SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Los milagros que realiza la Virgen de la Altagracia hacen que cada vez más gente se acerque a rendirle tributo a la madre espiritual del pueblo dominicano, según el párroco de la Iglesia La Altagracia.

El sacerdote Nelson Clark, de la iglesia que está en la calle Hostos de la zona Colonial, contó que Nueva Jersey el año pasado, el 21 de enero, Día de la Virgen de la Altagracia, un hombre le dijo a la virgen: "Ya no resisto más, necesito un transplante de riñón para seguir viviendo", y que ese mismo día lo llamaron para decirle que había aparecido un órgano para transplantárselo. Desde entonces, el hombre hace novenas a la virgen.

El padre Clark recordó que el cuadro de la Virgen de la Altagracia, con sus colores blanco, rojo y azul, inspiró a los Padres de la Patria para la confección de la bandera nacional.

El cura dijo que Juan Pablo Duarte era devoto de la Virgen de la Altagracia, como también lo era su madre Manuela Diez.

Haciendo un poco de historia, recordó que la tradición la trajeron algunos españoles en los primeros años de la colonia. Unos dicen que la trajeron los hermanos Trejo y otros que fue Nicolás de Ovando.

Pero hay otra de que  en tiempos de la colonia una muchacha le pidió a su padre un cuadro de la Virgen de la Altagracia y su padre no la encontró en Santo Domingo, donde nadie había escuchado hablar de ella. Abatido, contó en una posada de Higüey que no había hallado la estampa de la virgen y que su hija se entristecería. Un anciano que lo escuchaba sacó de su alforja un rollo y le dijo: Esto es lo que usted busca. Y era la imagen de la virgen.

Ya en 1572 se construyó el primer santuario altagraciano y en 1971 la Basílica donde había estado esa primera iglesia.

El padre Clark, que sigue hoy la tradición en la zona colonial, explicó que ya culminó la novena de la Solemnidad de la Virgen de la Altagracia y que procede llevar la imagen de la virgen a la Catedral Primada de América, una disposición antigua que inició monseñor Nouel.

“La Virgen duerme en la catedral y en su día celebramos diferentes misas. Aquí celebramos a las siete, a las nueve y a las once de la mañana, y en la catedral se celebra a las diez y a las doce, y ya en la tarde hacemos una solemne procesión, partimos de la catedral, vamos por la calle Billini, llegamos al Altar de la Patria para recordar la coronación canónica y de nuevo regresa la virgen al santuario donde se queda durante todo el año y se concluye con la misa de clausura”, explicó.

{Gallery dir=’Altagracia_210112′}