(Cortesía del periódico Hoy/ hoy.com.do) No es prioridad del recién entronizado arzobispo metropolitano de Santo Domingo y Primado de América, monseñor Francisco Ozoria Acosta, ocupar el rango de Mayor General Capellán Castrense del Ejército Nacional, que actualmente ostenta el cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, sino dar continuidad a la misión de la Iglesia que consiste en instaurar el Reino de Dios.
Así lo dejó saber este miércoles el prelado al ser entrevistado en el tradicional Almuerzo Semanal del Grupo de Comunicaciones Corripio, donde reiteró que viene como un pastor, a enseñar y santificar a las ovejas.
(El tema fue puesto en la palestra por Acento.com.do, que publicó un trabajo detallado sobre lo que ordena la ley orgánica de las Fuerzas Armadas. También publicó el decreto del presidente Hipólito Mejía ascendiendo a mayor general al cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez.Ver: Lío en FFAA: El retiro del mayor general Cardenal López y el rango que corresponde al arzobispo Ozoria )
“Mi misión es pastoral que es la de servir, acompañar a los forasteros y defender a los inmigrantes y a los pobres. Si me propusieran algún rango, comenzaría como raso”, señaló Ozoria Acosta.
La aseveración de Ozoria Acosta se produce en momentos que se debate el posible otorgamiento de rango de mayor general al nuevo arzobispo Ozoria Acosta, y el retiro por edad que corresponde al arzobispo emérito Cardenal López Rodríguez.
Pese a que el Concordato suscrito entre Santa Sede y la República Dominicana no especifica con exactitud rangos militares para los prelados, al arzobispo de Santo Domingo le corresponde una dignidad como obispo castrense, así lo aclaró el vicario de Pastoral, monseñor Lorenzo Vargas.
“Eso fue algo que se inventaron dos presidentes: Salvador Jorge Blanco e Hipólito Mejía. Pero el Concordato no habla de rangos”, agregó Vargas.
Se recuerda que monseñor Francisco Ozoria Acosta tomó posesión canónica del Arzobispado de Santo Domingo el pasado sábado en una ceremonia celebrada en la Catedral Primada de América, a la que asistieron varios obispos, sacerdotes y funcionarios, incluido el presidente de la República, Danilo Medina. Le correspondió luego una eucaristía en acción de gracias en el Palacio de los Deportes, a la que asistieron aproximadamente 12 mil personas.