho el siguiente análisis para demostrar que no sería la solución para regular la migración:
El asunto no es de muro
1.- No creo que la construcción de un muro en la frontera con Haití, sea la solución más atinada tomada para enfrentar el fenómeno migratorio. En ningún momento ni en país alguno se ha resuelto la inmigración con medidas legales o coercitivas, porque no se detienen dificultades sociales por decisiones políticas al margen de respuestas que tomen en cuenta los motivos humanos que las generan.
2.- La emigración es la consecuencia del desarrollo desigual de dos países, como es el caso de la República Dominicana y Haití. Lo mismo ocurre con la situación de los Estados Unidos y los países de América Latina y el Caribe; y los nacionales de África que emigran a Europa.
3.- La emigración haitiana favorece a Haití y a la República Dominicana. La mano de obra barata que llega aquí está insertada en distintas áreas de nuestra economía, y esos trabajadores migrantes, a la vez que representan una especie de válvula de escape para su país de origen, aportan recursos a sus familiares que se quedaron en su lar nativo. Mientras existan las desigualdades en el desarrollo económico, el fenómeno migratorio a nivel nacional, regional y mundial será una realidad.
4.- Las transformaciones estructurales que se han operado en los países caribeños están ligadas a la modificación que históricamente ha tenido la emigración. El gran capital europeo se vio en la necesidad de recurrir al fenómeno migratorio para desarrollar la economía de plantación con la trata masiva de negros africanos.
5.- El gobierno dominicano, no hace mucho tiempo llegó a comprar al de Haití miles de nacionales del vecino país para que vinieran a trabajar en los ingenios del Consejo Estatal del Azúcar (CEA). La vida material llevada por los braseros comprados a Haití, me motivó a escribir la obra Inmigración, haitianos y esclavitud.
6.- La existencia amarga de emigrantes de Haití, Barbados, Granada y de otros países, está sellada en el progreso alcanzado por Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Holanda y Canadá. El capitalismo mundial ha tenido por base la plusvalía de la mano de obra barata masiva originada en el trabajo de los inmigrantes.
7.- En razón de que el fenómeno migratorio haitiano hacia la República Dominicana, tiene fundamentalmente un componente humano, hay que buscarle solución humanitaria, legal, social, diplomática y política. El muro propuesto no resuelve nada.
Santiago de los Caballeros,
22 de noviembre de 2018.